El TC, la mano de Dios
Continúa la brecha entre los periódicos y sus lectores. Hoy es otro de esos días en que el asunto más importante, el que más afecta a la estabilidad del Estado de Derecho... es el más aburrido de todos. Decir "Tribunal Constitucional" por la radio, a estas horas, debería estar prohibido. Lo llamaremos, con permiso del argentino que hay en este plató, "la mano de Dios".
El TC está en todas las portadas porque hoy se reúne para decidir si paraliza la reforma de Sánchez. Nos encontramos, en el fondo, igual que la semana pasada. Porque la ley se vota en el Senado y antes debe decidir la mano de Dios.
En El Confidencial encontramos cómo está, en este instante, ¡en este segundo!, el equilibrio de fuerzas: "Seis magistrados del TC, favorables a suspender el debate en el Senado de la reforma de Sánchez". Son once magistrados, quedarían los cinco progresistas en contra. Pero, cuidado, porque para alcanzar una conclusión debe haber a la mesa, como mínimo, ocho. Según esta crónica, los progresistas podrían levantarse de la mesa para impedir una deliberación desfavorable al Gobierno.
En el último pleno del Congreso, la izquierda acusó al Tribunal Constitucional de golpismo. No era la "mano de Dios", sino la "mano de Tejero". Y la derecha decía que, antes del debate parlamentario, están sus derechos constitucionales.
Creo que, para explicar lo que ocurre, son interesantes estas líneas de un artículo de EL ESPAÑOL: "Esa decisión cautelar es inédita. No hay antecedentes de que el Tribunal Constitucional haya paralizado la tramitación de una iniciativa en las Cortes. Pero tampoco los hay de que dos leyes nucleares del Estado de Derecho (la Ley Orgánica del Poder Judicial y la Ley Orgánica del TC) se vayan a modificar en 12 días por vía urgente y gracias a un atajo parlamentario que elude los informes de los órganos consultivos y que los grupos de la oposición no pueden enmendar. El TC no va a examinar el contenido de esa reforma, sino si el modo de tramitarla vulneró el derecho de los diputados del PP a ejercer sus funciones parlamentarias".
Messiguen, por favor, a la portada de ABC. Messiguen, sean ustedes tan amables. Cuenta este diario que el PSOE ha contratacado presentando al TC dos escritos para frenar la petición del PP. Solicitan que se aparte a los magistrados Trevijano y Narváez al verse afectados en su imparcialidad. El razonamiento de los socialistas es el siguiente: si gana el bloque progresista, el Gobierno podrá renovar el TC y Trevijano y Narváez tendrían que marcharse. Así que no deberían poder votar sobre algo que les afecta directamente.
El Mundo lo enfoca así: "El bloque progresista intenta apartar al presidente del TC. Los cinco magistrados afines al Gobierno maniobran para que hoy ni siquiera se pueda debatir y votar la reforma legal".
El otro Narváez, el de vuestra época, compañeros, le dijo al cura que le confesaba antes de morir: "No tengo enemigos, los he fusilado a todos". Por si creéis que algún político de hoy podrá decir lo mismo en sentido figurado.
No está claro qué va a pasar en el TC con tanta boludez. El País dice: "El pleno dirime si vota antes la suspensión o las recusaciones. El dilema fractura al tribunal". La Vanguardia sube un Scaloni más: "Los conservadores del TC tratarán de parar el debate del Senado".
Seguimos con alguna cosa interesante sobre Pedro Sánchez. Eligio Hernández, ex fiscal general y militante del PSOE, cuenta en una entrevista con EL ESPAÑOL que recomendó al entonces secretario general de su partido los discursos de Azaña y Ortega sobre Cataluña. Acto seguido, se arrepintió y dijo: "Pero ¿qué he hecho? Si este hombre no ha leído un libro en su vida".
En El Confidencial, encuentro un artículo para equilibrar la balanza, pero también una preocupación sobre mi compañero Rubén Amón. Titula Amón: "El capital sexual de Pedro Sánchez". Y luego habla de cosas como la "figura apolínea" y el "afrodisiaco absoluto" de todo un "galán castigador". Oye, si te ha invitado al huerto, espero que nos lo digas, que también queremos ir.
Termino con la portada de La Razón, que publica la primera encuesta que recoge las últimas reformas del Gobierno: el PP estaría en los 140 escaños y el PSOE en 93-94. Feijóo sólo podría gobernar mediante un pacto con Abascal. Ya saben cómo dice: "Juntos, café para Vox".
*Esta es la revista de prensa que Daniel Ramírez realiza cada mañana para 'La España que madruga', en 'Más de Uno', el programa de Carlos Alsina en Onda Cero