El Pleno del Congreso de este Jueves Santo histórico no puede servir únicamente para que Pedro Sánchez cumpla con el trámite parlamentario de obtener el plácet para la prórroga del estado de alarma y para unos decretos de emergencia económica. 

Muy al contrario, las circunstancias gravísimas que atraviesa España y la constatación de que son necesarios unos nuevos Pactos de la Moncloa para readaptar económica, social y políticamente nuestra democracia, deberían llevar a todas las fuerzas políticas a ofrecer un gran acuerdo a los ciudadanos en tiempos de incertidumbre. 

Los consensos

Es verdad que Sánchez ha lanzado la idea, pero sigue sin concretar el ofrecimiento y su socio de Gobierno, enrocado en el dogmatismo de "lo público", está muy lejos de suscribir cualquier acuerdo que haga referencia a los consensos de la Transición. Por ello es tan necesario que el Parlamento empiece a desbrozar el terreno. 

Por otra parte, ni la vaguedad del PSOE ni la obstrucción de los populistas pueden servir de excusa a la oposición para no adoptar una actitud proactiva. Los ciudadanos piden unidad y recompensarán, llegado el momento, a quienes la promuevan.  

Llamamientos

Hay que valorar el llamamiento que Miquel Roca hace hoy desde las páginas de EL ESPAÑOL a la clase política para alumbrar unos nuevos Pactos de la Moncloa. Él mismo se ofrece a ayudar a los líderes y les anima a discutir "pero en una mesa". Esa es la mejor vacuna para España.

Este miércoles el ex presidente González invocaba también ese gran acuerdo, imprescindible para superar una crisis tan grave como la de 2008 -tal vez incluso mayor-, que va a poner a prueba la fortaleza de la sociedad, los propios cimientos del Estado y la cohesión europea. Tratar de hacer cada uno la guerra por su cuenta en esta situación es suicida.