En el ecuador de la jornada, Mediaset sorprendió con la salida de su CEO, Paolo Vasile. El inventor de la telerrealidad y revolucionario de la televisión en España había dado hasta ahora al público lo que pedía, con formatos vulgares, pero innovadores. Su final puede ser también el de un modelo de televisión generalista que ha quedado obsoleto en esta nueva gran crisis de audiencias.
No ha sorprendido tanto la nueva entrega del Barómetro del CIS. José Félix Tezanos queda de nuevo en evidencia al ser el único encuestador que camina contracorriente, dando la victoria electoral al PSOE.
Karim Benzema ha recibido un merecido Balón de Oro. Un premio a una carrera que ha ido de menos a más y a un liderato discreto y templado.
El fin del rey de las audiencias
Después de más de dos décadas como consejero delegado, Mediaset ha prescindido de Paolo Vasile. El italiano ha sido el ejecutivo más influyente y conocido de la televisión española. Y, sin lugar a dudas, uno de los principales artífices de la televisión de los últimos veinte años.
La principal motivación de la salida de Vasile ha sido el desplome en el último año de las audiencias de Telecinco, joya de la corona del grupo mediático. Vasile había llevado a la cadena al liderato, pero Antena 3 ha acabado por consolidarse como el canal más visto. Un declive que muchos fechan en la pérdida de los derechos de Pasapalabra y en su traslado a la cadena rival.
Vasile no ha logrado revertir los que son los peores datos de audiencia de la historia de Telecinco. Pero esto no impedirá que sea recordado por haber alumbrado formatos de entretenimiento innovadores que consolidaron en España un exitoso y rentable modelo de telerrealidad.
Bajo su dirección, Telecinco alojó realities y programas del corazón tan geniales como degradantes. Porque, aunque su valor cultural es muy cuestionable, no lo es su notable factura técnica. Al fin y al cabo, como él mismo confesó, "si hiciera la televisión que quiero, estaría arruinado".
Cabe preguntarse si el fin de Vasile anticipa también el ocaso de la televisión generalista. Un modelo renqueante que encuentra dificultades para competir en el nuevo ecosistema audiovisual de las plataformas de streaming.
Tezanos entierra el prestigio del CIS
Si el Gobierno de España se ha quedado solo en sus optimistas previsiones económicas, contra el criterio de todos los organismos económicos, también José Félix Tezanos parece vivir en una realidad paralela.
El último barómetro del CIS contradice de nuevo al resto de empresas demoscópicas. Tezanos es el único que le da ventaja electoral al PSOE sobre el PP, con un 32,7% de los votos. Mientras, todos los sondeos otorgan un promedio de seis puntos de ventaja a Alberto Núñez Feijóo sobre su admirado Pedro Sánchez.
La anomalía estadística que supone el CIS de ayer es suficiente para desacreditar la fiabilidad de este barómetro a ojos de los ciudadanos. Pero, además, estos resultados tampoco se sostienen si aplicamos el criterio técnico de los expertos.
El también encuestador Narciso Michavila, antítesis de Tezanos en lo que a tino predictivo se refiere, ha puesto en evidencia las mayúsculas desviaciones de los pronósticos del presidente del CIS en las cuatro últimas encuestas preelectorales.
Además, SocioMétrica-EL ESPAÑOL ha analizado los resultados ofrecidos por Tezanos para demostrar su cuestionable confección. También ha rescatado el historial de fiascos y sesgos en los que el instituto público ha incurrido bajo su mandato.
Es mínima la credibilidad de unos sondeos inverosímiles que no han sabido (o no han querido) predecir la mayoría absoluta de Juanma Moreno o la arrolladora victoria de Isabel Díaz Ayuso. Aun con eso, el último barómetro no ha podido ocultar que la mayoría de los españoles tienen escasa confianza en Sánchez y piensa que la situación económica es mala, datos contradictorios con otros de la misma encuesta.
La redención de Benzema
Quién le habría dicho a Karim Benzema hace algunas temporadas que el severo escrutinio al que le sometía la afición madridista en cada partido por su irregular rendimiento iba a trocarse en un Bernabéu rendido a su genialidad.
La entrega al capitán del Real Madrid del Balón de Oro, máximo galardón del mundo del fútbol, es un merecido reconocimiento a una madurez dorada vistiendo la camiseta merengue. La salida de Cristiano Ronaldo del club blanco fue lo que permitió que Benzema despuntara y sacara a relucir un potencial que muchos habían oteado desde el principio.
Precisamente, con su excompañero de banquillo contrasta el liderazgo del francés. Un estilo mucho más templado y discreto, y mucho menos fanfarrón, que el del portugués o el de Sergio Ramos.
Toda vez que Benzema ha conseguido dejar atrás algunos de los escándalos de su vida personal que lastraban su desempeño, se ha erigido como un tótem para el madridismo que encarna los valores esenciales del club. El mejor jugador de la última Liga y el gran goleador de la Champions atesora 22 títulos en su haber con la camiseta del Real Madrid. El Balón de Oro es un justo trofeo a una temporada y a una carrera deslumbrantes.
*** El Merodeador es el seudónimo colectivo de la sección de Opinión de EL ESPAÑOL integrada por Cristian Campos, Jorge Raya Pons y Víctor Núñez.