San Isidro exhumado... y no ha sido el Gobierno
Se acaba de producir otra exhumación en España y no ha sido cosa del Gobierno. El arzobispado de Madrid ha desenterrado los huesos de su santo patrón para realizar un estudio forense del que ya tenemos los resultados. Pueden ver ustedes una recreación de su rostro en las páginas de ABC y de La Razón. Leo: "Murió con entre 35 y 45 años y tenía ascendencia africana". No, eso es un eufemismo. Cualquiera que vea la imagen concluirá sin paliativos: San Isidro Labrador era negro. A ver cómo se lo explico a mi abuela.
Ahora sí, vamos con Pedro Sánchez, que ayer desveló, entrecomillo, "una de las cosas por las que pasará a la Historia". Se entiende que el resto de cosas nos las irá contando de aquí a las próximas elecciones generales. Su frase fue exactamente esta: "Una de las cosas por las que pasaré a la Historia será por haber exhumado los restos del dictador". EL ESPAÑOL ha consultado, precisamente, a los historiadores. Paul Preston, por ejemplo, dice que esa exhumación será, como mucho, una nota a pie de página. Pero Ángel Rivero, profesor de Historia de la Política, contesta: "Oiga, esa frase es para que la analice un psicólogo, no un historiador".
Un nombre que sí estará en la Historia será el de Juan Carlos I. En este punto, sí es muy interesante debatir cuál será la imagen que deje para la posteridad. La portada de El Mundo cuenta que el Emérito acaba de cerrar un pacto con Hacienda tras no haber declarado los regalos que recibió tras su abdicación para viajar a cacerías. El Fisco sostenía que don Juan Carlos debió declarar los desplazamientos en avión con los que le obsequiaron diversos empresarios.
Continúan, mientras tanto, las rebajas de penas a algunos agresores sexuales. El Confidencial: "Las rebajas de penas con la ley del solo sí es sí se extienden a agresores que actúan en manada. La Audiencia de Cantabria reduce de 18 a 11 años de prisión la pena a dos hombres que violaron a una joven de forma simultánea".
Tras ser resucitada por Vox, Irene Montero no parece siquiera plantearse una reforma de la ley que arregle lo que está sucediendo. Decía Churchill que en política, a diferencia de en la guerra, se puede morir muchas veces. Y la ministra de Igualdad se enfrenta a un nuevo combate. EL ESPAÑOL: "El PSOE obliga a Irene Montero a rebajar la Ley Trans: si no cede no se aprobará esta legislatura".
Vaya guasa, por cierto, la de los socialistas. Recuerda esta crónica que la ley partió del Consejo de Ministros, es decir: con la firma de PSOE y Podemos. Ahora el PSOE se ha arrepentido y pretende aprobar una enmienda a su propia ley para que los menores de entre 14 y 16 años deban aportar un informe judicial en caso de querer cambiar de sexo.
El texto de El País sobre este asunto refiere que Podemos y los socios nacionalistas están del lado de Irene Montero. Así que si el PSOE quiere aprobar la ley como le gusta a Sánchez tendrá que negociar con el PP.
La coalición anda revuelta. Ayer se lo preguntaron en un foro celebrado por La Razón a la vicepresidenta Teresa Ribera. Dijo: "Soy muy defensora de esta coalición. No creo que haya que pensar que está kaput, al contrario".
Sobre otros kaputs, una noticia de El Mundo: "El PP se lanza a por los restos de Ciudadanos". Voces de Génova reconocen su antropofagia: "Necesitamos que terminen de morir". Bueno, parece que con Feijóo, al contrario de lo que sucedía con Casado, el canibalismo se produce con el cuerpo ya cadáver, y no vivo.
Termino con este titular de El Confidencial: "Moncloa designará de forma inminente a sus dos magistrados en el Tribunal Constitucional sin esperar al CGPJ". ¿Y quiénes serán esos dos magistrados que cambiarán la mayoría conservadora por una mayoría progresista? Responde El País: Juan Carlos Campo, que fue ministro de Justicia con Sánchez; y Laura Díez, catedrática de Derecho Constitucional que trabajó hasta hace seis meses en Moncloa.
*Esta es la revista de prensa que Daniel Ramírez realiza cada mañana para 'La España que madruga', en 'Más de Uno', el programa de Carlos Alsina en Onda Cero