1. "No volverán a formar parte del Consejo de Ministros" dijo Pablo Iglesias a Teodoro García Egea este miércoles en el Congreso de los Diputados. Lo dice el mismo vicepresidente del Gobierno que este viernes acusó a Felipe VI, poco más o menos, de dar un golpe de Estado contra la Constitución.
2. Ni siquiera la interpretación más benévola posible de las declaraciones de Iglesias permiten maquillar su naturaleza estrictamente antidemocrática.
3. ¿Está Pablo Iglesias descartando la posibilidad de que el PP vuelva a ganar unas elecciones o su intención de sustituir el Consejo de Ministros por un sóviet de comisarios del pueblo?
4. A Iglesias sólo le ha faltado esta semana alzar el mentón al cielo para acabar de redondear su inclusión en ese panteón de ilustres dinamiteros de la democracia que los españoles nos vemos obligados a soportar cada equis años con inquietante regularidad histórica.
5. Los eternos repetidores del socialismo, eso somos los españoles.
6. Mientras en el resto del mundo el socialismo es sustituido a marchas forzadas por la religión de las identidades imaginarias, una mejora más que evidente a pesar de las molestias asociadas, en España todavía andamos soportando lecciones de gente que cree que el iPhone lo inventó la socialdemocracia estatista.
7. "¿Y las carreteras quién te las va a construir, eh? ¿Mercadona?". En eso andamos todavía en España.
8. En la interpretación más benévola posible de la frase de Iglesias del pasado miércoles, este parece expresar su confianza en que la izquierda, el populismo y los nacionalismos sumarán de ahora en adelante, en todas las elecciones, los suficientes escaños como para que la derecha no vuelva a gobernar jamás en España.
9. ¿Qué le hace pensar a Iglesias que eso será así? ¿Y cómo piensa asegurarse de que los españoles voten de ahora en adelante exactamente lo que él desea que voten?
10. Claro que estamos hablando de alguien que consiguió que la militancia le votara el chalet. Vicepresidente además de un exsecretario general del PSOE que le escondió las urnas tras una cortina a sus compañeros de partido.
11. Lo de la coalición Frankenstein eterna, en fin, no parece que vaya a suponer mayor dificultad para los Glimmer Twins de la Nueva Normalidad.
12. ¿Pero cómo piensa garantizarse Iglesias el apoyo de los partidos cuyo objetivo declarado es la demolición de la democracia constitucional surgida del pacto del 78? La pregunta es retórica y la respuesta, obvia. Demoliendo la democracia constitucional.
13. Las declaraciones de Iglesias se producen en un contexto inquietante. Purgas en la Fiscalía, vetos al jefe del Estado, ataques a ese mismo jefe del Estado, indultos a golpistas, desplome del PIB, rebrote de la epidemia.
14. Las anteriores son noticias de una sola semana, la pasada.
15. Si se retrocede una semana más en la hemeroteca, nos encontramos con lucha de clases, ruptura de los pactos del 78, desobediencia de sentencias judiciales, exhibición de sintonía entre el gobierno y EH Bildu, imposición de una versión oficial de la historia y una nueva entrega del CIS adulterada hasta el esperpento.
16. Si se retrocede una semana más, arrinconamiento de los partidos moderados en beneficio de los radicales, deslegitimación de la oposición, sospecha de graves delitos por parte del vicepresidente del gobierno, lamentos por el suicidio de un terrorista y presiones para el control del Poder Judicial por parte del Ejecutivo.
17. Y todo ello en el marco ya conocido de las pésimas cifras españolas en número de muertos, número de infectados y ruina económica.
18. Si se consideran todos esos parámetros por separado, España lucha por el liderato en todos ellos. Cuando se consideran de forma conjunta, España es el maillot amarillo mundial del pelotón de la incompetencia.
19. Un solo dato, este de Miguel Sebastián, ayuda a comprender la ruinosa gestión de la epidemia realizada por PSOE y Podemos.
20. Un segundo dato. La España de Pedro Sánchez ha superado –de nuevo– en número de muertos por habitante a los Estados Unidos de Donald Trump. Líderes en lo pésimo, emperadores de lo malo y ayatolás de lo peor.
21. La pregunta es legítima. ¿Va camino España de convertirse en una democracia fallida?
22. La coincidencia en un mismo momento histórico de una pandemia internacional, de la mayor crisis económica desde los años de la Guerra Civil y de un Ejecutivo sostenido por una alianza de populistas, nacionalistas y extremistas que ha hecho de la incompetencia un arte y de la ocupación de todos los resortes del poder un programa de gobierno no permite albergar demasiado optimismo.
