Los cinco miembros de La Manada, condenados por un delito de abuso sexual, han hecho público un comunicado en los diarios Gara y El Nacional.cat en el que anuncian el "final de su trayectoria" y el "desmantelamiento" de sus estructuras.
El documento, que lleva por título "Declaración final de La Manada al pueblo español", también ha sido grabado en audio desde la cárcel por el histórico miembro de la banda José Ángel El Prenda, con la finalidad de que pueda ser reproducido por las cadenas de radio y televisión internacionales.
El Prenda asegura que los componentes del grupo seguirán trabajando en otros ámbitos, "cada cual donde considere más oportuno, con la responsabilidad y honestidad de siempre", y justifica "esta última decisión" de la banda por el interés de "favorecer una nueva fase". "La Manada surgió de este pueblo y ahora se disuelve en él", concluye.
El anuncio de los cinco abusadores ha sido posteriormente ratificado en un acto solemne celebrado en la localidad francesa de Cambo-les-Bains, cuya organización ha corrido a cargo de un equipo de mediadores internacionales. A la ceremonia han asistido representantes de partidos políticos, caso del PNV, Bildu o Podemos, y sindicatos como UGT.
En la conferencia, el líder de los mediadores, el abogado surafricano Brian Currin, ha evitado llamar "abusadores" a los jóvenes de La Manada y ha asegurado que ésta es "una jornada de celebración", aunque existen "problemas" con las víctimas y hay que llegar "a la reconciliación".
A media tarde, Carles Puigdemont publicaba un tuit regocijándose por lo conseguido: "Hoy es un día histórico. Con la venganza no se consigue nada. Sólo con el diálogo y el reconocimiento mutuo se pueden resolver todos los conflictos".
La presidenta andaluza, Susana Díaz, solicitó por su parte un acercamiento de los miembros de La Manada a cárceles andaluzas para evitar el sufrimiento de sus familiares, que ahora deben desplazarse a las prisiones de Pamplona y Alcalá de Henares para poder visitarlos.
TV3 invitó por la noche en horario de máxima audiencia a Antonio Manuel, el componente de La Manada que es guardia civil. El joven confesó a su amable entrevistadora que no está arrepentido y se refirió a su víctima como "chivata".