UCI del Hospital Puerta de Hierro de Madrid.

UCI del Hospital Puerta de Hierro de Madrid. EFE

LA TRIBUNA

La ley que humanizará los conflictos en la Sanidad

Asumiendo que el ser humano es falible, la nueva Ley de Medidas de Eficiencia Procesal pretende humanizar los conflictos que puedan surgir en el sector sanitario. 

8 octubre, 2022 02:57

El pasado 29 de septiembre, durante la celebración de la III edición del Observatorio de la Sanidad de EL ESPAÑOL Mirando hacia el futuro del sistema sanitario, tuvo lugar una mesa redonda donde varios juristas debatieron el impacto que puede tener en la Sanidad la aprobación de la Ley de Medidas de Eficiencia Procesal del Servicio Público de Justicia.

A priori, se trata de una norma cuya finalidad es agilizar la actividad de la justicia en términos estructurales, facilitando la cohesión social y contribuyendo así a la sostenibilidad del sistema jurídico, por lo que se pudiera pensar que poco o nada puede impactar en nuestro sector sanitario.

Pero dado que el funcionamiento del sector sanitario se inspira en la ética y los valores, esta nueva norma impacta de lleno en nuestras organizaciones sanitarias y supone, sin duda alguna, un factor de cambio.

Sanitarios atienden a un paciente de Covid.

Sanitarios atienden a un paciente de Covid. EFE

En la relación con los pacientes y desde las organizaciones sanitarias se debe fomentar la comunicación, la información, la escucha activa, la confidencialidad, la intimidad y, por supuesto, prevenir y gestionar los conflictos que se puedan generar durante la asistencia sanitaria.

Pero también hay que promover la transparencia, el buen gobierno y las buenas prácticas dentro del sistema sanitario y la idea de responsabilidad ante los ciudadanos, entendida esta como la dación y rendición de cuentas.

En la actualidad, y en un contexto en el que existe un déficit de sanitarios frente a un exceso de demanda sanitaria, esto supone un escenario más que propicio para que puedan surgir diferencias que pueden acabar en conflicto si no se gestionan desde el inicio.

[III Simposio del Observatorio de la Sanidad 'Mirando hacia el futuro del sistema sanitario', de EL ESPAÑOL]

Informar al ciudadano cuando acontece un incidente, un error o un evento adverso que pudiera repercutir negativamente en su salud es una obligación legal. No obstante, seguimos encontrándonos con que a veces se elude esa obligación por miedo al conflicto.

La experiencia, sin embargo, ha demostrado que identificar y reconocer los errores, crear y revisar protocolos para evitar que se repitan estos y, fundamentalmente, pedir disculpas por los mismos, ofreciendo soluciones indemnizatorias cuando proceda, es una actitud que no sólo refuerza y mejora la relación médico-paciente, sino que también disminuye el coste emocional y legal tanto a los pacientes como a nuestros sanitarios.

El Comité de Bioética de España, en su informe de 28 de abril de 2021 en relación con la seguridad del paciente, concluye que, con el fin de detectar, conocer, estudiar y prevenir incidentes o errores que causen perjuicios graves a la salud de los pacientes es necesario un sistema de notificación y registro de incidentes y eventos adversos de carácter no punitivo.

Asimismo, recomendaba que dicho registro se complementase con métodos adecuados de solución de conflictos en los que se pudiera pedir disculpas por el error cometido, ofreciéndose de esta forma una alternativa al reclamante para evitar la judicialización del conflicto. 

"¿Cuál es el método más adecuado de solución de conflictos en materia asistencial? Sin duda, la figura del experto independiente"

En esta línea, la futura Ley de Medidas de Eficiencia Procesal del Servicio Público viene a exigir que, de forma previa a la judicialización de un conflicto, y como requisito de procedibilidad, las partes deberán intentar una solución extrajudicial, habiendo acudido antes a alguno de los medios adecuados de solución de conflictos que se regulan en esta nueva Ley.

¿Y cuál es el método más adecuado de solución de conflictos en materia asistencial?

Sin duda, la figura del experto independiente.

En el sector sanitario, ante un daño causado cuando lo pretendido es una gestión efectiva del conflicto derivado de la propia asistencia, los principios sobre los que se debe sustentar cualquier solución con el paciente son, fundamentalmente, la oralidad, es decir, verbalizar el conflicto y de esta manera humanizarlo; pero, fundamentalmente, la imparcialidad. Quienes gestionen el conflicto sanitario no pueden tener interés alguno en el resultado.

El experto independiente, que en el sector sanitario debe tener conocimientos específicos en la materia, aporta una opinión científica encargada por las dos partes. Basado en su propia independencia y sin conflicto de intereses al no ser un observador de parte, el informe no vinculante que este experto elabore tiene la ventaja de que permite acudir a la vía judicial para plantear nuevamente el conflicto por los cauces tradicionales, si alguna de las partes no está de acuerdo con el dictamen emitido.

En definitiva, asumiendo que el ser humano es falible y que, en consecuencia, los errores siempre van a ocurrir, esta nueva ley ofrece la posibilidad de humanizar los conflictos que pudieran surgir como consecuencia de los actos médicos, suponiendo así una gran ventaja para todo el sector sanitario, y tanto para profesionales como para pacientes.

*** Ofelia de Lorenzo es vicepresidenta de la Asociación Española de Derecho Sanitario (AEDS).

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