Todos los periódicos llevan esta mañana en su portada el debate en el Parlamento Europeo que tuvo como protagonista a Pedro Sánchez. España hacía balance en Estrasburgo de su semestre al frente de la presidencia rotatoria de la Unión Europea. Sánchez no se percató de que en ese Parlamento tienen otras costumbres. No llegan tarde, no están todo el rato con el móvil, disimulan mejor si se duermen… y no retuercen el pasado pornográficamente.
La Vanguardia: “Sánchez esgrime el nazismo en Europa para afear los pactos PP-Vox”. En España, a la fuerza ahorcan, nos hemos acostumbrando a estar todo el día con el raca-raca de Franco, pero es impresionante ver las caras del resto de europeos en Estrasburgo cuando… ABC: “Sánchez traslada su muro contra la derecha a la Eurocámara y agita el fantasma del nazismo”.
El País titula: “Sánchez reprocha al PP europeo las alianzas con Vox en un agrio debate”. Y luego transcribe la frase clave de Sánchez a Manfred Weber, el líder de los populares en Bruselas: “¿Devolvería usted a las calles de Berlín los nombres del III Reich?”.
EL ESPAÑOL incluye en su crónica cómo acabó Sánchez ese párrafo: “Pues eso es lo que están haciendo sus aliados del PP español con la ultraderecha de Vox y los insignes franquistas donde gobiernan”. Alberto Prieto señala un detalle muy interesante. Manfred Weber, escandalizado, subió a la tribuna para contestar a Sánchez, pero Sánchez… se fue, abandonó el escaño.
Recomiendo la columna de Joaquín Luna, que afea a Sánchez haberle “fregado en los morros el III Reich a un representante democrático de Alemania, un país que nos ayudó y mucho a salir del franquismo y a recibir fondos europeos”.
El Mundo lleva en su portada una entrevista con Manfred Weber, ese hombre que no daba crédito de lo que estaba escuchando: “Sánchez no se ha enterado de la lección de Alemania contra los nazis: trabajar desde el centro. Lo que ha hecho en el debate lo descalifica para ocupar cualquier cargo europeo en el futuro”.
Sánchez es un maestro: ha conseguido que las noticias sobre Estrasburgo apenas hablen de Puigdemont. Pero lo ha conseguido a costa de hundir la imagen de nuestro país el día que abandonábamos la presidencia rotatoria de la Unión Europea. Dibujó España como un lugar donde parece que, en lugar de gobernar él, lo hace el mismísimo Franco.
ALSINA–¿Qué otras luminarias encuentras en las naves nodrizas de la información que cada mañana nos abren paso en la oscuridad?
Pamplona es noticia de portada esta mañana, y no por ser Osasuna el mejor club de la Historia de la Primera División, sino por la moción de censura pactada entre PSOE y Bildu para dar la alcaldía a la izquierda abertzale.
ABC: “El PSOE entrega a Bildu la alcaldía de Pamplona en pago a su apoyo en la investidura”. El Español: “Pamplona como ensayo general. El PSOE abre la vía a más pactos con Bildu porque son progresistas”. Un dato importante: Pamplona no es, para Bildu, una capital de provincias cualquiera, sino la joya de la corona; la capital de esa tierra prometida que llaman Euskal Herria.
El Mundo, en la misma línea, escribe: “Otegi anticipa que el PSOE les entregará el País Vasco tras Pamplona”. La Razón, en su portada, asegura que este pacto de investidura, además de la alcaldía de Pamplona, incluye beneficios para los presos de ETA. Primera consecuencia; la vemos en El Confidencial: “Feijóo congela la reunión con Sánchez tras el pacto de la moción de censura”.
Otro asunto importante en las portadas de esta mañana. El País: “El Tribunal Supremo planta a Bolaños por las críticas de Junts”. En realidad, el Supremo no planta a Bolaños por eso, sino por la pasividad del Gobierno tras los insultos a los jueces del partido de Puigdemont desde la tribuna del Congreso.
La Razón: “Terremoto judicial por los ataques de Junts al Tribunal Supremo”. El Confidencial: “Malestar en el Supremo con el Gobierno por la cacería de jueces. Los magistrados del alto tribunal ven complicidad del Ejecutivo con la estrategia del independentismo”. EL ESPAÑOL: “Comienza la caza al juez. Irritación en la judicatura por la falta de réplica del Gobierno frente a Junts”.