Este miércoles se ha hecho viral, por la gravedad de su contenido y lo que simboliza, un vídeo en el que un grupo de independentistas juzga en una suerte de tribunal popular al responsable médico de un centro de asistencia primaria de Barcelona. En la grabación, realizada en las mismas dependencias en las que ejerce este doctor, una decena de radicales le graban y amenazan por un supuesto caso de discriminación lingüística cometido sobre una paciente a la que se la atendió en español.
Los inquisidores, liderados por el esperpéntico activista Santiago Espot, conocido por sus performances en pro de la independencia, señalan a una médica a la que califican de "colonizadora" de Cataluña a voz en grito. "¡Y hay muchas más!", exclaman.
Matonismo
Este vídeo ha sido difundido sin rubor alguno por una plataforma separatista de extrema derecha, Movimiento Identitario Catalán, como si los hechos fueran un ejemplo de orgullo y de patriotismo. Esas escenas, que serían todo un escándalo en cualquier otro país europeo y obligarían a actuar a las autoridades, aquí han sido recibidas con indiferencia, salvo por la opinión pública.
En realidad, estamos ante un paso más dentro de la escalada independentista. Si en las aulas se expande el odio hacia la España que les "roba", si se espía a los escolares en los patios para evitar por todos los medios que hablen en castellano y desde las instituciones se defiende a presuntos terroristas detenidos por manejar explosivos, ¿puede extrañarle a alguien que haya elementos envalentonados que ejerzan el matonismo?
Coacción
El vídeo demuestra en toda su crudeza cómo en la Cataluña del siglo XXI, en una de las regiones ricas de Europa, se atenta contra derechos fundamentales y se ejerce impunemente la coacción y la violencia. Sus protagonistas son los que, paradójicamente, reclaman más democracia y reclaman al mundo apoyo a su causa.
En Cataluña hay ya un caldo de cultivo social que, como en la peor Europa de los años 30, hace germinar tics dictatoriales. Urge extirpar estas muestras abiertas de xenofobia en nuestro país.