El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu.

El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu. EFE

LA TRIBUNA

Israel tiene el derecho y la obligación de acabar con Hamás

Los asesinatos de Hamás y su objetivo declarado, el genocidio de los judíos, no preocupan demasiado a los círculos "progresistas".

6 septiembre, 2024 14:54

El 7 de octubre de 2023, la organización terrorista Hamás, que gobierna la Franja de Gaza desde 2007, lanzó un ataque terrorista contra el Estado de Israel. Casi mil doscientos israelíes fueron asesinados. Civiles inocentes. Mujeres y niños fueron masacrados. Las mujeres jóvenes fueron violadas.

Los horrores se conocieron en cuestión de horas. La mayoría o todos los líderes del mundo libre expresaron su apoyo a Israel y a su derecho a defenderse. Pero, al mismo tiempo, la industria de la mentira entró rápidamente en acción.

En lugar de manifestarse contra los espantosos asesinatos en masa y las atrocidades palestinas, académicos y estudiantes empezaron a protestar contra Israel. Las redes sociales se convirtieron en la principal plataforma de las mentiras y comenzaron las manifestaciones en los campus.

Manifestación antisemita en un campus americano.

Manifestación antisemita en un campus americano. Reuters

No contra Hamás. No contra las atrocidades. No contra los asesinatos en masa. Contra Israel.

Israel no es un Estado colonialista. La Franja de Gaza no es una prisión. Hamás no es una organización de liberación nacional. La batalla no es entre Israel y Hamás. La batalla es entre el mundo libre y la yihad, de la que Hamás forma parte. Es una lucha de los musulmanes moderados y decentes, que son la mayoría, contra los islamistas que asesinan y generan terror. La mayoría de sus víctimas son musulmanes.

La yihad es el mayor enemigo de los oprimidos y los débiles. El 89,5% de los atentados asesinos yihadistas se llevan a cabo en países musulmanes. Casi el 95% de las víctimas son musulmanes y/o residentes en países pobres, principalmente de África.

"El sionismo es humanismo, no colonialismo. La reivindicación de la autodeterminación judía obtuvo el reconocimiento internacional"

Pero en Berkeley y Oxford no hay manifestaciones contra la yihad asesina. Sólo hay manifestaciones en apoyo del opresor más brutal de nuestra época: la yihad.

El sionismo es humanismo, no colonialismo. El sionismo comenzó a finales del siglo XIX, cuando muchos pueblos estaban hartos del colonialismo. La reivindicación de la autodeterminación judía obtuvo el reconocimiento internacional.

¿Mis abuelos, que huyeron de Yemen hace más de cien años, en 1920, eran colonialistas?

¿Los judíos que huían de los pogromos en Rusia eran colonialistas?

¿Los supervivientes del Holocausto, que no tenían adónde ir tras la Segunda Guerra Mundial, que no tenían dinero, eran colonialistas?

La coalición liderada por Estados Unidos lanzó en 2001 la conocida como 'guerra contra el terror' y bombardeó Faluya, Mosul y Raqqa para derrotar a Al Qaeda o ISIS. Cientos de miles de personas murieron.

Esto no fue un crimen de guerra. Era necesario, a pesar de que Occidente no sufría ninguna amenaza existencial.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en una imagen de archivo.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en una imagen de archivo. Europa Press

Israel no sólo tiene el derecho, sino también el deber, de derrotar a Hamás. En cuanto Israel detiene el fuego, el eje del mal anuncia que reiterará sus esfuerzos por destruir Israel. Esto es lo que dice Razi Hamad, un alto cargo de Hamás: "El 7 de octubre fue sólo la primera vez. Habrá una segunda, una tercera y una cuarta vez".  

ISIS es Hamás. En 2014, el antiguo líder del ISIS Abu Bakr al-Baghdadi declaró que el objetivo de la organización era un califato global y que Roma, la capital del Vaticano, era el primer objetivo.

