Cuca Gamarra: "Una gran mayoría social está contra la amnistía; la apoyan los que se benefician de ella"
"Conde-Pumpido debería estar alzando la voz frente a los magistrados del Constitucional que provienen del Gobierno de Sánchez" // "Nunca en tan poco tiempo se ha degradado tanto el Poder Legislativo desde la presidencia del Congreso como con Armengol" // "La amnistía refuerza a los independentistas para llevar a cabo otro procés".
8 octubre, 2023 03:44María Concepción Gamarra Ruiz-Clavijo (Logroño, 1974), así con ese nombre y el segundo apellido compuesto, suena como a autoridad regia. Sin embargo, el apodo que le puso un tío suyo y por el que todos la conocen, Cuca, hace a la persona más familiar, más cercana, más alcaldesa de su tierra. En realidad, ella es una mezcla de las dos cosas.
Podría decirse que, con el tiempo, se ha convertido en el jarrillo de mano del Partido Popular. Lo mismo hace de vicesecretaria en la cúpula, que dirige a todo un grupo parlamentario, que coge el timón del barco en plena transición entre un liderazgo y otro, que ocupa la secretaría general o coordina el programa electoral para las generales.
A estas alturas, pocos cargos le quedan por conocer en su formación. Como número dos tiene un despacho en la calle Génova. Y como portavoz, otro en el Congreso de los Diputados. Vive pegada a dos móviles, una táblet y un sinfín de carpetas. Es fácil llegar a la conclusión de que si se abre una nueva era en el PP, como adelantó EL ESPAÑOL y confirmó Alberto Núñez Feijóo, Cuca Gamarra va a llevar menos "carga".
Con tanto ajetreo, ni siquiera había tenido tiempo para asomarse al balcón de su despacho que da a la Carrera de San Jerónimo, y que le abre EL ESPAÑOL. La bruma que acaricia el Madrid de las Letras a primera hora de la mañana bien merece la vista. Cuca Gamarra está más sigilosa que de costumbre. No quiere hablar de las cuestiones internas del partido.
Además, para que se produzcan los cambios orgánicos se tienen que dar varios condicionantes. Que Pedro Sánchez sea investido. O, mejor dicho, Carles Puigdemont le brinde su apoyo. Porque todo depende de una amnistía que borre los delitos del procés y de la negociación para un referéndum de autodeterminación en Cataluña. Para hablar de todo esto, Gamarra sí que tiene carrete.
El PP reprocha a la presidenta del Congreso que en 24 horas fijó la investidura de Feijóo y ahora no está actuando de la misma manera.
La fecha del Pleno de investidura debiera estar puesta ya. Lo que está haciendo Armengol es someter el Pleno de investidura al control de Pedro Sánchez.
Hay cierta contradicción, porque el equipo de Armengol asegura que fue Feijóo el que pidió un mes para su investidura.
Lo que está habiendo es contradicción en el PSOE. Durante cuatro semanas estuvo constantemente quejándose de que era demasiado tiempo y ahora se niega a poner fecha.
Estamos en una nueva escalada de degradación y deterioro institucional. En este caso, desde el control absoluto que quiere tener Pedro Sánchez sobre los dos meses que establece la Constitución para que puedan existir sucesivas investiduras. Busca bloquear el proceso de investidura.
PSOE y Sumar se han dado un mes para negociar.
Es todo un teatro. Está perfectamente definido. El precio de la investidura de Pedro Sánchez, que son siete votos, es la amnistía. Lo que quieren es tiempo para vestirla, para engañar a los españoles. Pero la realidad es que las cesiones están ahí y más pronto que tarde se verán.
¿En su partido piensan que ya está todo cerrado?
Pedro Sánchez es un político que está dispuesto a pagar el precio que sea para mantenerse en el poder, eso hace que todo esté cerrado. Porque solamente hay que concretar las cesiones que le piden y a las que él accede, que serán todas las que le pidan. Cuando uno no tiene límites, y Pedro Sánchez no los tiene, el que las cuestiones se puedan cerrar es fácil.
¿Qué posibilidades ven de que se repitan las elecciones?
Eso lo decide una persona: Puigdemont, que es un prófugo de la Justicia. Él lo decide todo. Está moviendo todos los hilos de la gobernabilidad en España, lo hace porque hay quien se lo permite. Esa persona que se lo permite, que está dispuesto a entregarle la gobernabilidad, se llama Pedro Sánchez, el resto son actores de reparto.
En el contexto actual, el PP piensa que la salida más digna sería votar de nuevo.
