Donald Tusk, líder de la Coalición Cívica,  después del debate en la televisión pública.

Donald Tusk, líder de la Coalición Cívica, después del debate en la televisión pública. Slawomir Kaminski Agencja Wyborcza

LA TRIBUNA

A Donald Tusk le espera una oposición feroz en Polonia

Tusk, previsible futuro líder del nuevo gobierno polaco, deberá hacer frente a una oposición que se prevé muy dura, con PiS y KON haciendo bloque. 

Fernando Casal Bértoa Magdalena Musiał-Karg
18 octubre, 2023 02:37

De acuerdo con los resultados oficiales anunciados este martes por la Comisión Electoral Nacional polaca, los partidos del Gobierno, liderados por Ley y Justicia (PiS), no podrán revalidar su coalición a pesar de haber obtenido el mayor porcentaje de votos (35,4% y 194 escaños).

Ese honor corresponderá a Donald Tusk, líder de la Coalición Cívica (KO), que con un 30,7% de los votos y 157 escaños ha quedado en segundo lugar.

Tusk podrá contar con el apoyo de Tercera Vía-TD (14,4%, 65 escaños) y Nueva Izquierda-NL (8,6%, 26 escaños). Confederación (KON), el partido de extrema derecha con el que PiS tenía la esperanza de poder gobernar, revalidará su puesto como quinta fuerza parlamentaria con el 7,2% de los votos y tan sólo 18 escaños.

Donald Tusk celebra este domingo los buenos resultados de Plataforma Cívica.

Donald Tusk celebra este domingo los buenos resultados de Plataforma Cívica. Reuters

De esta forma, las fuerzas políticas actualmente en la oposición (KO, TD y NL) lograrán una mayoría de 258 escaños frente a los 212 de PiS y KON.

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El nuevo gobierno tendrá un carácter proeuropeo y prodemocrático. Está previsto que una de las primeras reformas que adopte sea la de la justicia. Ello le permitirá volver a contar con los miles de millones de euros de los fondos de recuperación económica actualmente congelados por Bruselas.

"Tanto el líder de Polonia 2050 como el del Partido Agrario (PSL) han manifestado reiteradamente que no cooperarán con Ley y Justicia"

Mientras la oposición sigue celebrando su victoria, el ambiente en el seno de la coalición de gobierno no es muy bueno. Al tiempo que intentan entender el porqué de su derrota, han empezado ya a considerar la posibilidad de atraer algunos diputados de los democristianos y agrarios que conforman la Tercera Vía.

Algo que se antoja bastante difícil, si no imposible, dado que tanto el líder de Polonia 2050 como el del Partido Agrario (PSL) han manifestado reiteradamente que no cooperarán con Ley y Justicia. Así lo han vuelto a confirmar después de la sorprendente noche electoral: "Hay miles de argumentos para creer que nadie serio en política volverá a hablar con Ley y Justicia después de lo que han hecho durante estos dos mandatos"

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La participación en las elecciones parlamentarias del domingo fue del 74,4%, un verdadero récord. No ya en Polonia, sino en los países del antiguo bloque soviético. Nunca antes desde la transición democrática de 1989 los polacos habían acudido tan masivamente a las urnas. Y eso a pesar de que las elecciones se llevaron a cabo en un entorno complejo y polarizado que ha llegado a provocar divisiones sociales y cansancio entre los ciudadanos.

Ello contribuyó a crear la impresión de que lo que estaba en juego en estas elecciones era incluso más importante que las elecciones presidenciales de hace tres años, cuando hasta un 68% de los polacos acudió a las urnas. La gente se concienció de que cada voto importaba y de que podían contribuir a la victoria final de uno u otro campo ideológico.

La movilización entre los electores polacos fue tal que no quedó más remedio que soportar largas colas frente a los colegios electorales, tanto dentro de Polonia como en el extranjero. 

Además de la alta participación en general, las elecciones también resultaron excepcionales debido a la alta participación de los jóvenes, que en su mayoría se decantaron por los tres partidos de la oposición. A ello contribuyó la Marcha del Millón de Corazones organizada por la Coalición Cívica unas semanas antes de las elecciones y que movilizó a miles de polacos en su afán por poner fin al gobierno populista del PiS.

Es importante remarcar que el PiS también intentó movilizar a su electoral organizando un polémico referéndum con cuatro preguntas bastante tendenciosas sobre privatización, jubilación, inmigración y seguridad fronteriza el mismo día de las elecciones parlamentarias. Pero a pesar de la participación récord en estas últimas, la abstención en el referéndum llegó al 60%. Contrariamente a las intenciones del PiS, una gran parte del electorado se negó a participar en un referéndum tan sesgado.

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Constitucionalmente, el próximo paso corresponde ahora al presidente Andrzej Duda. Si su elegido no lograse formar un gobierno, sería el Parlamento el que tomaría la iniciativa. Si no hubiese acuerdo, entonces la pelota volvería al presidente.

El gobierno que se forme deberá recibir un voto de confianza en el Sejm (la cámara baja) y obtener mayoría absoluta en presencia de al menos la mitad del número legal de diputados (deben votar al menos 231 parlamentarios).

"Se notan las ganas de la oposición por tomar ya el poder en Polonia y cambiar el rumbo político del país"

A pesar de los llamamientos de la oposición para que Duda les dé luz verde, se espera, sin embargo, que este llame en primer lugar al actual líder del gobierno para que intente conseguir una mayoría. No en vano, debemos recordar, el presidente Duda contó con el apoyo del PiS en las elecciones presidenciales de 2015 y en su reelección en 2020.

Por otro lado, y a pesar de este inicial contratiempo, las conversaciones entre Coalición Cívica, Tercera Vía y Nueva Izquierda para la división del gobierno y el reparto de las diferentes funciones parlamentarias comenzarán muy probablemente a finales de esta misma semana. Se notan las ganas de la oposición por tomar ya el poder en Polonia y cambiar el rumbo político del país. 

A pesar de una clara mayoría parlamentaria, tampoco en el Senado (66 frente a 34) lo tendrá fácil el nuevo gobierno. Además de una oposición que se prevé feroz, con PiS y KON haciendo bloque, el gobierno que algunos ya han calificado "de la esperanza", compuesto por liberales, cristianodemócratas, agrarios y socialistas, tendrá que hacer frente no ya a sus posibles divisiones internas, sino también a un presidente que, al menos hasta 2025, tiene capacidad de veto legislativo.

Pero, como diría Jimmy Carter: "La experiencia de la democracia es como la experiencia de la vida misma: siempre cambiante, infinita en su variedad, a veces turbulenta y mucho más valiosa por haber sido puesta a prueba en la adversidad".

Y nadie lo sabe mejor que los polacos.

*** Fernando Casal Bértoa es profesor titular de la Universidad de Nottingham y profesor visitante en la Universidad Central Europea en Budapest.

*** Magdalena Musiał-Karg es catedrática en la Universidad de Poznań y presidenta de la Asociación Polaca de Ciencia Política.

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