Pedro Sánchez presentó ayer un plan estratégico para expandir el español que, por su ambición y transversalidad, se antoja muy prometedor. “Aprovechará todo el potencial económico de nuestro idioma para generar empleo, fomentar el turismo, la cultura y la ciencia”, dijo el presidente del Gobierno en su discurso del foro La Toja.
El proyecto, denominado En español, valle de la lengua, pretende convertir el castellano en la segunda lengua del planeta en la esfera de la robótica y las redes sociales, y pondrá el foco en la industria tecnológica. Es un acierto aprovechar el impulso que proporcionan los fondos de recuperación europeos para revalorizar el español, un idioma hablado por 600 millones de personas, el tercero en el mundo tras el inglés y el mandarín.
Con este PERTE (Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica) se busca construir las bases para que el español sea una de las lenguas del futuro, lo que redundará en puestos de trabajo, liderazgo tecnológico y mayor peso internacional.
De su éxito dependerá que se cree un corpus para que sea un idioma natural en la programación y la inteligencia artificial, para que el próximo Siri no sólo hable sino que piense en nuestro idioma. También para que tenga más peso en internet y en las redes sociales. Es en este terreno en el que se está disputando qué será mañana de nosotros y de nuestra economía.
Fomento del español
Un proyecto tan ambicioso requerirá de la implicación de varios ministerios y de la empresa privada. En las manos adecuadas y con el presupuesto necesario, el PERTE generará riqueza y puestos de trabajo, y ampliará los horizontes de España y la presencia del español en el mundo.
Sin duda, nuestra lengua es un gran activo. Este verano, la Comunidad de Madrid anunció la creación de una Oficina del Español, que se circunscribe a la promoción del idioma y que fue ridiculizada de inmediato desde distintos sectores. Pero que su finalidad y alcance queden lejos del plan anunciado por Sánchez no debe cegarnos.
Toda iniciativa que contribuya a la expansión del español debe ser bienvenida y evaluada por sus resultados.