Seis años antes, en 2008, Yunis al-Astal, uno de los líderes de Hamás, llamó en Al-Aqsa, TV de Hamás, a "conquistar Roma, y también las dos Américas"

En 2012 fue el Dr. Subhi al-Yaziji, uno de los responsables de la Universidad Islámica de Gaza, quien declaró en el canal de Hamás: "Izaremos la bandera del Califato Islámico sobre el Vaticano".

En la misma línea, Mahmoud al-Zahar, miembro de la dirección de Hamás, declaró: "El ejército de Jerusalén no liberará sólo las tierras de Palestina. 512 millones de kilómetros cuadrados de la tierra caerán bajo nuestro poder. Acabaremos con el sionismo y el cristianismo traidor". Hamás ha ido más allá que el propio ISIS. 

"Hamás se hizo con el control de la Franja de Gaza en 2007, asesinando a cientos de personas. Incluso arrojando a opositores políticos desde los tejados"

Hamás no se contentó con pedir la conquista de todo el planeta. Las emisiones de Hamás pedían repetidamente "la aniquilación de judíos y cristianos hasta el último de ellos". Esta fue también la orden del líder islámico suní Sheikh Yusuf Qaradawi, que llamó a los musulmanes a "completar la obra de Hitler". 

El líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, declaró que "es excelente que los judíos se concentren en Israel, porque así no habrá necesidad de perseguirlos por el mundo, y en suelo israelí se llevará a cabo la solución final y completa".

Hamás se hizo con el control de la Franja de Gaza en 2007, asesinando a cientos de personas. Incluso arrojando a opositores políticos desde los tejados.

En Gaza, la educación para el exterminio de los judíos comienza hoy en las guarderías. A pesar de ello, la comunidad internacional ofreció ayuda a Hamás a cambio de un cambio de política. Haniyeh, el líder de Hamás, declinó la oferta.

En 2014, los ministros de la UE ofrecieron ayuda a cambio de "desmilitarizar todas las organizaciones terroristas". Incluso presentaron un plan detallado. El Consejo de la Unión Europea también presentó una propuesta oficial basada en "rehabilitación a cambio de desmilitarización". El nuevo líder de Hamás, Yahya Sinwar, volvió a dejar claro en 2017 que "Hamás nunca reconocerá a Israel".

En 2018, la UE reiteró su postura de desmilitarización a cambio de reconstrucción. No sirvió de nada. ¿Prosperidad o terrorismo? ¿Bienestar o industria de la muerte? Hamás eligió el terrorismo.

Un alto cargo de Hamás, Mushir al-Masri, ha aclarado anteriormente qué es un alto el fuego para Hamás: "Una tregua en el diccionario de la resistencia significa la preparación para la próxima campaña. Nuestra resistencia seguirá llenando y desarrollando arsenales y produciendo nuevos y sorprendentes componentes para futuros sistemas".

Esto es exactamente lo que ha hecho Hamás.

¿Por qué ocurre esto? Porque Hamás es una organización de la Hermandad Musulmana. Ya en 1938, su fundador, Hassan al-Bana, concedió a la organización la autodeterminación en uno de sus artículos bautizándola como "industria de la muerte". Nada de bienestar. Ni prosperidad. Ni rehabilitación. Ni educación. Muerte.

Ese artículo fue escrito después de la Gran Revuelta Árabe que comenzó en 1936. Unos cinco mil árabes palestinos fueron masacrados, la mayoría de ellos por las bandas asesinas de Hajj Amin al-Husseini, que más tarde se unió a los nazis y abogó por el exterminio de los judíos.

Esto no impidió que Al Bana escribiera en su artículo "habéis enseñado a los pueblos del islam el placer, la belleza, el esplendor y la buena recompensa que existen en el trabajo de la muerte".

Fathi Hamad, uno de los líderes de Hamás, lo confirmó con sus propias palabras: "La muerte entre el pueblo palestino se ha convertido en una industria". Ni que decir tiene que la mayoría de las víctimas de la yihad, entonces como ahora, son musulmanes.

