Sí. En el discurso de Felipe VI en Nochebuena pasó lo previsible, nada, que es lo que peor puede sucederle a un opositor permanente como es un monarca en España. El pasado 24 de diciembre el rey se equivocó en todo al no decir o a hacer nada extraordinario, grave error en estos tiempos espectaculares (de espectáculo) de Sálvame nacional. Ahora que está de moda la Historia Alternativa, que consiste en reescribirla partiendo de lo no sucedido (por ejemplo: cómo se habría desarrollado la Historia de España si Juana la Beltraneja hubiera sido la reina y no su tía desalmada, Isabel la Católica; qué habría sucedido en el mundo sin revolución francesa si Luis XVI hubiera guillotinado a Robespierre y no al revés; o si, en un salto en el tiempo, la joven conservadora Hillary se hubiera casado con el perverso Donald y no con el obseso Bill) cabe preguntarse cómo habría sido el fin de año en España si su majestad el rey mago Felipe nos hubiera traído de regalo un discurso navideño valiente y una puesta en escena audaz, y no su intervención de telediario oficial, bien ensayada y mejor locutada gracias a la profesional que tiene en casa.

Esta sería la Historia Alternativa del mensaje navideño del Jefe del Estado.

1) Durante los primeros segundos de grabación, la cámara no se aproxima, como sucede todos los años, a un inquietante edificio grande e iluminado –el Palacio de la Zarzuela-, que nada tiene que ver con la vivienda del español medio. La cámara tampoco traspasa esas enormes habitaciones donde cabría holgadamente todo un bloque de vecinos.

En esta ocasión, la intervención de 2016 se realiza desde el piso del padre Ángel, a quien se le ve al fondo algo nervioso porque tiene cola en la puerta con personas que necesitan ayuda.

Al estar en casa de un cura, ha sido innecesario poner el pequeño belén que siempre figura junto al Jefe del Estado, un acto de cierta anacronía en una España constitucionalmente aconfesional.

2) Comienza la intervención de Felipe VI. Mira fijamente a la cámara. Inesperadamente, saca del bolsillo de su chaqueta unos folios y comienza a romperlos. En ellos aparece impresa su foto oficial como Jefe del Estado. Ya se sabe que desde hace unas semanas, cargos de la CUP catalana, pagados con impuestos de los catalanes y de los españoles en general, dilapidan su tiempo y el dinero público guillotinando retratos del rey.

Pero volvamos al imaginario discurso navideño de don Felipe. Tras guardar cuidadosamente los pedacitos de papel en uno de sus bolsillos, en una sobreactuación sin llegar a aquellos cinco segundos invertidos por Carlos Arias Navarro para decir “Españoles, Franco ha muerto”, habla el Rey:

3) “Sí, me romperéis, pero no convenceréis”. Son las primeras palabras que pronuncia aprovechando la frase de don Miguel de Unamuno. En siete días –es decir, ayer, 31 de diciembre- se conmemora el 80 aniversario de la muerte del pensador vasco.

4) Pero para qué extenderse en esta Historia Alternativa… Aunque ya que hemos llegado a este punto, finalicemos el juego. El Jefe del Estado, saltándose su papel constitucional, habla por primera vez como un ciudadano más: “Este 2016 a punto de finalizar nos ha enseñado que España es un país donde casi se puede vivir “sin”: sin gobierno durante 300 días; en una capital de España sin alcaldesa que chochea durante casi 600; con un pulmón para la nación como es Cataluña sin oxígeno y en asfixia por la improvisación de sus políticos; en manos de un Partido Popular sin presidente de honor y casi sin honor por la corrupción; con un partido que hizo historia como el PSOE y está a punto de pasar a la Historia sin pena ni gloria; sin regeneración política, que oscila entre Ciudadanos, laminadora de la oposición interna, y la distopía, lo contrario de la utopía, de Podemos, que no pasa de ser una asamblea de ex universitarios donde sólo puede pablar el líder. ¡Españoles, para qué seguir!”.

La Casa Real debe pensarse bien cómo será el discurso navideño de 2017. La Nochebuena es un formato gastado. Mejor sería comiéndose las uvas, el 31 de diciembre. Mejor que estar a por uvas. Con menos palabras, pero más directas y sinceras. Rodeado de su familia, como un ciudadano más. Porque para caer en lo de siempre, ya tenemos a Raphael.

¿SIEMPRE NOS QUEDARÁ UNAMUNO?

Miguel de Unamuno, en una fotografía de 1925.

Sí. Hace 80 años moría en Salamanca. ¡Cómo sigue vigente! Si le gusta leer pensando, Andanzas y visiones españolas es su libro para comenzar 2017. Esto escribe en el capítulo titulado De Salamanca a Barcelona: “Cuando salí de Salamanca para venirme al descanso de esta isla de Mallorca, empezaba a volverse a agitar el problema de Cataluña, y en general, el regionalista (…)”.

“Cataluña no es una nacionalidad oprimida, como no lo es hoy Irlanda. Como que en rigor lo que pide no es libertad, sino protección del Estado para defender esa personalidad regional, a expensas de otra más alta y más noble y más fecunda (…)”. “Eso de que los catalanes se complazcan en hablar en su lengua cuando hay delante castellanos que no la entienden, por molestar a éstos, es una de tantas tonterías que ha inventado la quisquillosidad recelosa del castellano (…)”. “Pero el problema catalán de la lengua está maleado y envenenado por la obstinación de los castellanos de no enterarse bien de él" (…). “Parece como si se quisiera apartar la vista de los problemas más útiles en Cataluña, que son los economicosociales” (…). “Mucho debe aprender de Cataluña el resto de España (…). Pero también de ésta puede y debe aprender mucho Cataluña. Y lo saben los catalanes que conocen la verdadera Castilla, esa tierra grave, siempre compuesta y tan poco preocupada del aparentar”. Firmado: Miguel de Unamuno. Manacor (Mallorca), junio de ¡¡¡¡¡1916!!!!

Una cita más dedicada a aquéllos que se sienten extraterrestres en medio del barullo navideño: “Desdichado del hombre que se aburre si tiene que permanecer solo unos días en medio de la campiña libre. Desdichado del hombre que no puede prescindir del ruido y el trajín de sus próximos porque éste tal no se ha encontrado a sí mismo y no ha sabido siquiera buscarse ni se ve sino reflejado en los demás”.

¿AMEDO, DELEGADO DEL PAÍS VASCO?

No. Pero todo se andará. Busquen el artículo del ex policía José Amedo publicado en El Mundo. Parece una inocentada con dos días de retraso. El ex miembro del GAL defendiendo a los etarras. Pidiendo la aproximación a las cárceles del País Vasco, en un primer paso para una amnistía general. Lo cual permitiría a asesinos no arrepentidos como Iñaki Bilbao (“como te pille, te mato”, le dijo hace poco a un juez) o “Txapote”, rematador de Miguel Blanco, salir de la cárcel para cerrar el capítulo de ETA.

2017 puede pasar a la Historia con la extinción formal del grupo de matones vascos que asoló el País Vasco y España. El Estado habrá de obrar con generosidad –salida paulatina de presos sin delito de sangre y la aproximación del resto a prisiones del País Vasco- pero sin mezquindad respecto a las víctimas de ETA y sus familias.

En 2017 la hija de los verdugos de Blanco cumple 10 años. Fue engendrada en la cárcel mientras se celebraba el juicio contra sus padres en 2006. Y Miguel Ángel Blanco, 20 años muerto. En este asunto no cabe la Historia Alternativa: tiene que haber vencedores y vencidos. Y los 850 asesinados por ETA no pueden ser otra vez los perdedores.