¿Qué esconde la polémica de Whoopi Goldberg sobre el Holocausto?
¿Tiene razón la actriz Whoopi Goldberg cuando afirma que el antisemitismo no es racismo porque los judíos no pueden ser identificados por su apariencia?
La polémica protagonizada por Whoopi Goldberg después de que la actriz afirmara que el Holocausto no tenía relación con el racismo tiene varias complicaciones. Una de ellas salió a la luz en el Late Show de Stephen Colbert. En el programa, Goldberg se defendió y se disculpó por sus comentarios afirmando que los judíos no sufren racismo (a diferencia de los negros) porque pueden caminar por la calle y pasar completamente desapercibidos.
Goldberg casi tiene razón. No cabe duda de que en el tipo de racismo que enfrentan los negros, el factor visual (el color de la piel se ve de inmediato) es prevalente y significativo.
Sin embargo, esto no significa que la visibilidad no sea un factor clave también en el antisemitismo. Por ejemplo, los judíos jasídicos son reconocibles inmediatamente y a veces pagan un precio por ello. Por no hablar de los judíos que llevan una kipá o una estrella de David.
Además, los judíos son diversos. Los hay sefardíes, mizrajíes y askenazíes, judíos procedentes de todo el mundo. Por ello, algunos judíos son víctima tanto del antisemitismo como del racismo, ya que son de tez oscura.
Aun así, no es descabellado distinguir el racismo contra los negros del antisemitismo.
Newsflash @WhoopiGoldberg 6 million of us were gassed, starved and massacred because we were deemed an inferior race by the Nazis.
— StopAntisemitism.org (@StopAntisemites) January 31, 2022
How dare you minimize our trauma and suffering! pic.twitter.com/nD8drxWpxJ
Lo que es totalmente erróneo es sugerir, como hizo Goldberg, que el antisemitismo no es racismo. El racismo puede adoptar muchas formas. Y el racismo depende de la forma en que el racista ve al grupo discriminado.
Tanto el ejemplo extremo de los nazis que consideraban a los judíos como una raza inferior como muchos otros estereotipos sobre los judíos entran dentro del pensamiento racial.
Y aunque el factor visual no es tan relevante en el caso de los judíos askenazíes, otras manifestaciones de antisemitismo reflejan claramente una ideología racista.
No obstante, hay una ironía específica (de la que seguramente Goldberg no era consciente) en la tesis de que los judíos no pueden ser identificados visualmente como tales. Y es que el factor de la invisibilidad está en el núcleo mismo del antisemitismo.
"El término clave en la historia del antisemitismo es 'el enemigo invisible'. Es la noción de que la realidad del judío no se ve"
El término clave en la historia del antisemitismo es "el enemigo invisible". Es la noción de que la realidad del judío no se ve. El judío parece ser una persona normal, pero el universo en que reside está oculto y es pernicioso.
Las raíces de esta teoría conspirativa se remontan a la acusación de que los judíos fueron responsables de la muerte de Jesús. Los hechos (obvios) son que los romanos estaban al mando, que eran brutales y que la crucifixión era una forma romana de tortura.
En la Edad Media, la idea del enemigo invisible surgió repetidamente en los libelos de sangre. En ellos se acusaba a los judíos de asesinar a niños cristianos y de utilizar secretamente su sangre con fines rituales. Este prejuicio revivió cuando la peste negra se extendió por Europa en el siglo XIV y se culpó a los judíos de estar envenenando los pozos.
En los tiempos modernos, el tema del "enemigo invisible" se ha manifestado de diversas formas. Pero las dos más destructivas han sido la creación del fraudulento documento Los protocolos de los Sabios de Sion y el asesinato nazi de seis millones de judíos en el Holocausto.
El nexo común de ambos era la idea de que el mundo tenía que defenderse de este enemigo secreto todopoderoso, venenoso y destructivo para la sociedad.
"Abundan las teorías conspirativas sobre cómo los judíos están detrás de la pandemia y sobre cómo los judíos se benefician de la vacuna"
Desgraciadamente, la idea del enemigo invisible sigue muy viva. Abundan las teorías conspirativas sobre cómo los judíos están detrás de la pandemia de la Covid y sobre cómo los judíos e Israel se benefician de la vacuna.
El asesino de los judíos de Pittsburgh en la sinagoga Tree of Life, en 2018, justificó su crimen alegando que los judíos estaban secretamente detrás de la inmigración ilegal en la frontera sur de Estados Unidos. El mismo Estado de Israel es acusado repetidamente de envenenar en secreto a los niños.
Es cierto que un judío puede caminar por la calle, pasar desapercibido y no ser atacado al no ser identificado como tal. Pero ese es un detalle menor comparado con la forma en que el tema de la invisibilidad se ha utilizado a lo largo de los siglos, y se sigue utilizando hoy, para justificar los crímenes más horribles contra el pueblo judío.
Y ese es el mejor ejemplo de cómo el racismo adopta diferentes formas y de cómo a veces una característica que parece un beneficio puede volverse contra un grupo de la forma más insidiosa.
*** Kenneth Jacobson es el vicedirector nacional de la Liga Antidifamación (ADL).