La noche del domingo, la sede de Ciudadanos recibía a los simpatizantes madrileños de En Marche. El ambiente recordaba a una película de Jacques Tati. Había niños correteando con banderitas francesas y algún globo naranja. Los franceses habían llevado quesos, paté de campaña y galletas saladas. Los de Rivera, tortilla de patata y croquetas.
Jour de fete en Alcalá 253. El ambiente era de contenida euforia –alguno quería brindar antes de tiempo: las encuestas eran viento en las velas– pero a las ocho se confirmó lo que decían los sondeos: Macron es el nuevo presidente de la República. El porcentaje obtenido frente a Marine LePen permite hablar de una victoria incontestable, lo que supone que la extrema derecha ni siquiera puede enarbolar la idea de una final igualada.
Dentro del edificio naranja se desataba la alegría. Ugo López, el coordinador del movimiento En Marche en Madrid repartía abrazos y emociones: “Esto es mucho mejor de lo que esperábamos”, dice, cuando se anuncia que Macron habría obtenido el 64% de los votos. Varios cargos de Ciudadanos acompañan a los franceses en la noche festiva: Miguel Gutiérrez, Melisa Rodríguez, José Manuel Villegas, y una docena de diputados nacionales departen con los simpatizantes de En Marche. Se abren algunas botellas de champán que han llevado los franceses y se brinda con vasos de plástico.
La intervención de LePen es acogida con indiferencia: nadie silba ni abuchea. De pronto la mujer que había sido una sombra amenazante parece haber perdido entidad. El discurso de Macron es seguido en un silencio absoluto. Begoña Villacís comenta en susurros que parece haber ganado años en los últimos días: ya no es un aspirante, y su figura parece haber cobrado gravedad.
Macron habla de unidad, de respeto, de recuperar Europa. Reivindica –qué envidia– la escuela y la cultura como herramientas de progreso. “Nos habían dicho que era imposible –afirma– ¡no conocen a Francia!”. Una ovación cerrada se mezcla con el jolgorio que llega desde París.
Dos de los hombres de En Marche, Loïc Bygodt y Pol Raguenés, hablan del próximo reto de las legislativas. La ejecutiva de Ciudadanos y el equipo de En Marche suben al estrado sosteniendo banderas de Francia, España y la Unión Europea. Ugo López habla de un nuevo tiempo. Villegas recuerda que es el momento de que el centro liberal trabaje unido. Al final, una foto de grupo con doscientos afiliados y simpatizantes de los dos partidos. Alguien canta La Marsellesa. Esta vez ha ganado Europa.