La situación dramática de la pandemia en Madrid precisa medidas urgentes. En este contexto hay que interpretar la carta remitida por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, en la que el jefe del Ejecutivo pide una reunión para abordar el crecimiento exponencial de la pandemia en la región.
En el fondo, intentar vislumbrar una batalla intestina en el diálogo institucional es un vicio de la actual política. A nadie se le escapa que en el encuentro entre Sánchez y Ayuso habrá postreramente un reparto de culpas con respecto a quién ha sojuzgado a los madrileños y a la Comunidad, pulmón económico de España.
Protocolo común
Hay que recordar que el vicepresidente regional, Ignacio Aguado, pidió ayuda al Gobierno central para abordar la crisis sanitaria en Madrid. Un ruego que señala dos cosas: el tiempo perdido por la burocracia y la necesidad de que en toda España se avance en un protocolo común frente a la pandemia.
Si desafortunadas fueron las palabras del presidente castellanomanchego, Emiliano García-Page, comparando a Madrid con una "bomba radioactiva vírica", acertado fue el encuentro que mantuvieron poco después los presidentes de Castilla-La Mancha, Madrid y Castilla y León para abordar acciones conjuntas frente a la Covid.
Disonancias autonómicas
Que un Gobierno regional solicite ayuda para controlar la epidemia es significativo del maremágnum competencial que vive la España de las Autonomías. Una tarea que hay que abordar cuando venzamos a la peste.
Sólo hay una solución: diálogo y responsabilidad institucional inmediata. Europa ya ha recordado que es incomprensible esta segunda ola en España. Y de los ciudadanos a la economía, lo que menos necesita este país es otra estéril guerra política a cuenta de la Covid.
Acaso porque tiempo ha habido para prevenirnos mirando hacia afuera -Italia o China- y mirando hacia adentro para no perdernos en la triste estrategia del reparto de culpas. A cierre de edición, Sanidad ya sumaba 401 fallecidos en 48 horas. Hay prioridades y prioridades.