Puigdemont recorta distancias con Illa, qué dice la prensa
Faltan dos días para las elecciones catalanas. Compañeros, habéis dejado el bocadillo, la cerveza y la tienda de campaña en la universidad. Os llevo, en el autobús, a una excursión fascinante. Empleo para la ambientación dos crónicas. Una de El País y otra de EL ESPAÑOL. Estamos yendo a ver a Carles Puigdemont, que se hace carne, al punto, por favor, en el Pirineo francés.
Nos bajamos del autobús. Faltan varias horas para que termine el mitin del mesías y podamos acercanos a tocarle, así que hacemos tiempo para charlar. Ismael Monzón, en EL ESPAÑOl, cuenta la gente a la que nos encontramos. Hay un argentino que dice que empezó votando a Felipe, pasó a votar a Aznar y ahora apoya a Puigdemont. También está Ana, la hija de una alcaldesa de Junts, que ha venido a ver a su madre. Cuenta que era independentista hasta que empezó a estudiar Derecho y vio que era imposible. El speaker, que trabajó en el Barça, va preguntando al público, como si fuera la cabalgata de Reyes: “¿Qué le pedirías a Puigdemont?”. La mejor escena llega cuando toca jugar al futbolín. Unos manejan al Barça pero, claro, alguien tiene que jugar con el Madrid… y nadie quiere.
Paso a la crónica de El País porque, en este exilio que parece un jacuzzi, donde la caña cuesta 2,50 y el bocata de butifarra del país 7 euros, hay unos hombres muy grandotes que parecen escoltar a Puigdemont. Dice El País que son “mossos de paisano”, agentes que juntan días libres para poder viajar a Francia y, estando desarmados y fuera de servicio, poder escoltar a su amado líder. Recuerda la crónica una cosa muy divertida: a menos de diez kilómetros, si Puigdemont pusiera la puntita en España, estos mismos agentes deberían detenerle. Cito: “La jefatura de la policía estudiará si los agentes han podido incurrir en una falta disciplinaria”.
Fue en 1126 cuando Bernardo de Claraval escribió que la medida del amor es amar sin medida. Así aman estos agentes a Puigdemont. Y si los sancionan con una falta disciplinaria, los apoyaré, porque, patrón, yo te amo sin medida, pero también sin disciplina.
La Razón dice en su portada que Puigdemont está resistiendo muy bien el cierre de campaña y que la presión crece en el PSC por la presión de Moncloa. Sánchez sabe que necesita una victoria contundente de Illa para sobrevivir. En el otro lado de la balanza independentista, las elecciones no pintan bien. ABC: “La ventaja de Puigdemont en los sondeos tensiona a ERC, abocada a una decisión dolorosa”.
Si hacen presidente a Illa, serán considerados unos traidores. Si no lo hacen, podrían hundirse en una repetición electoral al ser concebidos como culpables de esa repetición. Ambas opciones entrañan la pérdida de cargos institucionales y sueldos. El País: “Esquerra desconfía de las llamadas de Puigdemont a otro Govern independentista. Junts aspira a liderar el bloque tras años de empate técnico”.
Es difícil encontrar porque, aunque llevo gafas de nadar, una vez te sumerges en el fango no ves nada. Alejandro Fernández, por ejemplo, sale con los ojos cerrados en la portada de El Mundo. Supongo que han elegido esa foto conscientemente, no creo que Alejandro saliera en todas con los ojos cerrados. Es una foto indescifrable: puede parecer que se ha quedado dormido, que inspira aire fresco, que está hundido, que está contento. Dice que el procés “no ha muerto” y recuerda que él y la de la CUP son los únicos candidatos que han estudiado en un colegio público.
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Están muy preocupados en Génova por la resistencia de Vox en Cataluña. Tanto como para haber coordinado tres entrevistas al mismo tiempo. Alejandro Fernández es portada en El Mundo, como hemos dicho, pero también en ABC y La Razón. Promete que no ofrecerá sus escaños a Illa salvo que rompa con el independentismo.
El Confidencial publica esta mañana que el PP pretende “arrasar” en Barcelona y arrebatar a Vox el segundo escaño en Tarragona. El Mundo revela que el PP ha pagado una campaña de última hora en redes para intentar adelantar a Vox. Los mensajes difundidos son “duros” en “inmigración y seguridad”. Utilizan a Albiol, alcalde de Badalona, como ariete.
Quien no ha aparecido en la campaña, y esto es muy interesante, es Josep Borrell, el catalán más influyente del mundo por su cargo en Europa. Recuerda El Confidencial que fue protagonista en las campañas de 2017 y 2021, pero que este año no se le ha llamado por estar en contra de la amnistía. Algo muy divertido: dice el equipo del PSC, “no, no le hemos llamado por motivos de agenda”. Responde el equipo de Borrell: “No es un problema de agenda”. Borrell, de hecho, rechazó encabezar la candidatura del PSOE a las europeas.
No descartéis, compañeros, que el programa especial de este domingo sea solo la primera parte. La Vanguardia publica una crónica esta mañana explicando la dificultad para formar una mayoría de gobierno y EL ESPAÑOL dice que los últimos trackings acortan la distancia entre Illa y Puigdemont.
*Esta es la revista de prensa que Daniel Ramírez realiza cada mañana para 'La España que madruga', en 'Más de Uno', el programa de Carlos Alsina en Onda Cero.