Durante décadas se nos intentó transmitir la idea de que España iba bien. Hasta que estalló la crisis y nos dimos cuenta de algo verdaderamente dramático: Bankia y otras cajas de ahorro fueron saqueadas por los empresarios, sindicatos y partidos corruptos.
Los partidos utilizaron las cajas para ganar elecciones y llenarse los bolsillos. Los directivos eran golfos de confianza de nuestros políticos: Blesa era amigo de Aznar; Rato fue su mano derecha; Moral Santín era de Izquierda Unida; Arturo Fernández de la patronal; había sindicalistas de CCOO y UGT… no se ha librado nadie.
Las tarjetas black consiguieron unir a los viejos partidos entorno a una mafia organizada. Podemos afirmar, pues, que tanto España como las cajas de ahorros se arruinaron por el mismo motivo: la corrupción.
Mientras Rato y Blesa disfrutaban de sueldos escandalosos, los españoles sufríamos directamente sus consecuencias. Miles de empleados perdieron sus trabajos por culpa de los ERE de las cajas. Cientos de conciudadanos fueron estafados sin piedad con preferentes y acciones fraudulentas. Y, además, incontables empresas y autónomos tuvieron que cerrar al quedarse sin crédito.
La quiebra de Bankia como la de tantas otras cajas se produjo ante la pasividad del Banco de España
Lo más grave es que los viejos partidos políticos trataron de ocultar el problema y que nadie respondiese por ello. Y en la actualidad seguimos pagando las consecuencias, ya que se dan por perdidos 42.590 millones de dinero público de los 56.865 que necesitó el Estado para rescatar a la banca.
Tanto la quiebra de Bankia como la de tantas otras cajas se produjo ante la pasividad del Banco de España, del Ministerio de Economía y de la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Un claro ejemplo es la fusión de Caja Madrid con otras cajas. Todas estaban en quiebra.
El Banco de España tenía informes suficientes que alertaban de su verdadera situación, pero no hizo nada. Mientras tanto el PP fusionó cajas, que ellos mismos saquearon, para sacarlas a bolsa y seguir estafando a miles de personas. Lo peor es que después de lo ocurrido todo sigue igual.
Es imprescindible cambiar la ley para impedir la politización de las cajas y bancos, para que vuelvan a funcionar y a dar crédito
El problema en el Banco de España no es de sus técnicos sino de sus jefes. Contamos con los mejores inspectores de Europa. Son profesionales valorados a nivel internacional por su integridad y honestidad. Nuestro deber es garantizar que puedan hacer su trabajo sin presiones de ningún tipo. Eso es bueno para todos.
Los países que funcionan correctamente tienen órganos independientes que se encargan de vigilar para que nadie haga trampas. Son órganos que se mantienen al margen del poder político y están compuestos por expertos con capacidad para imponer sanciones a quien no cumple.
Hemos denunciado la politización de las cajas de ahorros en el Congreso y en todas las instituciones. Hemos exigido responsabilidades políticas pero el PP, el PSOE y los demás partidos han usado su rodillo para impedirlas.
Es imprescindible cambiar la ley para impedir la politización de las cajas y bancos, para que vuelvan a funcionar y a dar crédito, para que no sean un nido de corruptos, para que se recuperen los miles de millones que los españoles hemos puesto para rescatarles y poder destinar ese dinero a que España vuelva a funcionar. A nuestro bienestar, a construir una economía con futuro, a crear empleo de calidad.
*** Javier Bezares es portavoz adjunto UPYD.