La presentación de "España amenazada", el libro en el que Luis de Guindos reivindica su gestión y explica cómo salvó a España del rescate, es una autopromoción harto pretenciosa y difícilmente justificable para un ministro en activo. Que además lo haga sólo un día después de haber sido tachado de mentiroso por toda la oposición en la comisión parlamentaria por el caso Soria convierte el hecho en todavía más inoportuno.
Muchos españoles pueden legítimamente preguntarse cómo, con todo el trabajo que da el Ministerio en una coyuntura tan complicada, Guindos ha sacado tiempo para escribir un libro. Lo que está claro es que ha aprovechado su condición de ministro para promocionar la obra. Baste decir que en la presentación estaba medio Gobierno, empezando por el presidente.
Y lo que es más preocupante: a pesar de las peticiones de este periódico, ni la coautora ni el editor del grupo Planeta, que ha publicado la obra, han querido detallar las condiciones del contrato. Es decir, a todo ello hay que añadir la falta de transparencia.