La ideología de Hamás, el rechazo de las propuestas de la comunidad internacional y la insistencia en continuar con el aislamiento a pesar del sufrimiento de los residentes de la Franja de Gaza no preocupan demasiado en los círculos "progresistas". El autoengaño es autodestructivo.

"Un estudio detallado de las cifras de fallecidos del Ministerio de Sanidad de Hamás demuestra que están falsificadas"

Casi todos los canales de noticias del mundo repitieron como loros los datos de la ONU y de la OCHA (Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios) según los cuales "las mujeres y los niños representan casi el 70% del número de muertos en Gaza".

Cuatro publicaciones refutaron los datos. Estadísticamente imposible: Un análisis crítico de las cifras de fallecidos de mujeres y niños proporcionadas por Hamás, escribieron tres investigadores, Tom Simpson, Lewi Stone y Gregory Rose en la revista Fatvom.

El profesor Abraham Wyner refutó las cifras de Hamás en la revista Tablet: Cómo el Ministerio de Sanidad de Gaza falsea las cifras de víctimas.

Gabriel Epstein, asistente de investigación en The Washington Institute, escribió: "Los medios de comunicación internacionales y las ONG han repetido las cifras del grupo sin advertencias, dando crédito a las sospechas de mala conducta israelí y alimentando las acusaciones de crímenes de guerra e incluso de genocidio".

"La cuestión es", escribió Epstein en su detallada investigación, "que Hamás manipula las cifras de víctimas mortales en Gaza". En un segundo informe, Epstein escribió que las cifras de muertos de Gaza no tienen ninguna credibilidad.

Un informe más, este de Honest Reporting, descubrió que "un estudio detallado de las cifras de fallecidos del Ministerio de Sanidad de Hamás demuestra que están falsificadas". 

Finalmente, incluso la OCHA, la agencia de la ONU que distribuyó los datos basándose en el Ministerio de Sanidad de Hamás, revisó el número de víctimas mortales de Gaza y concluyó que hay "casi un 50% menos de mujeres y niños muertos de lo que se había informado anteriormente".

Benjamin Netanyahu frente a un mapa de la franja de Gaza.

Benjamin Netanyahu frente a un mapa de la franja de Gaza. EFE

Uno de los responsables de Hamás, Fathi Hamad, declaró: "Utilizamos a mujeres y niños como escudos humanos. Ellos le dicen al enemigo sionista que aspiramos a la muerte como vosotros aspiráis a la vida".

Y, sin embargo, Israel debe luchar contra los terroristas de Hamás sólo y exclusivamente dentro de los límites del derecho internacional. La cuestión, por supuesto, es cómo luchar contra grupos como ISIS y Hamás.

Los países del mundo libre se enfrentaron a un dilema idéntico al de Israel cuando hubo que desarraigar al ISIS de zonas enteras de Irak y Siria, especialmente de las ciudades de Mosul y Raqqa, que era la capital del Estado Islámico.

Pues bien, en Mosul, el 65% de los edificios de la ciudad fue destruido. En Raqqa se destruyó el 70%. Los países occidentales, especialmente Estados Unidos y Gran Bretaña, no participaron en la guerra sobre el terreno. Sólo ayudaron mediante bombardeos aéreos.

En las dos últimas décadas, la 'guerra contra el terror' se ha librado en tres escenarios principales: Afganistán, Irak y Pakistán. Según un informe del Wilson Institute de la Universidad Brown, el 71% de los muertos, en noviembre de 2018, eran civiles.

Por lo tanto, vale la pena señalar que ni siquiera las acusaciones más graves contra Israel hablan de un 70% de víctimas mortales inocentes, y ciertamente no de un 90%.

En 2014, el intelectual estadounidense Sam Harris publicó un artículo que concluía: "La verdad es que todos vivimos en Israel. Sólo que algunos no lo entendemos". Con el tiempo, el mundo libre lo entenderá.

Sólo queda una pregunta. ¿Serán necesarias decenas de millones de muertes, o se puede detener al eje del mal ahora, a un coste mucho menor?

*** Ben-Dror Yemini es jurista, investigador, periodista, conferenciante y autor del libro 'La industria de las mentiras'

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