La pandemia ha agrandado las desigualdades en numerosos ámbitos que están estrechamente relacionados: económico, laboral, social, de género y educativo, entre otros. Por citar algunos indicadores, recordaré que la crisis derivada de la Covid-19 empujó al 7% de la población española a una situación de carencia material grave, según se desprende de la encuesta de condiciones de vida del INE, muy por encima del 4,7% de 2019.
Los retos a los que se enfrenta el mundo son complejos y las empresas no podemos quedarnos al margen. Debemos asumir sin matices ni excusas una mayor responsabilidad por el bienestar de las comunidades en las que operamos.
El interés por las cuestiones S de los factores ESG (siglas en inglés de los criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo que se tienen en cuenta a la hora de invertir en una empresa) ha crecido considerablemente en el mundo postpandemia. La sociedad reclama organizaciones que aporten soluciones a los problemas actuales de su entorno.
Quizás el mayor reto que afrontamos es el hecho de que el progreso económico no alcanza a la mayoría. Y, por eso, el impacto social de Grupo Red Eléctrica se centra principalmente en la lucha contra la desigualdad.
Nacimos hace casi 40 años como una compañía dedicada a garantizar el suministro de energía que hogares, empresas y servicios públicos necesitan en su día a día. Desde hace tiempo, también les facilitamos la conectividad. Nuestra voluntad es poner nuestras redes de energía y telecomunicaciones al servicio de la vida, extendiendo a través del territorio el acceso a oportunidades de futuro. Nos gusta decir que tejemos redes de vida.
"Vivir en la llamada España vaciada no puede ser sinónimo de tener menos derechos o recursos"
Para ello, hemos determinado cuatro grandes áreas críticas sobre las que impactar.
La primera es el territorio mismo sobre el que se despliega nuestra red, principalmente el medio rural, que padece un desequilibrio creciente que se traduce en falta de oportunidades, estancamiento económico y despoblación. Vivir en la llamada España vaciada no puede ser sinónimo de tener menos derechos o recursos.
Para eliminar estos desequilibrios, nuestras herramientas clave van a ser las de impulsar la transición energética, promover el emprendimiento y la innovación local y acelerar el acceso universal a la Sociedad Digital. Porque en el siglo XXI, el ejercicio de los derechos fundamentales es indisoluble de los derechos digitales.
De ahí que nuestra segunda área de actuación se centre en favorecer la conectividad en los territorios en los que operamos y la alfabetización digital de la población, eliminando las barreras digitales que impiden una verdadera inclusión.
La tercera área es la desigualdad de género. Somos una empresa ejemplar en relación con el papel que desempeñamos las mujeres dentro de la compañía en la cultura, la toma de decisiones y la gestión. Queremos extender ese firme compromiso que asumimos internamente a través de nuestra red, conscientes también de que la igualdad es una fuente esencial de progreso y crecimiento, y de que la participación de la mujer es fundamental para dar forma a un futuro sostenible.
"Queremos actuar con una perspectiva local a la vez que escalable, regenerativa y equilibrada que tenga como referencia los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030"
Y finalmente, con visión de futuro, también ponemos el foco en combatir los problemas de la infancia y la juventud, luchando contra la pobreza infantil, reduciendo el fracaso y el abandono escolar, y estimulando la formación y el empleo juvenil.
Todo ello de la mano de entidades sociales con experiencia en la lucha contra las desigualdades y un amplio conocimiento del territorio. Porque queremos actuar con una perspectiva local a la vez que escalable, regenerativa y equilibrada que tenga como referencia los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.
Hace tiempo que venimos trabajando, sobre todo, en el entorno rural. Pero con esta nueva línea de innovación social que he presentado esta semana en las Jornadas de Sostenibilidad 2021 que hemos celebrado en el Museo Reina Sofía queremos dar un salto que para que la S sea una auténtica palanca de transformación y nos lleve a un futuro en el que nadie se habrá quedado atrás.
Desde Grupo Red Eléctrica asumimos el cometido de crear la infraestructura sobre la que construir un futuro sostenible, ofreciendo servicios esenciales y tecnología, pero también haciendo que nuestra red sirva de transmisora de los principios, valores y oportunidades que harán que ese futuro sea más justo e inclusivo.
*** Beatriz Corredor es la presidenta de Grupo Red Eléctrica.