Un avión de combate F-18.

Un avión de combate F-18. Iván Sanz Martínez

LA TRIBUNA

¿Quién necesita zonas de exclusión aérea en Ucrania?

En aras de los intereses de la seguridad internacional, Ucrania debería recibir ayuda directa para proteger el espacio aéreo sobre Kyiv y su interior.

27 agosto, 2023 02:49

Poco después del inicio de la gran invasión rusa el 24 de febrero de 2022, Kyiv pidió a Occidente zonas de exclusión aérea sobre Ucrania. En aquel momento, la OTAN rechazó la propuesta considerándola un paso demasiado arriesgado.

A mediados de 2023, tras año y medio de guerra, un compromiso internacional para contrarrestar los constantes misiles y drones rusos, al menos en el interior de Ucrania, se presenta bajo una nueva luz.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, junto al secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, durante una reunión el pasado abril.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, junto al secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, durante una reunión el pasado abril. Europa Press

Los Estados occidentales y otros Estados interesados no sólo estarían respondiendo a una petición de ayuda ucraniana mediante la creación de zonas de exclusión aérea para objetos aéreos no tripulados. La guerra de terror de Rusia con armas de largo alcance contra la población ucraniana afecta a intereses esenciales de muchos Estados de fuera de Europa del Este, al menos de cuatro maneras.

1. En primer lugar, la capacidad de Ucrania para seguir produciendo y exportando alimentos no es sólo una cuestión humanitaria y económica. También es necesaria para mantener la estabilidad mundial.

La escasez y la nueva subida de los precios de los alimentos básicos tienen graves implicaciones sociales y políticas internacionales. Entre ellas, gobiernos inestables, disturbios por hambre, flujos migratorios, creciente xenofobia y, posiblemente, incluso nuevas guerras.

El despliegue de fuerzas aéreas y de defensa antiaérea no ucranianas sobre Ucrania para asegurar su producción y entrega de alimentos no es sólo una cuestión de solidaridad. Este despliegue serviría para mitigar riesgos más amplios para la seguridad internacional.

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Evitar el hambre y sus consecuencias destructivas para el orden mundial es razón suficiente para considerar el establecimiento de zonas de exclusión aérea sobre Ucrania y sus alrededores.

2. En segundo lugar, las centrales nucleares ucranianas (incluida la clausurada central nuclear de Chernóbil) se han convertido repetidamente en emplazamientos, instrumentos y objetivos de la actividad militar rusa. Los riesgos transfronterizos que plantea este comportamiento en toda Europa son evidentes.

Al igual que ocurre con la garantía de un suministro estable de alimentos ucranianos, el propio interés de Kyiv en proteger sus centrales nucleares no sería el único. Un papel militar de la OTAN y otros aliados para asegurar los reactores nucleares ucranianos afecta a intereses existenciales de varios Estados europeos.

"La seguridad de los visitantes y delegados de la OTAN y otros países depende de la cúpula de hierro ucraniana sobre Kyiv"

3. En tercer lugar, Kyiv ha sido blanco de ataques semanales de misiles y aviones no tripulados rusos desde octubre de 2022. Ha dañado repetidamente objetos civiles y herido o matado a civiles en la capital ucraniana. En Kyiv hay además decenas de embajadas extranjeras y oficinas de numerosas organizaciones internacionales gubernamentales y no gubernamentales.

Curiosamente, la seguridad de miles de visitantes y delegados de Estados de la OTAN y otros países depende por completo de la cúpula de hierro ucraniana sobre la capital. Estos funcionarios, así como otros contribuyentes extranjeros, aún no pueden contar con la protección de las fuerzas de defensa antiaérea de sus propios países, ni de camino a Kyiv ni dentro de la ciudad. Y ello a pesar de que el gobierno ucraniano ha solicitado explícitamente dicha ayuda.

4. Por último, la reconstrucción ucraniana está comenzando con el apoyo de proyectos extranjeros de reparación y desarrollo. En los próximos meses y años, miles de millones de euros y dólares del dinero de contribuyentes occidentales se verterán en el desminado y la renovación de Ucrania.

Esto aumenta el interés nacional de los Estados occidentales y no occidentales en la seguridad básica de Ucrania. Es probable que la cuestión de la protección de las infraestructuras civiles financiadas internacionalmente frente a las ojivas rusas sea cada vez más urgente.

Además, a pesar de complicadas cuestiones relacionadas con seguros, muchos observadores consideran que la inversión privada directa en Ucrania es un factor clave para el renacimiento del país. Especialmente en el caso de los grandes edificios de oficinas o fábricas construidas o renovadas con la ayuda de empresas extranjeras, se plantea la cuestión de su protección frente a ataques aéreos rusos.

"Es poco probable que se produzca una escalada bélica mientras no se desplieguen tropas occidentales en el frente"

Los gobiernos de los países donde se encuentran las sedes de las empresas activas en Ucrania y sus aseguradoras se verán sometidos a una presión cada vez mayor para que ayuden a Kyiv a garantizar la inversión extranjera directa.

Muchos observadores ven las zonas de exclusión aérea sobre el interior de Ucrania respaldadas por Occidente como un camino hacia la Tercera Guerra Mundial. Sin embargo, es poco probable que se produzca tal escalada mientras no se desplieguen tropas occidentales en el frente. Rusia no utiliza aviones de combate tripulados en sus ataques al interior de Ucrania. Si los aviones de combate y las armas antiaéreas occidentales alcanzan objetos voladores rusos, no matarán a soldados rusos.

Es necesario un nuevo debate diplomático y público sobre esta ya vieja demanda ucraniana. Se deben sopesar racionalmente las ventajas y los riesgos de aplicar una u otra variante de esta idea.

Es necesaria una evaluación sobria del interés de los Estados europeos y de otros Estados en las zonas de exclusión aérea sobre Ucrania y sus alrededores. Esa evaluación exhaustiva debería determinar el curso de acción posterior de una coalición de Estados dispuestos a prestar ese apoyo.

*** Andreas Umland es analista del Centro de Estudios de Europa Oriental de Estocolmo (SCEEUS) en el Instituto Sueco de Asuntos Internacionales (UI).

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