"La seguridad y la paz no nos las va a regalar nadie. Es obligación nuestra preservarlas".
Es difícil no vincular estas palabras de la ministra de Defensa Margarita Robles durante su discurso de clausura de la jornada El futuro de la OTAN tras la Cumbre de Madrid organizada este martes por EL ESPAÑOL con la noticia que publica hoy este diario y que revela la fuerte discusión que tuvo lugar ayer en el Consejo de Ministros por la inversión de 1.000 millones extra en Defensa decidida por el presidente Pedro Sánchez.
A raíz de esa discusión, en la que la voz cantante de las quejas la llevaron Yolanda Díaz, Ione Belarra e Irene Montero, la primera ha pedido una reunión urgente con el presidente para revisar el pacto de Gobierno. Según los morados, los ministros de Podemos se enteraron de esa inversión por la prensa. "Los debates tienen que hacerse en el seno del Gobierno de coalición" ha reprochado Yolanda Díaz.
Pero ¿por qué debería el PSOE debatir sobre la política y las inversiones en Defensa con un partido que se ha situado no ya al margen, sino frontalmente en contra del consenso ampliamente mayoritario entre las naciones occidentales? Un partido, además, que ha defendido unas tesis acerca de la invasión de Ucrania que coinciden prácticamente al 100% con la propaganda del Kremlin y del imperialismo ruso.
Que Yolanda Díaz y el resto de Podemos hablen de deslealtad, cuando la única deslealtad es la de los morados a la democracia liberal, es sólo la constatación de algo que este diario lleva defendiendo en sus editoriales desde hace dos años y medio: que la presencia de Podemos en el Gobierno es indeseable, contraproducente y peligrosa para los intereses de los ciudadanos españoles, y radicalmente opuesta a los de España.
OTAN como garante
"Si queremos un futuro mejor en Europa y con más oportunidades para África, será con la OTAN como garante" ha dicho también Margarita Robles durante su discurso.
Sólo unas horas antes, el ministro de Exteriores José Manuel Albares había recordado durante su discurso el compromiso de España de "aumentar las aportaciones económicas a la OTAN y alcanzar el 2% del PIB en inversión para la Defensa".
Es probable que Podemos haya iniciado ya su escenificación de las discrepancias que llevarán en el futuro al partido morado a romper con el PSOE (y viceversa) poco antes de las próximas elecciones generales. Un movimiento que le permitirá a Podemos presentarse frente a sus votantes como la izquierda "auténtica" frente a los socialistas.
Pero que a Podemos le interese representar el papel de pacifista ofendido por el supuesto belicismo del PSOE no quiere decir que eso sea conveniente para la imagen internacional de España como aliado fiable de la OTAN.
¿Qué sensación transmite este Gobierno cuando una parte de él, sólo unos días después de la Cumbre, se manifiesta en contra de los compromisos adquiridos por España? La escasa estatura política de Podemos, un partido de activistas universitarios indiferentes a las consecuencias de sus actos, amenaza ya con destruir lo construido por el PSOE en esta Cumbre de la OTAN de Madrid.
Podemos sabe, efectivamente, que resulta mucho más fácil destruir que construir. Es probable incluso que los morados hayan calculado, correctamente por otro lado, que sus votantes prefieren la certeza de las utopías pueriles a la incertidumbre de las políticas adultas. El PSOE debería también ser consciente de ello y actuar en consecuencia. Podemos es incompatible con una España respetada internacionalmente.