23. ¿Pero en qué categoría concreta debe incluirse la España de 2020?
24. Un Estado fallido es aquel que es incapaz de controlar su territorio, que ha perdido el monopolio de la fuerza, que sufre la erosión de su legitimidad o que padece serias dificultades para proveer de servicios básicos a sus ciudadanos.
25. Congo, Siria, Nigeria, Sudán, Afganistán, Chad o Irak, entre otros, suelen ser considerados Estados fallidos. No es este el caso de España.
26. Un peldaño por encima de los Estados fallidos están los Estados frágiles. Son aquellos que, incluso compartiendo algunas de las características anteriores, no alcanzan los niveles de degradación de los Estados fallidos.
27. La diferencia entre ambos es de grado. Un Estado frágil es aquel que va camino de convertirse en un Estado fallido, pero que aún no ha superado el punto de no retorno.
28. En una segunda clasificación, compatible con la anterior, se encuentran los Estados canalla, aquellos que se consideran como una amenaza para la paz mundial.
29. Luego, los Estados paria. Son aquellos que representan un peligro para sus ciudadanos, pero no para otros Estados.
30. Finalmente, los Estados gamberro, cuyo ejemplo paradigmático sería Rusia, y que se caracterizan por dedicar parte de sus energías a la desestabilización de otros países.
31. Atendiendo a la calidad de su democracia, el nivel más bajo estaría ocupado por los Estados autoritarios.
32. Para encontrarlos en 2020 hay que salir de Occidente y centrarse en el mundo islámico y en regímenes socialistas como China, Venezuela, Cuba o Corea del Norte.
33. Un peldaño por encima de los Estados autoritarios se encontrarían los Estados híbrido.
34. Son aquellos a los que no se puede acusar de radicalmente antidemocráticos, pero cuya democracia sufre serias deficiencias, generalmente relacionadas con la corrupción, la presión sobre la oposición política o la intromisión en el Poder Judicial.
35. Finalmente, y sólo un peldaño antes de las democracias completas, encontramos las democracias defectuosas.
36. Son democracias defectuosas aquellos Estados que, a pesar de cumplir con los estándares mínimos de una democracia –elecciones libres, respeto de los derechos humanos y libertad de prensa–, sufren deficiencias en aspectos como el funcionamiento de la administración y la seguridad jurídica.
37. Democracias defectuosas, según la Economist Intelligence Unit británica, son Estados Unidos, Japón, Corea del Sur, Israel, Italia o Grecia.
38. ¿Dónde encaja España en esa clasificación? A la vista de los últimos cuarenta años de historia, España es sin duda alguna una democracia completa.
39. ¿Pero y si se atiende a la acción de gobierno concreta desarrollada por Pedro Sánchez y la coalición de PSOE y Podemos durante el último año?
40. ¿Y si se atiende a la actuación de determinadas regiones españolas?
41. ¿No es Cataluña un ejemplo claro de región gamberra volcada en la desestabilización del país? ¿La Rusia de España, en la medida de sus cómicas posibilidades?
42. ¿O quizá una región paria en la que no se respetan derechos básicos como el de la educación en la lengua oficial y en la que una casta de altos funcionarios nacionalistas se han alzado, y se sigue alzando, contra el orden constitucional y los derechos políticos de la mitad de sus ciudadanos?
43. ¿Y no es el País Vasco un región democrática fallida en la que los derechos de una parte de sus ciudadanos han sido aplastados por una minoría violenta en complicidad con una administración autonómica que se ha puesto históricamente de perfil frente a ella?
44. Dice Philip Rieff que las sociedades que pretenden avanzar sin quedarse atascadas en su pasado deben escoger entre paz y justicia. Lo explica en su libro Elogio del olvido, cuyo título es autoexplicativo.
45. En España hemos optado por una solución a la carta, a la medida de la coalición Frankenstein: ni paz en España ni justicia en las regiones nacionalistas. O lo que es lo mismo: paz fake en las regiones nacionalistas y caricatura de justicia histórica en España.
46. Y el olvido, por barrios. Pero nunca en relación al franquismo y la Guerra Civil, cuya historia es reescrita al gusto de la coalición gobernante, es decir con mentiras, cada vez que esta lo considera necesario.
47. "En un país democrático, las instituciones no son apolíticas. Apolíticas son las dictaduras" dijo el pasado martes en el Congreso Enrique Santiago, diputado de Podemos y secretario general del PCE.
48. Un comunista sosteniendo que las dictaduras son apolíticas. Se tiene uno que reír. ¿Para cuándo un partido absolutista en España que defienda la idea de que los totalitarismos son apolíticos?
