Todas las cabeceras incluyen en sus portadas la aprobación definitiva de la ley trans. La de El País tiene un aire festivo y, en las páginas de dentro, se palpa el apoyo editorial a la normal. En las de El Mundo y ABC sucede lo contrario: se percibe el rechazo a través de los enfoques críticos. La Vanguardia elige un enfoque más aséptico mediante una comparativa de la ley española con el resto de Europa.
Hay algunas sorpresas tanto en el grupo de los que votaron a favor como en el los que votaron en contra. Carmen Calvo se abstuvo.
Empezamos por El País: "España reconoce por ley la autodeterminación de género. El Congreso da su aprobación final a la ley trans tras meses de polémica". La foto es de Irene Montero abrazada a las asociaciones. Y resulta un poco raro. Porque si la ley es de todo el Gobierno, por qué no sale también en la foto algún ministro del PSOE. Hace unos meses, los socialistas decían tener dudas de que la ley fuera constitucional. El hecho de no salir en la foto nos puede hacer pensar que, teniendo todavía esas dudas, se ha votado "sí" para proteger la coalición.
ABC va por ahí: "El PSOE concede a Montero que los menores cambien de sexo a partir de los doce años". Este diario critica que bastará una prueba de madurez para que los menores procedan "a la cirugía de consecuencias irreversibles". No queda claro, en el texto de la ley, qué es esa prueba de madurez. Los menores de 12 a 16 años se podrán someter a cirugía "siempre que, por su edad y madurez, pueda consentir de manera informada la realización de estas prácticas".
El Mundo publica un artículo que dice así: "Los expertos subrayan que el texto aprobado no incluye sanciones ante falsedades en el cambio registral". Es decir: qué pasa si una persona -este es el ejemplo que pone El Mundo- cambia de sexo para optar a una plaza de oposición reservada a transexuales; o si lo hace para cosechar éxitos deportivos. La ley escocesa sí contempla hasta dos años de cárcel y multa para estas actitudes. En España, según varios fiscales, demostrar la autenticidad es imposible".
La Vanguardia titula así su portada: "España legaliza el cambio de género a los 16". Esa es la edad a la que no van a hacer falta ni informes médicos ni permisos paternos, pero el cambio de género, con consentimiento paterno será también posible entre los 14 y los 16; también con aval judicial entre los 12 y los 14.
Dice La Vanguardia: "En Europa sólo Noruega y los Países Bajos tienen una ley trans que permite cambiar de sexo sólo con la voluntad a partir de los 16. Otros ocho países tienen esta legislación, pero a partir de los 18".
Sobre la ley del aborto, El Mundo habla de una "pinza" de la izquierda y Vox al PP. El Gobierno atiza a Alberto Núñez Feijóo por ser poco permisivo y Vox por apoyar la "barbarie" de la ley de plazos. El País revela que el líder del PP, pese a no estar de acuerdo con que las mujeres de entre 16 y 18 puedan abortar sin permiso paterno, no recurrirá ante el Tribunal Constitucional. Lo derogará si llega al poder.
EL ESPAÑOL aporta los detalles acerca de la fractura interna que vive el PP con motivo del apoyo de Feijóo a la ley de plazos: "Federico Trillo encabeza la reacción de la vieja guardia contra Feijóo por el aborto. Piden paralizar la sentencia del TC".
Acerca del aborto, es impactante el artículo de Paco Marhuenda en la contra de La Razón. Leo un párrafo: "En lugar de tener tres hijas maravillosas hubiera podido tener cinco. No fue posible y todavía recuerdo que fue entre la mayor y la mediana y una última en un estado avanzado. No sé cuál era su género pero, desde luego, me hubiera encantado que estuvieran entre nosotros. Una vez llegados a este punto, donde la vida del nasciturus no vale nada, avanzamos con paso firme hacia una sociedad deshumanizada, egoísta y hedonista".
Y termino con la reforma, o no, del sí es sí. El presidente histórico, 'Napoleonchu', anda de gira por Austria y Croacia. Hizo un corrillo con periodistas y pidió a Podemos "propuestas en lugar de ruido". Justo hoy se conoce, en El Confidencial, una música que puede desvelar a Pedro Sánchez: "Las afectadas por la ley se organizan y plantean que el Estado las indemnice. Lucía Castro, una joven sevillana que sufrió abusos por parte de su tío cuando era menor, convoca a otras víctimas para pedir a las autoridades que las resarzan por las negligencias de la ley del solo sí es sí. Quieren unificar una estrategia con sus abogados". Seguro que, en este instante, en el cobertizo del huerto de Moncloa, ya hay expertos en manualidades fabricándole a Lucía un carné de Vox o de Falange.
*Esta es la revista de prensa que Daniel Ramírez realiza cada mañana para 'La España que madruga', en 'Más de Uno', el programa de Carlos Alsina en Onda Cero.