Como ya hemos gastado mucho la expresión de "las dos Españas", empezaremos hoy por hablar de "los dos Brasiles"". Todas las portadas abren con una fotografía de Lula, que esta noche ha ganado las elecciones por la mínima. Empiezo con ABC, que titula: "Lula regresa al poder en Brasil doce años después". Y empiezo por aquí para defenderos a vosotros, compañeros, porque el arranque de esta crónica es intolerable: "En un Brasil fuertemente dividido, el viejo líder de la izquierda sudamericana".
Pero ¿cómo que el viejo líder? ¿Esto qué es? ¿Os imagináis que un día un periódico hablara de los "viejos" integrantes de la "España que madruga"? Conmigo estáis a salvo, siempre he querido, cuidado y protegido a los mayores. Bueno, es la tercera vez que Lula asume el cargo y la primera vez que un presidente brasileño no es reelegido. Ha habido mucha tensión en el recuento porque Lula no ha adelantado a Bolsonaro hasta que se ha escrutado el 67%. Finalmente, la ventaja ha sido de apenas dos puntos.
Un dato interesante que encuentro en El País: por primera vez, la izquierda gobernará simultáneamente las cinco principales economías de América Latina. Petro en Colombia, López Obrador en México, Fernández en Argentina, Boric en Chile y Lula en Brasil.
En la fotografía elegida por El País, se ve a Lula con el puño en alto. Pero ya no se extiende el puño en alto como antes, con el brazo rígido. Umbral decía que con la llegada de Felipe González se empezó a extender el puño con el brazo doblado, como quien se está agarrando a la barra del autobús. Un último detalle sobre este asunto. Lo veo en La Vanguardia: pese a la victoria de Lula, la derecha tiene consolidado su dominio en el Parlamento y el Senado.
Ahora viajamos a España, pero acompañados. "El precio de querer ser un líder global". Alberto Prieto, en EL ESPAÑOL, ha realizado el siguiente cálculo: "Sánchez ha dado once vueltas al mundo desde que es presidente. Tras regresar de su gira por Kenia y Sudáfrica, ya ha realizado 102 viajes oficiales, recorriendo 448.121 kilómetros".
Por aquí las cosas siguen igual: no hay pacto para renovar el CGPJ, pero encuentro en los periódicos novedades sobre la ruptura. Según El Confidencial, Feijóo decidió suspender las negociaciones guiado por sus encuestas internas, que le decían que un 80% de sus votantes rechazaba el pacto con Sánchez. En el PSOE, en cambio, sucede lo contrario: los trackings que maneja Sánchez le dicen que seis de cada diez votantes socialistas bendicen los acuerdos con el PP.
Hay encuestas en El Mundo: "La mitad de los votantes del PSOE rechaza bajar las penas del delito de sedición. Sólo el 20% de españoles apoya reducir esta pena a la mitad. El 82% cree que la justicia está politizada".
El portazo del PP, detalla El País, ha unido al PSOE. Y es verdad: Felipe González y los barones, si es que se le podía llamar díscolos, ahora cierran filas con Moncloa para cargar contra Feijóo.
Por si os pareciera poco el descrédito institucional fruto del bloqueo en el CGPJ, os cuento un testimonio revelador, el de Narcís Serra, ministro de Defensa y vicepresidente con Felipe González, en EL ESPAÑOL. Por primera vez, un miembro del Gobierno, en este caso además el máximo responsable de los servicios de inteligencia, confirma que autorizó los dispositivos del Cesid para tapar los líos del Rey Juan Carlos. Serra dice que no se arrepiente y que se trataba de facilitar al monarca "un contexto de control" para ver a sus amantes.
*Esta es la revista de prensa que Daniel Ramírez realiza cada mañana para "La España que madruga", en "Más de Uno", el programa de Carlos Alsina en Onda Cero