49. Algo hay que reconocerle a Santiago. En dictaduras es todo un erudito. Pero no precisamente por estudioso del tema, sino por comunista.
50. "¿Cómo se les ocurre proponer que sea el Poder Judicial quien elija al Poder Judicial? Señora Arrimadas, ¿va a proponer que el Legislativo elija el siguiente Parlamento?" dijo también Santiago el martes.
51. Enrique Santiago, miembro de uno de los dos partidos que gobiernan España, defiende que sea el Poder Ejecutivo el que escoja al Poder Judicial. Y lo contrario es "una dictadura". Desde el punto de vista de un comunista, eso sí. Esos comunistas de cuyo amor por la democracia se escriben odas en el mundo entero.
52. Pero observen la inversión de la lógica. La separación de poderes, uno de los pilares básicos de la democracia, es "dictadura". El sometimiento del Poder Judicial a la voluntad del Ejecutivo es, en la España de la Nueva Normalidad, "democracia".
53. "La guerra es la paz. La libertad es la esclavitud. La ignorancia es la fuerza" es el lema del Gran Hermano de 1984, la novela de George Orwell sobre el totalitarismo socialista.
54. En realidad, el artículo 122.3 de la Constitución sólo dice que cuatro de los 20 vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) serán escogidos por el Congreso y otros cuatro por el Senado.
55. Desde que el PSOE de Felipe González lo decidió en 1986, precisamente con el objetivo de someter el Poder Judicial a su voluntad, los 20 vocales del CGPJ son escogidos por los políticos de acuerdo a un pacto tácito: el partido que gobierna controla al Poder Judicial.
56. Lo ocurrido en la Fiscalía, donde Dolores Delgado ha puesto en marcha una purga de fiscales incómodos destinada tanto a proteger al Gobierno de sus numerosos conflictos legales como a contentar a sus socios independentistas, permite aventurar sin excesivos problemas qué ocurriría con un Poder Judicial en manos de Pedro Sánchez.
57. Recordemos que el proyecto de Constitución elaborado por los líderes del procés para la futura república catalana decretaba que el Poder Judicial estaría sometido de forma directa al Poder Ejecutivo.
58. Lo dije en la Lista de la semana pasada: el modelo de Pedro Sánchez para España son los regímenes que los nacionalistas han creado en el País Vasco y Cataluña.
59. Un detalle más. El control del Poder Judicial fue, precisamente, uno de los primeros pasos que dio Hugo Chávez para la transformación de la democracia venezolana en la Venezuela de hoy.
60. En 2004, Chávez amplió el número de miembros del Tribunal Supremo de 20 a 32. Los nuevos magistrados eran elegidos por la Asamblea Nacional gracias a un sistema que permitió a la minoría gobernante hacerse con la mayoría en el Supremo.
61. Ninguna de las definiciones de democracia defectuosa contempla la nueva realidad de ese populismo que aprovecha los mecanismos del Estado de derecho para socavar poco a poco las instituciones democráticas por la vía de los hechos consumados.
62. ¿Exagerado? Lo mismo se decía de aquellos que alertaban hace un año de aquello que a día de hoy parece ya rutinario. El propio Pedro Sánchez negaba con rotundidad todo lo que ha ido ejecutando luego con la precisión de un reloj cuántico.
63. La democracia española se adentra, como en 1978, en territorio desconocido.
64. Durante la Transición, los guías de los españoles fueron Arias Navarro, Adolfo Suárez, Torcuato Fernández-Miranda, Leopoldo Calvo-Sotelo, Manuel Fraga, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, Gregorio Peces-Barba, Jordi Solé Tura y otros tantos.
65. En 2020, los guías son Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, Oriol Junqueras, Arnaldo Otegi, Gabriel Rufián, Adriana Lastra, Quim Torra, Irene Montero, Pablo Echenique, Íñigo Errejón, Juan Carlos Monedero, Alberto Garzón y Carmen Calvo.
66. Si la comparación hombre por hombre entre los unos y los otros no provoca pavor, es que los españoles estamos ya lo suficientemente maduros como para digerir cualquier neumático incinerado que nos presenten en el plato.
67. De ciudadanos más o menos libres y un poco iguales, pero no demasiado, a cabras tragalotodo de la Nueva Normalidad. Ese es el proyecto de país que nos propone hoy la coalición Frankenstein: una democracia asintomática.
68. Es la primera vez en la historia de la democracia española que el Gobierno se conjura contra el Estado –contra la Corona, contra el Poder Judicial, contra la separación de poderes– en alianza con los propios enemigos del Estado. El experimento es, desde el punto de vista periodístico, una golosina. Pero también lo son los desastres naturales.