Porque nadie ha dado la legitimidad en las urnas a Pedro Sánchez para que se lleve a cabo algo que es inconstitucional, como una amnistía. Llegó a las urnas diciendo todo lo contrario. En su programa electoral, lejos de plantear la amnistía, lo que han estado diciendo los socialistas, los que hoy callan, es que Puigdemont sería puesto a disposición de la Justicia y tendría que rendir cuentas ante ella.
"Sánchez no tiene legitimación para estar negociando la amnistía. Tendría que haber elecciones y que los españoles hablaran"
Eso hace que no tenga legitimación para estar negociando lo que está negociando a cambio de ser presidente. Lo que tendría es que haber elecciones y que los españoles hablaran. Los españoles no le han dado voz porque perdió las elecciones. Y porque ni en su programa ni en campaña habló de amnistía. Todo lo contrario: la negó.
Este lunes será la reunión entre Feijóo y Sánchez, ¿podría llevarle otra alternativa para que la gobernabilidad no dependa de Puigdemont?
La alternativa es un gobierno en minoría con Feijóo al frente. Que la grandísima mayoría constitucionalista que los españoles eligieron, porque hoy el independentismo está más débil que nunca y el constitucionalismo más fuerte que nunca a pesar de Pedro Sánchez, sea la que tenga la llave del futuro de nuestro país a través de seis pactos de Estado.
Es un planteamiento sensato, responsable y coherente con lo que debe de ser la altura política que tiene que haber en nuestro país. No puede ser que se entregue la gobernabilidad y se vaya a acceder a lo que un 6% de los españoles eligieron frente a un 94%, que tiene que callar.
Vamos, que no hay otra alternativa.
Evidentemente. La propuesta es que gobierne quien ha ganado, que se haga a través de un gobierno en minoría y con un instrumento: los grandes pactos de Estado sobre aquello que interesa a los españoles. Esa es una grandísima diferencia.
El planteamiento que ha hecho Feijóo desde el principio es: lleguemos a acuerdos de Estado en relación con las necesidades y los problemas que tienen los españoles, la economía, el agua, gran pacto territorial, Estado del bienestar, pacto de las cosas importantes y de las políticas de familia. Y en lo que está Pedro Sánchez es en lo que importa a una casta de políticos para obtener siete votos y permanecer en el poder.
El PSOE dice que cualquier acuerdo con el independentismo estará dentro de la Constitución. ¿Tienen claro que una amnistía no cabe en la Constitución?
La amnistía no cabe en la Constitución. Lo único que cabe en la Constitución es que no haya amnistía.
En el caso de que se apruebe esa amnistía, ¿el PP la recurrirá al Tribunal Constitucional?
Seremos firmes y contundentes, usaremos todos los instrumentos desde el punto de vista político, jurídico y social que tengamos a nuestro alcance. Estamos hablando del mayor sometimiento que se puede infligir a una democracia: reconocer que la democracia no es plena y que, por tanto, estaban legitimados a hacer lo que hicieron aquellos que han sido juzgados o que están pendientes de ser juzgados. Y que el Estado de derecho no funcionó.
¿Y si el Tribunal Constitucional da por válida la amnistía? ¿Ustedes van a respetar la sentencia?
En este Tribunal Constitucional lo que debiera de ocurrir es que aquellos que han formado parte del Gobierno de Sánchez no se pronuncien, que se inhiban de todo lo que pueda afectar a que Sánchez siga siendo presidente. Es lo mínimo por intentar mantener la apariencia y la independencia dentro del Tribunal Constitucional, que de la mano de Pedro Sánchez no sólo está en cuestión, sino que es evidente que está controlado por él.
Es decir, pedirán la recusación de Juan Carlos Campo y Laura Díez.
Porque han formado parte del Gobierno de Pedro Sánchez. Pero es que nunca debieron haber llegado ahí. Es uno de los elementos de la degradación institucional a la que Pedro Sánchez está sometiendo a nuestro país desde que llegó.
Conde-Pumpido dijo recientemente que las injerencias de los políticos podían afectar a la independencia del Tribunal Constitucional.
La presencia hoy en el Tribunal Constitucional de políticos es una interferencia en el Tribunal Constitucional. Por tanto, entiendo que esas palabras de Conde-Pumpido están también dirigidas a aquellos que dentro del Tribunal han tenido funciones en el Gobierno de Sánchez y que, por tanto, está de acuerdo con lo que dice el PP. Que esa puerta giratoria en la cual se pasa de Moncloa al Tribunal Constitucional, del Consejo de Ministros a la Fiscalía General del Estado y del Consejo de Ministros al Tribunal Constitucional, está deteriorando la democracia en nuestro país y la independencia del Poder Judicial. Él debería de estar velando por la independencia y debería de estar alzando la voz frente a esos magistrados del Tribunal Constitucional.
