El ahorcamiento del muñeco de Pedro Sánchez en la Nochevieja de Ferraz ha abierto un debate muy interesante sobre la libertad de expresión. La pregunta, a grandes rasgos, es ésta: ¿se trata de un delito de odio tal y como denuncia el Partido Socialista? Vemos esta mañana muchas declaraciones políticas y opiniones jurídicas en las páginas de la prensa.
El País recuerda literalmente lo que dice el artículo 510 del Código Penal: "Quienes públicamente fomenten, promuevan o inciten al odio contra un grupo o persona por motivos racistas, de ideología, religión, creencias, enfermedad, identidad sexual o incapacidad". Acto seguido, entrevistan a expertos en la materia, que descartan que el muñeco de Sánchez encaje en esa categoría.
Coinciden con esa opinión los juristas entrevistados por ABC, que lo resumen así: "Apalearon el muñeco del presidente por sus decisiones políticas, no por su ideología". Los socialistas, conscientes de la descripción del Código Penal, insisten en que la piñata contra Sánchez sí supone la persecución de las ideas socialistas en España. Así lo refleja la crónica que publica esta mañana EL ESPAÑOL.
El Confidencial recuerda que la jurisprudencia existente también pone las cosas muy difíciles al PSOE: "Una sentencia que avaló quemar fotos del Rey complica ahora perseguir el muñeco de Sánchez". Resulta que el Tribunal de Estrasburgo condenó a España a indemnizar a dos independentistas que a su vez habían sido condenados aquí por delito de odio tras quemar fotos del monarca. Europa, con un criterio en cuanto a la libertad de expresión mucho más amplio que el nuestro, nos dio un toque importante y enmarcó aquella quema de fotos en la "crítica política".
Los jueces españoles, como se ve en las crónicas de esta mañana, asumen en su mayoría la doctrina de Europa, que reserva esos delitos de odio para los colectivos vulnerables. Por ejemplo, el muñeco ahorcado de Vinicius en Madrid sí podría ser definido como tal al considerarse un ataque a los negros.
En los medios más cercanos a la oposición, además de explicarse el asunto desde el punto de vista jurídico, se recuerda al PSOE su "doble vara de medir". ABC critica que, al mismo tiempo, los socialistas y Sumar hayan abierto el debate sobre despenalizar el enaltecimiento del terrorismo, las injurias a la Corona o las ofensas religiosas.
Antonio Casado escribe en su columna que, por cosas mucho peores que la piñata de Ferraz, van a ser amnistiados los responsables de haber cortado autopistas, de haber colapsado el aeropuerto de Barcelona y de haber apedreado con saña a las fuerzas de seguridad.
Políticamente, el PSOE está solo en ese intento de tipificar lo ocurrido como delito de odio. Titula EL ESPAÑOL: "Ni Sumar ni ninguno de sus socios apoyan al PSOE al denunciar la piñata de Ferraz como delito de odio". No ha salido a hacer declaraciones en ese sentido ningún miembro de los partidos nacionalistas. De hecho, Gabriel Rufián incluso ironiza con lo bien que le viene a Sánchez electoralmente el apaleamiento del muñeco. Errejón llama a "no judicializar la política". Aunque no lo explicita, si lo de Sánchez fuera un delito de odio, podría funcionar como un bumerán para la izquierda, teniendo en cuenta todas las fotos que se publican esta mañana con escenas similares que tuvieron como protagonistas a Rajoy, al rey, a Abascal, etcétera.
Antes de hablar del panorama internacional, dos crónicas interesantes sobre política española. Que me perdone el alcalde de Pamplona, “sobre política ocurrida en el Estado español”. ¡Aúpa Asiron, gora Bildu, sigue creciendo el tamaño de los chuletones en las carnicerías de la ciudad!
La primera, en La Razón. El 2024 de Sánchez: tendrá que aprobar la Ley de Amnistía, cohesionar a sus socios, renovar el CGPJ y sobrevivir a tres citas con las urnas. Europa, País Vasco… Que me perdone mi alcalde, Euskal Herria. Y Galicia.
La segunda, en La Vanguardia: “El PP exploró un pacto con Junts antes de constituirse la Mesa del Congreso”. El líder de los populares en Barcelona, junto a un asesor de Feijóo, se reunió en un hotel con dos emisarios de Puigdemont. Según el texto de La Vanguardia, aunque no se llegó a ningún pacto entonces, ese canal de negociación sigue abierto para posibles negociaciones en el Congreso que no tengan que ver con la agenda independentista.
En internacional, portada de El Mundo: “Israel desafía a Hizbulá en el Líbano al matar con un dron al número dos de Hamás”. Ese es también el asunto más destacado en la portada de El País: “Hamás acusa a Israel de matar en el Líbano a su número dos”. Estados Unidos dice que ha sido Israel, pero Netanyahu lo niega.
El otro titular más repetido es el de Santiago Sánchez, el español que llegó ayer a Barajas después de haber estado preso de los ayatolás como presunto espía durante quince meses. La diplomacia española lo ha liberado. Nada como que te encierren en una cárcel iraní para cumplir los propósitos de año nuevo: este hombre se ha convertido en un genio del ajedrez, ha aprendido a hablar farsi, ha perfeccionado su inglés y ha impartido clases de español a todo el que quería. Y yo aquí, patrón, leyendo periódicos. ¿Seguro que no quieres mandarme de Erasmus a una prisión iraní?
*Esta es la revista de prensa que Daniel Ramírez realiza cada mañana para 'La España que madruga', en 'Más de Uno', el programa de Carlos Alsina en Onda Cero.