Ayer se cumplieron ochenta años del desembarco de Normandía. Todos los periódicos sin excepción llevan en sus portadas de esta mañana una fotografía de los actos de homenaje a los paracaidistas que, aquel 6 de junio de 1944, se lanzaron sobre la playa de Omaha para combatir el nazismo, el fascismo y los bulos. Porque era tremendo el ministro de Propaganda Goebbels con los bulos.
Supongo que, después, en el monólogo y en la tertulia, explicaréis la emoción que sentisteis, siendo niños, cuando escuchasteis en aquellas radios clandestinas los primeros detalles del Desembarco.
El Mundo elige una foto donde aparece Zelenski, que estuvo presente en el homenaje, saludando a los supervivientes de aquella gesta militar. El titular dice: “Biden se compromete con Europa en la conmemoración del Día D. La batalla contra la tiranía continúa 80 años después”.
En La Razón vemos a Biden, Macron y el primer ministro de Canadá, máximas autoridades de las naciones que pusieron la carne de cañón para el desembarco. En ABC aparece Biden recorriendo las tumbas de los soldados norteamericanos muertos y una frase que dice: “No podemos ceder ante los dictadores. La libertad es más fuerte que la tiranía”.
Confieso que algo nervioso, he recorrido los periódicos en busca de la participación de Pedro Sánchez en los homenajes al Desembarco de Normandía, el líder europeo que más hace por combatir el fascismo. Y he creído haberlo encontrado en la portada de El País, cuyo titular dice: “Los últimos que salvaron a Europa”. Pero no se refiere a los ministros del Gobierno.
Irreductible ante tal injusticia, ¡ni El País está cuando se le necesita!, he visto la luz en un titular de EL ESPAÑOL que dice así: “La historia del único español que participó en el Desembarco de Normandía”. Pero me he topado con Manuel Otero, un gallego que murió en la playa de Omaha armado de su fusil, y no con Pedro Sánchez.
Querido presidente, soy zurdo, te escribo estas líneas con la mano izquierda: en los 80 años del Desembarco de Normandía, siempre gracias por combatir el fascismo. Nunca lo olvidaré. Dentro de pocos años, cuando mis compañeros ya no estén para reivindicarlo, seguiré haciéndolo.
Hay otro paracaidista contra el fascismo que tiene el poder de lanzarse simultáneamente sobre las casas de todos los españoles. EL ESPAÑOL: “Hola, soy José Luis Zapatero. La llamada que no esperas y pretende cambiar tu voto”. ABC: “El PSOE llama a miles de casas con Zapatero pidiendo el voto. El mensaje grabado salta automáticamente al descolgar el fijo”.
Dejadme que cuente un caso concreto. Ayer me llamó mi abuelo José Mari desde Pamplona, 93 años. Me dijo: “Muchacho, no te lo vas a creer. Acaba de llamar a casa Zapatero”. Le dije: “Abuelo, sería algún amigo gastándote una broma”. “Que no, que era Zapatero pidiendo el voto”. ¿Y qué has hecho? “¡Por Dios! Colgar inmediatamente”.
Voy con cosas de menos nivel, que no tienen que ver con la lucha contra el fascismo, pero que también revisten carácter de noticia. El Confidencial cuenta que hoy se celebra un “consejo de alta tensión en la Complutense por el software que diseñó el Ibex para Begoña Gómez”: se va a dilucidar quién se quedó con la propiedad de tal software, si la Complu o Begoña.
El Mundo revela que la Fiscalía Europea investiga debido a indicios de tres delitos: malversación, tráfico de influencias y prevaricación. En La Razón nos dicen que el CGPJ va a debatir si los ataques de Sánchez a los magistrados afectan a la independencia judicial. Y enEL ESPAÑOL leo que el juez Peinado debe de ser un cachondo. Le recriminaron que se saltara la regla no escrita de imputar a un político justo antes de las elecciones y él dice: que yo sepa, ninguna Junta Electoral ha proclamado a Begoña Gómez candidata.
Mientras tanto, el padre Feijóo daba un mitin en Madrid bajo una tormenta enorme. ABC: “Feijóo pide en Madrid comenzar el cambio bajo la lluvia”. Recreación del poeta peruano… César Vallejo. Variación de Alberto Núñez Feijóo.
“Me moriré en Madrid con aguacero,
un día del cual tengo ya el recuerdo”.