Si el Constitucional avala la amnistía, ¿cuentan con algún otro instrumento más para intentar neutralizarla? Se habla incluso de pedir amparo en la Unión Europea.
Pudiera parecer que es solo el PP el que está en contra de la amnistía. El rechazo mayoritario de la sociedad española está ahí. Las voces jurídicas que se están alzando creo que no son menores, del mismo modo que las voces políticas. Esto no es una cuestión de derechas o izquierdas, diría que hay unanimidad política y social.
"En la antesala de una amnistía que sólo tiene el objetivo de conseguir el poder, la sociedad española tiene que alzarse y rebelarse"
Sólo se abstraen aquellos que se benefician de la amnistía, bien porque les va a generar un reporte de permanencia en el poder o porque se van a poder beneficiar de ella. El PP, en todo lo que esté en su mano, utilizará todos esos instrumentos que podamos, como estamos convencidos de que el conjunto de la sociedad española usará los suyos.
Este domingo, de hecho, se manifiestan en Barcelona con la sociedad civil. ¿Va a servir de algo?
Sí. Toda movilización social siempre sirve de algo. En estos momentos en los que estamos en la antesala de una amnistía que sólo tiene el objetivo de conseguir el poder, que es impuesta, la sociedad española tiene que alzarse y rebelarse. Para ello tiene la capacidad de usar todos sus instrumentos. Es la manera de decir: "yo no me resigno, yo me rebelo". Es lo que la grandísima mayoría de los españoles vamos a hacer de distintas maneras.
Este domingo lo vamos a hacer en Barcelona. No nos van a callar. En nombre de todos aquellos españoles que creen en el Estado de derecho, que defendemos a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, a los jueces, los fiscales que han intervenido durante todas estas causas y que lo siguen haciendo, decimos: "En mi nombre no".
¿Usted estuvo en la manifestación de Barcelona el 8-O de 2017? Era alcaldesa de Logroño y vicepresidenta de la Federación Española de Municipios y Provincias.
No, pero recuerdo perfectamente la gran presión que se ejerció por parte del independentismo contra los alcaldes de los municipios de Cataluña y la gran resistencia que ejercieron y cómo defendieron a sus vecinos. Y cómo recibieron también el respaldo de todos los alcaldes de España en la defensa de la democracia que se llevó de la mano de los alcaldes catalanes.
El independentismo, desde aquella fecha hasta ahora, ha bajado el diapasón. ¿Por qué se ha desinflamado la situación en Cataluña?
Por la aplicación del Estado de derecho. Con el paso del tiempo y con la aplicación del Estado de derecho una gran parte de la sociedad catalana es consciente del gran engaño que sufrieron a través del independentismo, que les vendió un sueño de la independencia que no es posible en el marco de la Constitución. Esa es la clave del desengaño.
El Gobierno acusa al PP de no dar respuesta al problema territorial que hay en España.
Sánchez confunde la política territorial en nuestro país y nuestro modelo del Estado de las autonomías, que está plenamente vigente, con asumir las demandas de los independentistas con tal de mantenerse en el poder. Todos sabemos, a estas alturas, que todo lo que él ha hecho no ha sido por apaciguar, sino que ha sido por mantenerse en el poder.
Y lo que ha hecho una vez tras otra ha sido cumplir con las exigencias de los independentistas. Eso no lo digo yo, lo dicen los independentistas.
Feijóo reconoce que uno de los principales problemas de España es Cataluña y que si fuese presidente estaría "día y noche" pensando en cómo darle solución.
Cataluña no es un problema. El problema es una casta política que, además, es minoritaria, que ha sido la cuarta y quinta fuerza política el 23-J. Luego, por tanto, el problema no es ese. El problema es Pedro Sánchez, que se somete a ellos porque los necesita para ser presidente del Gobierno.
Si Feijóo fuera presidente de todos los españoles, sería el presidente de todos los catalanes. Impulsaría esas políticas que harían que Cataluña estuviera creciendo, que hubiera cada día más empresas, que tuvieran más productividad. Estaríamos hablando de lo importante y no de lo importante para un grupo de políticos que tienen causas pendientes de la Justicia. Sería un cambio sustancial que haría que a Cataluña le fuese mucho mejor.
El Gobierno abona el terreno para la amnistía justificando que es tiempo para la generosidad.
