El apoyo de Ciudadanos a la cuarta prórroga del estado de alarma ha demostrado que con 10 escaños se puede hacer una oposición política útil y se puede marcar la agenda del Gobierno. La decisión de Inés Arrimadas de respaldar la prolongación del confinamiento no sólo tiene su repercusión en la inmediatez frente a la pandemia, también puede ser clave para una reconfiguración completa del tablero político.
De entrada, la posición de Cs -y también la abstención del PP y la negativa de Vox- acaban con el mito de las tres derechas, voceado con insistencia por el PSOE y Podemos. Tanto Inés Arrimadas como Pablo Casado o Santiago Abascal tienen sus motivos y sus justificaciones -más o menos coherentes- frente al estado de alarma, y así ha quedado de manifiesto en el Congreso este miércoles. Lo cierto, en suma, es que no hay tres derechas y, si las hay, son esencialmente distintas entre sí.
Romper la unilateralidad
Inés Arrimadas ha aprovechado la oportunidad para lograr dos objetivos notables: respaldar el criterio científico de que es inevitable prolongar el confinamiento y arrancarle a Pedro Sánchez el compromiso de que la gestión de la crisis deje de basarse en la unilateralidad y en el uso y abuso de la excepcionalidad. Es más, Cs ha conseguido tanto que el Ejecutivo se avenga al diálogo como que contemple algunos compromisos relativos a los ERTE y a los autónomos que el PP ha venido exigiendo en todo este tiempo.
Al margen del relativo terremoto en el seno de la formación liberal, con el abandono de nombres fundacionales como Juan Carlos Girauta o Carina Mejías, lo sustancial es que el acuerdo con el Gobierno en lo relativo al estado de alarma ha servido para hacer valer uno de los planteamientos troncales de Ciudadanos: hacer política útil.
Gobierno débil
Sería un error interpretar este paso de Arrimadas como una patente de corso a Sánchez o una futura alianza entre socialistas y centristas. No le falta razón a la presidenta de Cs cuando reconoce que, por salvar vidas y empleos, da su apoyo circunstancial a un Gobierno débil en el que está Podemos.