La cumbre de Sánchez con Puigdemont, según los periódicos

Dice La Razón en su portada que lo de Pedro Sánchez y Carles Puigdemont es “el juego del gato y el ratón”. La canción de Barricada, justo después de decir eso, añade: “Tus mejores años, clandestinidad”. Los corresponsales andan medio locos recorriendo las calles de Ginebra, buscando el lugar donde se va a celebrar la primera cumbre entre PSOE y Junts.

Ayer salió Sánchez por la tele para reconocer que tiene un pacto de silencio con Puigdemont. Porque, en Televisión Española, le preguntaron varias veces por los detalles de la cita a ciegas, pero se negó a responder. El Mundo: “Sánchez oculta al verificador y justifica que es necesario”. ABC: “Sánchez avala que Puigdemont le tutele desde el extranjero y con un mediador”.

Sin embargo, esta mañana, El Español asegura que el mediador será Henri Dunant. Yo me alegro por el sastre de Alsina, que se llama igual y que seguro que esto le sirve de publicidad. “Henri Dunant, mediador en el desarme de ETA, es el verificador secreto de los acuerdos PSOE-Junts”.

Dice esta crónica que la propuesta la hizo Puigdemont, pero que Sánchez ha aceptado porque Javier Solana es presidente de honor de esta fundación y porque así se lo ha recomendado Zapatero. Algunos datos importantes de Henri Dunnant: no tiene ánimo de lucro y está financiada por gobierno como los de Suiza, Alemania, Noruega o Reino Unido. También mete pasta la Unión Europea. Andan un poco sorprendidos porque suelen encargarse de “ayuda humanitaria” y de conflictos armados. Han pasado del yihadismo en Senegal al encamamiento de Sánchez con Puigdemont.

Hay un par de crónicas interesantes sobre las consecuencias que ha tenido la entrevista de Sánchez. La primera está en La Vanguardia. Nuestro Napoleón cargó contra Italia en la tele por su gobierno de “extrema derecha”. Le ha contestado Antonio Tajani, el ministro de Exteriores de Giorgia Meloni y expresidente del Parlamento Europeo. “Pues en España no solo gobierna la extrema izquierda. También gobierna el independentismo. Por cierto, nosotros respetamos el Estado de Derecho”.

La segunda crónica, en El Mundo: “Sánchez agrava la crisis con Israel mediante nuevas acusaciones. Aviva la ira de Tel Aviv al poner en duda que la ofensiva de Gaza esté respetando el derecho internacional. Netanyahu llama a consultas a la embajadora española”.

Menuda agenda la de Sánchez. Pero las madres tienen razón. Hijo, si no te da tiempo a hacer una serie y a escribir dos libros mientras eres presidente del Gobierno, es porque no aprovechas bien el tiempo. Mira tu primo Alfonsito qué notas saca y todas las cosas que hace.

ALSINA–¿Qué otras luminarias has encontrado esta mañana en esas naves informativas de los periódicos que nos abren camino en esta galaxia tan oscura?

El lío judicial está en todas las portadas. Hacía mucho tiempo que no se veía una relación tan tranquila entre el poder ejecutivo y el poder judicial. Titula El País: “El poder judicial se cruza en la bronca contra el Gobierno. El CGPJ considera “no idóneo” a García Ortiz como fiscal general del Estado después de que su ascenso a Dolores Delgado fuera anulado por considerarse una ‘desviación de poder’. El Supremo anula el nombramiento de Magdalena Valerio como presidenta del Consejo de Estado porque carece de reconocido prestigio jurídico”.

En El Mundo hay un entrecomillado demoledor en fuentes del tribunal: “Ser ministra o diputada no sirve para ser jurista de reconocido prestigio”. Ese es el requisito para presidir el Consejo de Estado. Atención a esta línea en la crónica de ABC: “Magdalena Valerio admitió que nunca se puso la toga y que su experiencia era hacer reseñas de sentencias y dar clases en academias”. La Vanguardia: “Varapalo de los jueces a los nombramientos jurídicos del Gobierno”. Un matiz importante: la reprobación del fiscal general del Estado por parte del CGPJ no es vinculante. Es decir, García Ortiz, el hombre que abrazaba a las vicepresidentas, continuará en su cargo. Magdalena Valerio sí se ha metido en un lío.

Voy cruzando el río, sabes que te quiero, Carles Alsina, patrón de las reprobaciones, los fiscales comprados y la fondue ginebrina. Al otro lado del río, el padre Feijóo ha terminado de renovar su equipo. El Confidencial: “Feijóo rescata a Álvarez de Toledo y Rafa Hernando como portavoces adjuntos en el Congreso”. El barón blando –así lo llama Cayetana en su libro– ha decidido mezclar a Sócrates con Torrente. Veo en la crónica que ha elegido un total de ocho portavoces adjuntos. Entiendo que por si se le van muriendo.

La Razón dice que la oposición será “proporcional”. A más gresca del Gobierno, más gresca en la oposición. Empiezas con Tellado cuando ponen la primera copa, sacas a Cayetana cuando la gente ya va contentilla y, cuando se encienden las luces y vuelan los vasos, pones a Rafa Hernando.

Compañeros, brindemos con Ginebra.