Muchos años después, frente al pelotón de los foteros, los de las Cortes, Tania Sánchez pasaría por delante del tendido de la parejita Montero&Turrión con la ira del qué, del cómo y del cuándo de la copla, que donde hubo dos nunca hubo tres, y Vistalegre 2, como Roma, no paga traidores. Ni díscolos. Ni ex. Y la tentación, Pablo Iglesias, vive arriba, (del gallinero).
Muchos años después de la charlotada de Tejero, hablo del 23-F que viví sin padre ni sin mí (me faltaban cuatro años para nacer, y "ni yo era yo", que diría Lorca), aquí andamos en el alambre, con Roca Junyent tirando de cuenta y de minuta considerable por los servicios prestados, con Cebrián colgándose medallitas ajenas de demócrata de cuando lo del 81, y hasta sacando los tanques en Las Ramblas si es menester, que donde mandó patrón manda marinero, y se trata de vender papelacos. Y es que Janli se ve capitán libresco de los tres ejércitos, con mando en RAE y de gira con sus memorias y con sus tanques ya bendecidos, por si hay que sacarlos por Las Ramblas, nen.
Mis no recuerdos del 23-F me llevan a Fernando Arrabal, con quien me carteo en mail a deshoras, y me cuenta que este "23-F empieza el fin de la Historia"; y me lo dice con esa cosa suya de verlas venir en haiku, por internet y a media mañana. Y pasa que muchos años después, concretamente 36 febrerillos, en mi barrio retintan por estas fechas un "Tejero libertad" en un muro, y me supongo que con nocturnidad, alevosía y artritis, porque esa pintada es como la sangre de san Pantaleón: reverdece o licua cuando toca.
De modo tal que mis no recuerdos del 23-F van por lo que me contó José María García en Valladolid, que lo vivió a pecho descubierto: o mi tío, acojonado y pecero, que durmió en un garaje antes de que España se despertara con resaca y jindama. Releo el libro de Javier Cercas sobre el Golpe y las conspiraciones, y pienso en los interrogantes de entonces que, en comparación con Vistalegre 2 y el andamiaje de Génova y la carne picada y futura de Pedro Sánchez, quedan hoy en nada.
Porque muchos años después, Tejero no tiene tuiter que yo sepa; nos nació Iniesta y nos puso en el mapa.
Y hoy hablo del 23-F porque toca, porque hoy el ruido de sables es ruido de cables: porque aquella minoría catalana ha engordado.
Entre todos matamos a España, y España aún sobrevive por decreto o por milagro.