La votación este jueves en el Congreso del primer paquete de medidas económicas de Rajoy ha consagrado una gran coalición tributaria PP-PSOE tan excepcional en el fondo como en la forma. Entre las tres iniciativas aprobadas al alimón por socialistas y populares, resulta especialmente extraordinario el que sanciona la mayor subida de impuestos desde 2012.
Nunca antes en democracia PP y PSOE habían hecho causa común para meter la mano en el bolsillo de los contribuyentes, una unidad de acción que ambos partidos se han cuidado de blindar de posibles modificaciones. Ciudadanos, Unidos Podemos, ERC y convergentes del grupo mixto pidieron que este nuevo tasazo se tramitara como una ley, lo que hubiera abierto la posibilidad de introducir enmiendas. Sin embargo, populares y socialistas han aplicado su rodillo para impedir el debate.
Castigo a las empresas
Para sacar adelante el ajuste de 5.000 millones de euros que la UE exige a España, PP y PSOE han optado por elevar la presión fiscal en lugar de por recortar gastos. El castigo a las empresas, que verán eliminadas sus deducciones en el Impuesto de Sociedades y que pagarán un 3% más por el tope máximo en las cotizaciones a la Seguridad Social, resulta evidente. También se gravarán de nuevo el alcohol, el tabaco y los hidrocarburos medioambientales.
El problema es que el camino escogido para cumplir con el techo de déficit del 3,1% puede acabar ralentizando el crecimiento y la creación de empleo, lo que afectaría negativamente a la capacidad recaudatoria del Estado.
Equilibrios parlamentarios
El encame fiscal de PP y PSOE supone una reconfiguración por la vía de los hechos del juego de equilibrios que dio lugar al nuevo mandato de Rajoy. También pone en aprietos a Ciudadanos, que encuentra un nuevo motivo para desconfiar del PP. El partido de Albert Rivera estaba en contra de mover el tope máximo de las cotizaciones a la Seguridad Social y se oponía a limitar las prórrogas de que disponen los autónomos para pagar sus tributos y a aumentar de golpe un 8% el Salario Mínimo Interprofesional.
Rajoy ha optado descaradamente por recetas populistas y por la vía rápida -subir los impuestos- para convertir al PSOE en su muleta con la vista puesta en el debate de los Presupuestos Generales del Estado.