Feminismo contra los rastreros que difunden vídeos íntimos. Feminismo para que un cuerpo desnudo no pueda ser usado jamás como venganza. Feminismo para que no ensucien nuestro placer con sus juicios infectos salidos de la Sección Femenina. Feminismo para que no interfieran en nuestra dignidad sus braguetas recalentadas. Feminismo para que no manchen nuestra libertad. Feminismo para seguir peleándola.
Feminismo para quemar sus manuales nauseabundos sobre las señoritas en la calle y las zorras en la cama. Feminismo contra su hipocresía, su beatería, su mentalidad angosta de patio de corrala. Feminismo contra sus babas verdes de sátiros tristes. Feminismo contra sus frustraciones. Contra sus bajezas. Contra sus revanchas. Feminismo contra la imagen de la mujer como trofeo. Feminismo contra la imagen del hombre como amenaza.
Feminismo para que una masturbación, para que un coito, no deje de ser nunca lo que meramente es: algo hermoso y humano que a nadie daña. Feminismo contra el cinismo moral: ¿es que los que se mofaron no se tocan; es que no practican sexo; es que su vida es tan agria? Feminismo para que maduren los miserables, las miserables, que acudieron -como críos pajilleros, como monjas soberbias: como matones de instituto mixto- al puesto de trabajo de Verónica para reírse en su cara. Feminismo para que no descansen tranquilos ni en cien vidas. Feminismo para que la culpa les persiga y la sociedad les dé la espalda.
Feminismo para que no nos digan nunca más, ni a ellos ni a nosotras, que nuestra valía y nuestra honra, que nuestro respeto y nuestra credibilidad penden de nuestra vida sexual. Feminismo para que nos dejen follar en paz. Feminismo para que nos dejen hacer algo más que eso: ser algo más que eso. Feminismo para que no se reduzca, para que no se nos humille, para que no se nos señale más. Feminismo para que esta condena sea ejemplarizante, sea vigorosa, sea contundente: feminismo para entender que el hombre que difundió el vídeo cometió un homicidio imprudente y que los que la acosaron y vejaron después son inductores al suicidio.
Feminismo para que llegue un día en el que a un tipo rebotado no se le ocurra enviar imágenes íntimas de una mujer con la que estuvo porque tenga claro que no le harán ningún daño: porque sepa que España se cebará contra él, que cerrará filas en torno a ella. Feminismo para que nos protejamos. Para que nos cuidemos. Feminismo para rodearnos de hombres buenos y de mujeres libres. Feminismo para que no haya otra Verónica.