Esto de las listas va tomando tintes de sainete o de tragedia revanchista. Un periodista telegénico por Málaga, un general de brigada por Cádiz y Vox, una argentina gélida por Barcelona y un pastor evangelista, JJ Cortés, que se cree iluminado para leerle la mano a Casado y a España.
Llueven cuneros y paracaidistas, se ha recuperado a César Luena para Europa, y la militancia socialista sabe cuál es el sino de toda militancia: montarse en autobús cuando toque, parar en una venta a comprar Miguelitos de La Roda y llevar el retratito de Sánchez en la cartera.
Uno, yo mismo, esperaba una llamada del aparato del partido A o B o C para encabezar la lista de una provincia lejana y lluviosa donde tuve una novia: a excepción lógica del Pacma, soy yo un Picalagartos de amplio espectro y anchas miras patrias.
Mucho han criticado a Rivera por esto de fecundar el amplio páramo centrista, cuando lo único que hace es recolectar lo mejor del constitucionalismo que fue y que nos va quedando. Y está bien que Rivera cuente con Edmundo Bal, purgado por ese sanchismo estalinista que quiere prietas las filas frente a Narciso Sánchez Castejón.
Ocurre que el Congreso va a tener un plus de transversalidad, con la cosa marcial e irredenta de los que pesca Vox, que cuenta ya con un odontólogo moreno y presuntamente cachondo por Barcelona: la política es cuestión de muelas, raíz y caries. O esas conversaciones profundas sobre metafísica que intuimos entre Cayetana Álvarez de Toledo y JJ Cortés en los recesos de los plenos.
Al PSOE lo conocemos, que nada se mueva sin que lo sepa Carmen lechera Calvo. Y hemos de consignar con felicidad moderada que Casado haya limpiado las listas de los calostros últimos de ese 'marianismo' de infausto recuerdo.
La política hace tiempo que no tiene un Castelar, que tampoco se espera. La tropa es la que será y los diarios de sesiones consignarán que nos vamos convirtiendo irremediablemente en Italia. Un diputado por Cuenca y el disputado escaño del señor Cayo.
Alguien decía que un diputado por Graná ni es diputado ni es ná. Se equivocaba... hay tortas por las listas y la circunscripción de Los Torozos aún no existe, para pesar de Garabito y Margarito.
Cuentan, también, que Froilán y su hermana simpatizan con Vox. Si este fuera un país serio, a este niño tan nuestro se le configuraría una circunscripción ad hoc, sólo faltaba.
Listas, listos, y el crujido de la cremallera...