Esta mañana, leyendo la prensa, todos los españoles podemos sentirnos como si fuéramos ciudadanos de los Estados Unidos. Lo nuestro está en las portadas de los diarios más importantes del mundo. Tengo la suerte de haber aprendido cuatro o cinco idiomas gracias a las enseñanzas del viejo profesor. Me refiero al verdadero, a Rodríguez Braun; y no a Tierno Galván.
The New York Times: “El presidente del Gobierno de España dice que considera dimitir mientras su mujer afronta una investigación judicial”. Le Monde: “Sánchez está considerando dimitir tras anunciarse una investigación sobre su esposa por corrupción”. En la BBC: “El presidente español suspende sus deberes públicos mientras su esposa enfrenta una investigación”. Diario de Navarra: “Sánchez se plantea su dimisión tras las acusaciones contra su mujer”. The Financial Times: “El primer ministro español suspende sus funciones públicas tras la investigación por corrupción a su esposa”. Il Corriere della Sera: “Spagna, la first lady Begoña Gómez è indagata per corruzione. Sánchez: valuto se lasciare”.
La palabra que más repiten esta mañana los diarios es “hipótesis”. Porque ninguno ha conseguido averiguar qué hay detrás de la carta de Sánchez. Voy primero con la información, los datos. El País cuenta que Sánchez no reunió a ningún gabinete de crisis, que escribió la carta él solo y que luego comunicó la decisión a su núcleo duro. Por fin tenemos la certeza de estar ante un texto verdaderamente escrito por él.
La Razón añade que, después de tomar la decisión, pasaron por Moncloa algunos ministros y también Santos Cerdán. El Confidencial asegura que Sánchez hizo pública su decisión sin informar antes ni al Rey, ni al Gobierno ni a su partido. EL ESPAÑOL revela que el presidente dijo a los suyos que dimitía, pero que lo convencieron en última instancia para que abriera un paréntesis de cinco días. Les contó que la situación era insoportable, que se marchaba, que el acoso a su mujer ya es demasiado, pero lo convencieron.
El padre Feijóo reflejó como nadie a todos los españoles con esta frase: “Yo esto no lo he visto en mi vida”. El Mundo cuenta que el PP trata de incrementar la presión preparando el terreno en el Senado para citar a Sánchez y a su mujer en la comisión de investigación. Dos informaciones más. La primera, común a todos los periódicos: el PSOE está en shock, desconcertado. No saben si su jefe va en serio o no. La segunda, los socios de la coalición apoyan a Sánchez, pero Puigdemont le recrimina que mezcle lo suyo con las catalanas y le urge a someterse a una cuestión de confianza en el Parlamento.
Hasta aquí las informaciones, los datos. “Así son las cosas y así se las hemos contado”, que decía Sáenz de Buruaga. Pero vamos ahora con las opiniones porque ese muro del que suele hablar Sánchez sí existe en los periódicos. Vamos a comprobar cómo hoy más que nunca las percepciones no tienen nada que ver a uno y otro lado del río.
Empiezo por los periódicos más cercanos a Moncloa. ElDiario dice que la denuncia de Manos Limpias que ha supuesto la apertura de diligencias a Begoña Gómez consiste en “ocho recortes de prensa con un bulo” y que las acusaciones no tienen credibilidad. El País, en su editorial, ya saben, la opinión del periódico: “Por las exhaustivas investigaciones que ha realizado este periódico, no parece que haya una sola prueba de que las actividades de Begoña Gómez incurran en un delito”. Además, El País llama “pseudoprensa” a los medios que han informado contra la primera dama y habla de “jueces que se precipitan al admitir semejante basura como indicio”.
El editorial más sorprendente de esta mañana es el de La Vanguardia, una cabecera que generalmente tiene buena sintonía con Sánchez. Es un editorial de tono neutral, que refiere un par de cosas interesantes. La primera: el “desgaste físico de Sánchez”. La segunda: no hay un cierre de filas. Es más, el texto dice al presidente que sus responsabilidades políticas le “obligan a aclarar a la ciudadanía el alcance de su decisión, cuanto antes mejor”.
Salto ahora el muro de Helm para leer los editoriales de los medios más cercanos a la oposición. El Mundo acusa a Sánchez de poner a España en “interinidad” para “victimizarse”. ABC dice que “Sánchez manipula al país” y que sus estrategias “superan con mucho a las de Pablo Iglesias”. Hablan de un “patrón populista”. Y me indigna que el maldito ABC te insulte así, patrón, con la excusa de hablar mal de Sánchez. ¿Cómo que “patrón populista”? Os digo por carta que soy un hombre enamorado de su patrón. El Confidencial: “Sánchez somete a España a una crisis de Estado”. EL ESPAÑOL: “Sánchez sobrerreacciona de forma irresponsable a un acto judicial sin trascendencia”.
Quiero terminar con un chiste que saco de El País. Especifico la fuente por si me fueran a cerrar la revista de prensa. Es un chiste publicado más allá de la fachosfera. Me refiero a la nueva versión de ese soneto de Quevedo titulado “Amor constante, más allá de la muerte”. Y que ahora termina así: “Su cuerpo dejará, no su cuidado. Será ceniza, mas tendrá sentido. Perro será, mas perro enamorado”.
*Esta es la revista de prensa que Daniel Ramírez realiza cada mañana para 'La España que madruga', en 'Más de Uno', el programa de Carlos Alsina en Onda Cero.