¿Por qué nadie habla de la solidaridad árabe con Israel?
Tras la masacre del 7 de octubre, los árabes israelíes están participando y liderando la lucha contra Hamás, con una tasa de reclutamiento llamativamente alta.
La masacre perpetrada por Hamás el pasado 7 de octubre fue el ataque contra judíos más mortífero desde el Holocausto. El atentado es el resultado de décadas de deshumanización de los judíos, de los sionistas y del sionismo por parte de Hamás y de otras organizaciones terroristas.
La mayoría de las víctimas del 7 de octubre eran judíos, aunque también había un número significativo de árabes (miembros de las comunidades beduina y drusa) y personas de 40 nacionalidades. Entre los rehenes de Hamás hay ciudadanos de Israel, Argentina, China, Francia, Alemania, Filipinas, Rusia, Sudáfrica, Sri Lanka, Tanzania, Tailandia y Estados Unidos, entre otros países.
Entre los ciudadanos israelíes no judíos afectados por la masacre del 7 de octubre había al menos 26 beduinos y cuatro drusos. Hay al menos seis beduinos entre los secuestrados.
Tras la masacre de Hamás, hubo una avalancha de solidaridad y apoyo de muchas personas en todo el mundo por medio de donaciones, apoyo, manifestaciones y oraciones por la liberación de los rehenes, por la seguridad y por el bienestar de Israel y su pueblo.
En Israel, se produjo una importante movilización social tanto de judíos como de árabes. La sociedad árabe desempeñó un papel fundamental en la lucha contra Hamás, en las labores de búsqueda y rescate, en el voluntariado y en la lucha contra el odio.
Tras este terrible sacrificio, los árabes israelíes están participando y liderando la lucha, con una tasa de reclutamiento especialmente alta entre la comunidad drusa, que supera el 80% de los que pueden alistarse. El teniente coronel druso Salman Habaka se convirtió en la víctima mortal de mayor rango de las FDI en la guerra, y un vídeo de un batallón de patrulleros beduinos de las FDI jurando luchar contra Hamás se hizo viral.
Un soldado beduino de las FDI expresa la ira de los residentes beduinos del Negev y de los ciudadanos árabes de Israel por las atrocidades cometidas por Hamás y amenaza a sus miembros. pic.twitter.com/ytmKRsnvsO
— Juan Carlos Dos Santos G. חואן קרלוס (@JuancaDS) October 21, 2023
Rahat, la ciudad beduina más grande de Israel, estableció un centro de asistencia y un gran equipo de socorristas que atienden urgencias médicas y cooperan estrechamente con sus vecinos y colegas judíos en varias iniciativas, entre ellas el suministro de alimentos kosher a los soldados.
Asimismo, judíos y árabes unieron fuerzas en iniciativas por todo Israel para buscar a israelíes desaparecidos y participar en la consolidación de la paz.
El compromiso de la comunidad árabe-israelí con el voluntariado y la movilización queda reflejado en un estudio realizado por la Universidad Hebrea. Según ese estudio, "la tasa de voluntariado entre la población árabe israelí durante la guerra alcanzó el 29%, un aumento notable respecto al 19% registrado durante la crisis de la Covid-19".
"La respuesta unificada a la masacre de Hamás es un recordatorio del papel vital que desempeñan los ciudadanos árabes de Israel en la protección del país"
Otra encuesta realizada por el Instituto Israelí para la Democracia constató un aumento del sentimiento de pertenencia de los árabes al Estado de Israel. El informe señala que "especialmente entre los árabes, se ha producido un aumento muy marcado en relación con la medición realizada en junio de 2023".
Tras el 7 de octubre, es inspirador ver cómo los segmentos judío y árabe de la sociedad fueron capaces de dejar a un lado las divisiones y trabajar con un compromiso compartido para erradicar a Hamás y crear un Israel más unificado.
La respuesta a la masacre de Hamás es un recordatorio del papel vital que desempeñan los ciudadanos árabes de Israel en la protección del país y el fortalecimiento de su sociedad. Esto será especialmente significativo en los próximos meses y años, ya que Israel, sin duda, reanudará las deliberaciones del año pasado sobre su futuro como Estado judío y democrático.
Es vital que este momento sirva para recordar el compromiso y las contribuciones de los ciudadanos árabes de Israel y la necesidad de incluirlos plenamente y en pie de igualdad en el futuro del país.
*** Carole Nuriel es la directora de Liga Antidifamación (ADL) en Israel.