A lo largo de la mañana de este miércoles, el consejo de Adif anunciará las dos empresas -entre las cinco posibles- que podrán competir con Renfe en el mercado del transporte ferroviario de pasajeros a partir de diciembre de 2020. SNCF, Ilsa, Eco Rail, Talgo y Globalvía forman el grupo de las compañías que aspiran a liberalizar este sector en nuestro país.
A partir de hoy ya está más cerca el día en que los usuarios puedan elegir con qué empresa prefieren desplazarse. Con la bajada de precios, aumentarán exponencialmente los viajeros y se consolidará el tren como el medio más eficiente, el más rentable y el más ecológico.
Competencia
Abrir este sector a la iniciativa privada trae consigo, además, la puesta en marcha del servicio de Renfe de bajo coste, cuyos precios se reducirán hasta un 40%. Argumentos de peso que demuestran que España debía aprovechar la ocasión de fomentar una competencia acorde a los tiempos y hacer más asequibles los desplazamientos de larga distancia.
La entrada de dos actores más en un ámbito tan atractivo como la alta velocidad -pero hasta ahora monopolizado- permitirá también que se multipliquen las frecuencias y los servicios. Los datos hablan por sí solos: si en 2018 Renfe transportó a 33 millones de personas, con la esperada liberalización del mercado van a reforzarse de forma inmediata los ejes fundamentales de la Península: Madrid-Barcelona-Frontera francesa, Madrid-Comunidad Valenciana y Madrid-Andalucía.
Innovación
Nuestro país es una potencia mundial en materia ferroviaria y era insostenible demorar más un proceso cuyas ventajas disfrutaremos incluso antes de que llegue a su apogeo todo el proyecto en 2023. Un mercado que goza de tales expectativas merecía ser aprovechado y explotado al máximo.
Sumemos a todo esto el incremento de puestos de trabajo directos e indirectos y un valor más intangible: libertad de movimiento en un entorno laboral cada vez más deslocalizado. Es un momento que hay que aplaudir con la confianza de que, a más empresas, más oportunidades para que se corrijan la infrautilización de nuestra red de ferrocarriles de Alta Velocidad.