Los datos que ofrece la encuesta de SocioMétrica que hoy publica EL ESPAÑOL anticipan un terremoto en las próximas elecciones generales, previstas para 2023. El nacimiento del partido España Vaciada, que hasta el momento cuenta con 30 provincias adscritas y que está inspirado en el éxito de Teruel Existe, se convertiría en la quinta formación parlamentaria con 15 escaños, pese a reunir sólo el 1,1% de los votos. En la misma encuesta, Ciudadanos sacaría dos diputados con el triple de apoyos.

Estos datos vuelven a poner de manifiesto lo injusto de una ley electoral que permite una profunda contradicción entre el número de votos y el número de representantes en la sede de la soberanía nacional. También reflejan cómo el factor geográfico condiciona el futuro político del país, con provincias donde sale muy barato el escaño.

No es un problema nuevo. Es la misma ley electoral que ha beneficiado históricamente a los partidos nacionalistas, otorgándoles una sobrerrepresentación. Por ejemplo, en 2013, Izquierda Unida obtuvo 11 escaños con 1,7 millones de votos, mientras que la extinta Convergència i Unió llegó a 16 con casi la mitad.

Es verdad que eran otros tiempos, los del bipartidismo y las grandes mayorías (a veces absolutas) de PP y PSOE. Por lo tanto, esa distorsión no alteraba el paisaje político sustancialmente. A diferencia de ahora. En 2019, Bildu obtuvo 6 escaños con el 1,1% de los votos. Esquerra, 13 con el 3,6%. Y Ciudadanos, sólo 10 con el 6,8%.

Con estos datos sobre la mesa y la irrupción de España Vaciada en el Congreso, se reafirma la certeza de que la gobernanza de España dependerá de partidos con intereses alejados de los objetivos nacionales y centrados en solventar, no ya los asuntos de las comunidades autónomas, sino de la provincia.

Una cosa es que las reclamaciones de territorios tradicionalmente perjudicados en el reparto de prioridades sean justas, y otra bien distinta supeditar la estabilidad del país a exigencias provinciales. Algunas tan inverosímiles como la planteada por Tomás Guitarte (único representante de Teruel Existe) a Pedro Sánchez para votar a favor de su investidura: la paralización del cierre de 142 taquillas de venta de Renfe en distintos pueblos.

Reforma

El sondeo de SocioMétrica refleja también que la derecha saldría particularmente castigada de esta irrupción de España Vaciada. El PP perdería 6 escaños y Vox, 3. En total, 9 de los 15 que obtendría EV. 

Un vistazo de pasada puede conducir a la conclusión de que la irrupción de España Vaciada diluirá el efecto de los partidos nacionalistas. Que es mejor depender de sus 15 escaños que de los 13 que obtendría ERC.

Pero los cálculos no deben hacerse por separado, sino como una suma. El resultado final es el protagonismo desproporcionado de opciones localistas, nacionalistas e independentistas, y el amordazamiento de los partidos mayoritarios.

Resulta necesario cambiar una ley electoral que es inclemente con los partidos de alcance nacional y que no responde a las necesidades del país.

Es tiempo de plantear alternativas, como pasar la circunscripción electoral a las autonomías o analizar el sistema uninominal de Alemania, para dar con la fórmula que refleje con mayor fidelidad la voluntad de los españoles, sin marginar por ello las diversas sensibilidades del territorio nacional. Es un debate que, a la luz de la encuesta que hoy publicamos, no puede esperar.