El PNV le ha recriminado a Pedro Sánchez la lentitud en la ejecución de los NextGenerationEU. Aumenta así el clamor de la escasa agilidad con la que el Gobierno está gestionando los fondos. Además, con las enmiendas de Podemos a la Ley Trans se añaden nuevos problemas a una polémica que ya se le atraganta a miembros del Ejecutivo. Por último, la escalada de las amenazas bélicas en Oriente Medio presagia un futuro inestable y peligroso en la región.
Sobre la ineficacia con los fondos europeos
Que el Gobierno estaba dando muestras de negligencia en la gestión de los fondos europeos era conocido. Parece evidente que, detrás de esta realidad, se encuentra el esfuerzo por alquilar dos plantas de un edificio de oficinas en una zona noble de Madrid donde los trabajadores públicos tengan el cometido único de revertir la situación y hacer un uso eficaz de los fondos.
La noticia publicada por EL ESPAÑOL coincide con el reproche del PNV, uno de sus socios de legislatura, a Pedro Sánchez por la "lentitud" y el "caos" que arrastra con la ejecución de los NextGenerationEU. En la sesión de control de ayer, Aitor Esteban puso negro sobre blanco lo evidente: que los fondos no llegan y que el Gobierno debería "ponerse las pilas".
El Ejecutivo no está sabiendo resolver una parálisis que arriesga unas transferencias que serán clave para espolear el pobre crecimiento económico esperado para el próximo año. La lentitud en la adjudicación de los fondos, además, amenaza la viabilidad de sus propios Presupuestos, supeditada al vital respaldo de las transferencias de la UE.
El Mecanismo de Recuperación tiene por objeto amortiguar el impacto de la merma económica que causó la pandemia, agravada luego por la crisis energética derivada de la guerra de Ucrania. Pero la concesión de estos fondos está supeditada a unas reformas que España no da muestras de estar acometiendo a la velocidad necesaria.
De hecho, el Gobierno ya ha sido reprendido por la Comisión Europea por haber incumplido sus compromisos con Bruselas. En concreto, la reforma de la Administración prevista en el reglamento del Mecanismo de Recuperación.
Si el Gobierno sigue incumpliendo la prórroga que la Comisión le otorgó para aportar la documentación requerida, España podría ver ver congelado el tercer desembolso de los fondos. Para evitarlo, tal y como informó este periódico, logró colar en el Parlamento Europeo una enmienda en el reglamento para saltarse lo acordado con Bruselas y seguir recibiendo las nuevas entregas.
Pero España no puede parapetarse en una treta parlamentaria que le permita seguir incumpliendo los objetivos pactados. Si Sánchez no quiere poner en peligro la recepción del maná europeo, debe culminar las reformas reglamentarias, agilizar la adjudicación de los proyectos y establecer un sistema de auditoría para los fondos de inmediato.
La desconcertante omisión del sexo en el DNI
La Ley Trans sigue sembrando la discordia entre sus promotores y sus detractores. Las enmiendas presentadas por el PSOE este lunes no sirvieron para calmar al sector socialista crítico. La asociación FeMeS cargó contra unas modificaciones que no alteran en lo sustancial su principal línea roja: la libre autodeterminación de género. De modo que no se ha conseguido cerrar la brecha que divide al PSOE a cuenta de este polémico proyecto de ley.
Y este cisma se recrudece también en lo que afecta al Ejecutivo. Como ha podido saber EL ESPAÑOL, el farragoso debate asociado a la cuestión trans está generando una notable confusión dentro del Consejo de Ministros. Hasta el punto de que ya hay miembros del Gobierno que en privado manifiestan su oposición a la nueva ley, y confiesan su hartazgo ante una controversia que reconocen se les ha ido de las manos.
Las enmiendas presentadas ayer por Unidas Podemos a su propia ley vienen a enfangar aún más el asunto, creando nuevos problemas. Porque la propuesta de omitir la información relativa al sexo en el DNI, el pasaporte y otros documentos oficiales ahonda en la radicalización de los planteamientos de una norma que el sector socialista del Gobierno ha intentado sin éxito suavizar.
Los detractores de esta ley delirante aciertan al preguntarse hasta dónde va a llegar tal dinámica corrosiva. La omisión de la variable sexo plantea nuevas variables, nuevas incógnitas y nuevos problemas que conviene que sean acotados en la redacción de la norma definitiva.
El 'eje del mal' se envalentona
El mundo asiste a una carrera armamentística que va más allá de la guerra de Ucrania. En Oriente Medio se está fraguando un polvorín de consecuencias imprevisibles sobre la que los países occidentales harían bien en dirigir su atención. La reorganización del orden global en torno al eje que divide a las democracias liberales occidentales de los regímenes autocráticos es cada vez más palmaria.
Que Irán esté vendiendo a Rusia armamento para emplear en Ucrania permite sospechar que el régimen de los ayatolás se está apoyando en Moscú para probar su material de guerra. Una puesta a prueba de su arsenal orientada a prepararse para un eventual enfrentamiento, en el peor de los escenarios, con Israel.
Además, la victoria de Benjamin Netanyahu en las elecciones del pasado martes representa el triunfo del sector más beligerante con Irán, por lo que cabe esperar un agravamiento de las tensiones entre Israel y el país islámico. Desde la ruptura de Donald Trump del acuerdo nuclear entre EE. UU. e Irán, la situación en la región se ha vuelto más inestable y peligrosa, con analistas que apunta que Teherán tiene lo necesario para fabricar su primera bomba atómica.
A esto se suma el intimidatorio lanzamiento de misiles por parte de Corea del Norte cerca de la costa surcoreana, que ya ha obtenido respuesta desde Seúl.
La retórica belicista que caracteriza al nuevo escenario geopolítico está alentando un 'nuevo eje del mal' cada vez más envalentonado. Nos adentramos en una tendencia muy peligrosa en la que cualquier error de cálculo puede derivar en una escalada fatal.
*** El Merodeador es el seudónimo colectivo de la sección de Opinión de EL ESPAÑOL integrada por Cristian Campos, Jorge Raya Pons y Víctor Núñez.