La nueva entrega de la Macroencuesta que SocioMétrica ha elaborado para EL ESPAÑOL confirma que los españoles están dispuestos a pagar peajes para sufragar el mantenimiento de las autovías y también otro tipo de gastos sociales. Es una buena noticia. España no puede seguir siendo una excepción en el contexto europeo.
La convicción de la necesidad del pago por uso es transversal a derecha e izquierda y en casi todos los partidos políticos. Sólo los votantes de Vox se niegan mayoritariamente a ello y optan por la opción de que "nadie" pague por ese mantenimiento.
Sería interesante saber qué piensan esos votantes que ocurrirá entonces con las autovías o qué opinan del hecho de que un camionero español deba pagar peajes en Francia o Portugal para mantener las autovías de esos países mientras los camioneros europeos usan las nuestras sin aportar un solo euro a su mantenimiento.
No pagan todos igual
La diferencia no es apabullante (un 44,3% que cree que "todos" deberíamos pagar por el uso de las autovías por un 37,7% que cree que no debería hacerlo "nadie"). Pero pone de manifiesto que la sociedad española ha interiorizado ya que las infraestructuras básicas no se mantienen solas y que el Estado no produce riqueza por sí mismo, sino que sólo gestiona la que producen los ciudadanos.
El pago de pequeñas cantidades destinadas a sufragar el mantenimiento de infraestructuras como los aeropuertos o la red ferroviaria ya está, de hecho, implantado en España hace mucho tiempo. Pero el hecho de que ese coste esté incluido en el precio del billete, pasando generalmente inadvertido, nos hace olvidar que todos pagamos ya por ese mantenimiento. Y es justo que así sea.
Que el adjetivo indefinido todos no nos desvíe sin embargo del verdadero objetivo. Que es la introducción del criterio del pago por uso, no la idea de que "todos" debemos pagar en la misma medida.
Es obvio que no debe pagar lo mismo alguien que hace un uso esporádico de una autovía por motivos de ocio que alguien que la usa para acudir a su trabajo, o que alguien que la usa para transportar una mercancia por la que va a obtener posteriormente un beneficio.
Parece lógico también que no pague lo mismo un transportista ajeno al Mercado Interior Europeo que un miembro de él.
La introducción de pagos distintos en función de la renta del usuario también sería una medida sensata a considerar por el Gobierno que pretenda avanzar por esa senda.
Digitalización de la Red
El pago en función de distintos criterios, como el de la renta, es imposible sin la digitalización de la Red de Carreteras del Estado. Una inversión que, sin duda alguna, aumentaría sensiblemente el coste de 1.100 millones de euros anuales que nos cuesta a los españoles el mantenimiento de esa red.
La inversión, en cualquier caso, demostraría sus beneficios muy rápidamente.
En el contexto del actual temporal de nieve, por ejemplo, la digitalización de la Red de Carreteras habría permitido conocer de inmediato qué carreteras se han visto afectadas, cuáles están bloqueadas, cuáles son las alternativas viables, qué localidades han quedado aisladas y donde hay usuarios atrapados. Y todo ello, en tiempo real.
La digitalización de las carreteras y autovías españoles permitiría, de hecho, anticiparse a buena parte de esos problemas y evitar las habituales imágenes de usuarios atrapados en tal o cual autovía por una tormenta, un incendio o una inundación.
Los beneficios son obvios y de ello son conscientes, como demuestra el sondeo de EL ESPAÑOL, el grupo mayoritario de los españoles.
Pago justo y progresista
José Luis Ábalos y Manuel de la Rocha, ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y director del departamento de Asuntos Económicos del Gabinete de la Presidencia del Gobierno respectivamente, confirmaron en el I Simposio del Observatorio de la Movilidad organizado por EL ESPAÑOL e Invertia que el Gobierno pretende plantear el debate del pago por uso a lo largo del año que viene.
Manuel de la Rocha habló de un pago por uso "público, justo y progresista". "Todo el mundo debe entender que las infraestructuras tienen un coste importante y que el usuario debe contribuir a su mantenimiento".
Es hora, efectivamente, de que se plantee ese debate en la sociedad española. Como demuestra el sondeo de EL ESPAÑOL, los españoles están ya maduros para él.