[Risas]. Perdón que me dé la risa. Eso no se lo cree ningún español a estas alturas de la película. Pedro Sánchez ha perdido las elecciones porque evidentemente los españoles tienen muy claro lo que ya no quieren, porque lo han probado durante cinco años. Más de lo mismo y encima en doble dosis no va a ser bueno para España.
¿El PP teme que, después de amnistiados, los independentistas lleven a cabo un nuevo procés?
Lo han dicho ellos. Se sienten fuertes en el momento en que los catalanes los han hecho ser menos fuertes. Lo que han dicho es: "Queremos la amnistía para volverlo a hacer". Esto los refuerza en ese camino. No están engañando a nadie. Ellos no renuncian a nada, necesitan a un presidente débil y sometido a ellos.
Y en caso de que haya legislatura con un Gobierno de coalición, ¿qué oposición cabe esperar en el PP?
El PP no defraudará a los españoles. Tendrá un partido que es primera fuerza en el Congreso, en el Senado; que tiene una implantación y está al frente de doce comunidades, dos ciudades autónomas y en una inmensa mayoría de ayuntamientos.
"Sánchez no defiende los intereses generales de España, defiende los suyos particulares para mantenerse en la Moncloa"
Todos esos resortes van a servir para defender la España en la que creemos, que es la de la convivencia, de los españoles libres e iguales. Libres para decidir en las urnas y no para que se les imponga por una minoría cómo tenemos que ser. E iguales porque no vamos a permitir que haya españoles de primera y de segunda.
¿Pero cómo van a actuar con el Gobierno? ¿Van a vetar cada norma que salga de Moncloa?
No es cuestión menor que siempre haya gobernado en España el partido que gana las elecciones. Pedro Sánchez está dispuesto a doblar esto. Y lo va a llevar por un nuevo camino de degeneración, degradación y debilidad política. Lo sabe perfectamente. Si consigue aferrarse al poder, sabe que su fuerza parlamentaria es muy limitada.
El problema es que le da lo mismo que en los próximos años no se lleven a cabo las reformas que España necesita, con tal de que él sea presidente. No defiende los intereses generales de nuestro país, defiende los intereses particulares de Pedro Sánchez, que son permanecer en la Moncloa.
Para reformas de cualquier tipo, ¿el Gobierno podrá contar con el PP?
Las reformas que el PP considere que tienen que llevarse a cabo las impulsará el PP desde el Poder Legislativo, como primera fuerza política, a través de proposiciones de ley. Vamos a llevar a cabo nuestra labor en el lugar en el que finalmente estemos.
Tenemos un programa electoral en el que se recogen las reformas que España necesita. Desde el Poder Legislativo impulsaremos esas reformas buscando que haya mayorías parlamentarias que las puedan avalar. Vamos a ser proactivos siempre. Es nuestro papel, el que nos han dado los españoles. A partir de ahí, que diga el PSOE qué es lo que va a hacer con ellas.
¿Sería posible que se pusieran de acuerdo, al menos, en el CGPJ?
El PP está dispuesto a ponerse de acuerdo para fortalecer la independencia del Poder Judicial y llevar a cabo las reformas necesarias para que el Poder Judicial tenga la independencia que Europa exige. Esos son nuestros principios y nosotros no los cambiamos. Desde ahí es desde donde vamos a actuar.
¿Y en cuestiones de Estado?
Somos un partido de Estado. El problema es que el PSOE con Pedro Sánchez ha abandonado las cuestiones de Estado, porque sólo está en las cuestiones de Pedro Sánchez.
Quería preguntarle por la presidenta del Congreso. Desde que fue elegida ha protagonizado dos polémicas: la aplicación de una reforma del Reglamento antes de que se apruebe y la anulación del voto de un diputado de Junts, en la investidura de Feijóo. ¿El PP va a presentar recurso al Tribunal Constitucional sobre alguna de estas dos cuestiones?
El PP está llevando a cabo distintas acciones y cada una lleva sus tiempos. Ambas cuestiones están en esta Cámara recurridas. Pero quiero hacer una reflexión teniendo en cuenta el inicio de su pregunta: nunca en tan poco tiempo se degradó tanto desde la presidencia del Congreso el Poder Legislativo.
Ese es ya el bagaje de la presidenta del Congreso, Francina Armengol. Como tercera autoridad del Estado ha jurado cumplir y hacer cumplir la ley y es la primera que incumple la ley porque se sitúa por encima de ella. Estamos entrando en una senda muy peligrosa de gravísimo deterioro de nuestra democracia.
Hablando del Congreso, como avanzó EL ESPAÑOL y confirmó recientemente Feijóo, habrá cambios sustanciales en el PP. Usted es secretaria general y portavoz en esta Cámara, ¿le gustaría seguir aquí o en Génova?
