Los de Osasuna sabemos muy bien lo que es perder un partido por goleada. Eso es lo que le ocurrió ayer al fiscal general del Estado y también indirectamente a Pedro Sánchez. Y esa es la noticia que ocupa todas las portadas esta mañana. Once de quince fiscales sí ven indicios para investigar a Puigdemont por terrorismo.
Dice El Mundo en su portada: “La contundente decisión deja en evidencia la afirmación del presidente Sánchez de que no es terrorismo”. ABC: “La Junta de Fiscales sí ve en el procés el terrorismo que niega Sánchez”.
Aunque lo más divertido, pese a la goleada, es la reacción del Gobierno. Como nuestros oyentes saben, porque son muy brillantes, esta mayoría de fiscales no va a impedir que decida el fiscal general: se trata de un órgano tremendamente jerárquico. Titulares de El País y de La Razón, calcados: “El Gobierno confía en la decisión final de la Fiscalía sobre Puigdemont”. Y si el titular de La Razón y el de El País son iguales, podemos citar a Heráclito, perdón, a Sánchez, para concluir: “La única verdad es la realidad”.
Detalles interesantes sobre lo ocurrido ayer dentro de la reunión. El Confidencial: “Los fiscales se rebelan y acusan al fiscal general de maniobrar para salvar al Gobierno”. Atención a esta frase que escribe Beatriz Parera: “La sensación es muy parecida a la de un equipo que golea al contrario, pero después ve cómo al final del encuentro le roban el partido”.
¿Qué va a pasar ahora? La número dos de la Fiscalía, de la máxima confianza del fiscal general, va a elaborar un nuevo informe, probablemente en contra, según las crónicas, de esa abrumadora mayoría que ayer se posicionó durante la reunión.
Ya son muchos los días con un mismo debate en los periódicos, las radios y las televisiones: ¿fue terrorismo lo de Tsunami en Cataluña? Esta mañana, en EL ESPAÑOL conocemos nuevos detalles de cómo operó ese movimiento. “El cerebro de Tsunami coordinaba con ERC y 26 periodistas afines cómo tratar sus actos violentos. Oriol Soler, empresario de la comunicación, creó un chat de Telegram llamado Indis Grup 1-O que, según la Guardia Civil, ‘manipuló información y noticias’ desde ‘los medios de comunicación más importantes de Cataluña’. El objetivo era controlar el mensaje que se difundía y coordinar con esos periodistas afines cómo tratar sus acciones violentas en los medios de comunicación”.
Un ejemplo, el 17 de octubre de 2019, tres días después de hacerse pública la sentencia del procés, el cerebro de Tsunami decía: “La violencia es un desastre, pero es inevitable. Hay que estar en esta fase durante una semana”.
El Gobierno y Puigdemont están jugando la prórroga, negociando de nuevo la ley de amnistía. La gente se pregunta: oye, pero esto ¿hasta cuándo dura? ABC: “La Mesa del Congreso da otros quince días a PSOE y Junts”. El plazo acabará, por tanto, el 21 de febrero.
Maldecíamos ayer que Sánchez ofreció sin éxito a Puigdemont la reforma de la ley de enjuiciamiento criminal para evitar que García-Castellón prorrogue su investigación contra el expresident. Pero Junts lo rechazó pensando que a este juez, que es un lanzado, quizá le basten los seis meses que le quedan para enchironarles. Total que Sánchez tiene que pensar en otro camino… de momento, sin éxito.
La Vanguardia: “El PSOE duda sobre las alternativas legales para desencallar la amnistía”. El Confidencial: “El Gobierno flaquea y no tiene garantías sobre qué decidirá Puigdemont”.
Fernando Garea cita La Casa Lúgubre, de Charles Dickens para ilustrar el embrollo en el que se ha metido Sánchez: "Con el transcurso del tiempo este estrafalario pleito se ha complicado de tal modo que nadie en el mundo conoce ya su verdadera causa".
Rafa Latorre, en su columna en El Mundo, escribe: “Da igual lo que Sánchez piense, lo único relevante es lo que necesita. Uno gobierna para transformar un país. Lo que es estricta novedad en la joven democracia española es que alguien transforme un país para poder gobernarlo”.
Voy ahora con el otro asunto del día: el campo. Todos los diarios publican informaciones y reportajes sobre las protestas. La mayoría de ellos intentan dilucidar quién está detrás de este movimiento. La Razón: “El campo se organiza en redes sociales y llena España de tractores”. ABC: “Tractoradas convocadas en las redes sociales colapsan las carreteras españolas”. El Confidencial: “Así se organizó el campo para colapsar España: columnas comarcales y guerra de guerrillas en las carreteras. Los agricultores formaron grupos de WhatsApp y cada uno operó de forma autónoma con medidas sin consensuar”. EL ESPAÑOL: “El campo monta su 15-M: acampados en la carretera y decidiendo sobre la marcha sus protestas”.
Los agricultores parecen haber conseguido su objetivo. El País: “Bruselas cede en la agenda verde para aplacar a los agricultores. Von der Leyen aparca la polémica normativa para la reducción de pesticidas”. La Vanguardia: “Bruselas cede ante las protestas del campo y rebaja la agenda verde”. Ya no les piden que reduzcan un 50% sus pesticidas antes de 2030.
Termino con una clave interesante: dicen las crónicas que Von der Leyen ha cedido porque teme que la ultraderecha capitalice estas protestas de cara a las elecciones europeas.
*Esta es la revista de prensa que Daniel Ramírez realiza cada mañana para 'La España que madruga', en 'Más de Uno', el programa de Carlos Alsina en Onda Cero.