Tengo mucha carga. Lo que tiene que ver con los grupos parlamentarios, como bien ha dicho el presidente, una vez que se despeje cuál es el futuro de esta legislatura será cuando nos organicemos y tomemos las decisiones. Para que los grupos se adecúen al papel que tenga el PP en la próxima legislatura.
Vamos, que no sabe muy bien cuál va a ser su futuro.
Todo se sabrá.
Y de sus compañeros de la dirección… ¿Alguien sale, entra?
Aquí no hay ni dentro ni fuera. El PP es un partido que tiene una tarea fundamental en estos momentos para España, con máxima responsabilidad. Se tienen que tomar las decisiones para que los equipos funcionen perfectamente. Que uno esté en el sitio que mejor pueda desarrollar la tarea que tenemos por delante.
También va a haber cambios en el PP del País Vasco, ¿cómo va la renovación?
Lo primero que quiero es reconocer la fantástica labor que ha desarrollado Carlos Iturgaiz al frente del PP vasco en estos años. Conozco muy bien al PP vasco. Las decisiones que va a tomar orgánicamente en el próximo Congreso van a velar por dos aspectos: la unidad y un proyecto de equipos en el cual se ponga al frente a quien consideren que es la persona más cualificada y capacitada para el momento que tenemos por delante.
Hay elecciones autonómicas y sabrán tomar la mejor decisión y salvaguardar la unidad dentro del PP. El País Vasco tiene un problema: el centro derecha se puede quedar huérfano si el PP no está a la altura de lo que los vascos esperan de nosotros.
Durante su investidura, Feijóo desafió al PNV en términos electorales, con una réplica que pareció incomodar al portavoz parlamentario de este partido, Aitor Esteban. ¿Cómo están las relaciones?
Nuestra relación es con el electorado, con los ciudadanos. El PP podrá tener las relaciones que tenga con el resto de partidos, que debe tenerlas, pero a quien se debe es a los ciudadanos. Tenemos muy claro que las políticas económicas que son buenas para el País Vasco son las que podría poner en marcha el PP al frente del Gobierno de España.
"Estamos convencidos de que la confianza de los vascos en el PP va a seguir creciendo, nuestro objetivo es ser decisivos"
No podemos compartir que las políticas que pueda poner España con Podemos dentro, que son comunistas e intervencionistas, puedan corresponder a lo que una economía como la vasca necesita. Si el PNV quiere apoyar esas políticas, se lo decimos claramente: tendrá que explicárselo a los vascos, pero no creo que sea lo mejor para la sociedad vasca.
Aitor Esteban vino a decir el otro día algo así como que era una ensoñación pensar que la base electoral del PNV fuera la misma que la del PP vasco.
Las bases electorales no son de nadie. El ciudadano es de sí mismo y el voto es libre y secreto. Por tanto, los ciudadanos deciden en cada momento a quién apoyan. Por eso unos suben y otros bajan. El PNV debería reflexionar sobre por qué está perdiendo apoyos y qué decisiones ha tomado en los últimos años para que su base social y electoral se esté viendo reducida.
¿Es un objetivo realista duplicar escaños en el Parlamento vasco?
Es un resultado realista que vamos a crecer, porque el PP está en crecimiento. A la sociedad vasca le vamos a presentar un proyecto, unos equipos que den respuesta a los problemas que tiene la sociedad vasca y a la que los partidos nacionalistas no le están dando respuesta.
Con eso estamos convencidos de que la confianza de los vascos en el PP va a seguir creciendo y nuestra representación también. El PP va a trabajar para ser decisivo en el País Vasco, para ser decisivo con unas políticas claras, las que el País Vasco necesita.
¿Y el congreso para renovar el PP en Cataluña?
Son cuestiones que tendremos que abordar con el PP de Cataluña.
¿Podrían suceder Dolors Montserrat o Manu Reyes, alcalde de Castelldefels, a Alejandro Fernández?
Entiendo que me haga la pregunta, pero no hay que frivolizar. Estas cosas me las tomo con mucha responsabilidad y con mucha seriedad, y no como quinielas. El PP en Cataluña tiene mucho capital político y el futuro lo tomarán, como no puede ser de otra manera, los afiliados del PP en Cataluña. Pensando siempre que en Cataluña seamos una fuerza decisiva.
El PP ha crecido de manera considerable, se ha convertido en una fuerza que tiene mucho recorrido. Vamos a trabajar para seguir generando más confianza. Y que el PP sea cada día el partido de más catalanes. Porque a catalanistas no nos va a ganar nadie.