Soldados israelíes ante el cadáver de Yahya Sinwar.

Soldados israelíes ante el cadáver de Yahya Sinwar. IDF

Tribunas LA TRIBUNA

Quizá la eliminación de Sinwar no sea tan buena noticia para Israel

Con Hamás y Hezbolá descabezados, sólo queda saber si la estrategia de Israel es la acertada o si sus nuevos líderes terroristas serán más radicales que los anteriores. 

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Este jueves 17 de octubre, las Fuerzas de Defensa de Israel localizaron y asesinaron al líder de Hamás, Yahya Sinwar. El que Israel considera el ideólogo de la matanza del 7 de octubre atesoraba un historial delictivo a la altura de líderes terroristas como Carlos, Bin Laden o Abu Bakr al-Baghdadi.

Nacido en Jan Yunis cuando la Franja de Gaza se encontraba bajo ocupación egipcia, desde joven se vinculó a los grupos radicales gazatíes.

A comienzos de los ochenta fue condenado a prisión, donde conoció a Salah Shehade y Rawhi Mushtaha, quien se convertiría en su mano derecha hasta que fue eliminado por Israel hace sólo algunas semanas.

El terrorista palestino Yahya Sinwar.

El terrorista palestino Yahya Sinwar.

La crueldad con la que se empleaba contra palestinos e israelíes le valieron el apodo de "el carnicero de Jan Yunis". Una de sus técnicas favoritas era enterrar vivos a aquellos que consideraba que colaboraban con Israel.

En 1989, Sinwar fue condenado a cuatro cadenas perpetuas, aunque en 2011 quedó libre por el intercambio que se organizó con Gilad Shalit. Mientras cumplía condena, fue operado por Israel de un tumor cerebral, algo que no logró frenar su odio contra el Estado judío.

En 2017, Yahya Sinwar se convirtió en el líder de Hamás en la Franja de Gaza. Desde entonces, dedicó su tiempo a planear el ataque del 7 de octubre. Su objetivo era lograr la catarsis de Israel, aunque probablemente calculó mal la respuesta de Jerusalén, ya que en sus planes no estaba que Netanyahu iniciara una campaña como la que está llevando a cabo en la Franja de Gaza.

Ahora se plantean dos preguntas. La primera, quién va a liderar Hamás. Y la segunda, cómo va a evolucionar la guerra.

La muerte de Yahya Sinwar se enmarca en una política de asesinatos selectivos que se ha cobrado la vida de terroristas como Mohamed Deif, Ismail Haniya, Marwan Issa, Hasán Nasralá o Saleh al-Arouri. Tanto Hezbolá como Hamás tienen que decidir quiénes serán sus sucesores.

En el caso del grupo libanés, parece que el sucesor de Nasrallah, Hashim Safi Al Din, también ha sido eliminado, lo que sitúa a Hezbolá en una situación muy complicada. Ahora mismo no parece que haya nadie dispuesto a sucederle. 

En cuanto a Hamás, todavía no parece que esté tomada la decisión de quien debe suceder a Yahya Sinwar. Ahora mismo se perfilan dos candidatos claros: su hermano Mohammed y Jaled Meshal.

"Si el elegido para sustituir a Sinwar es su hermano, las opciones de un alto el fuego se diluyen, ya que su historial criminal augura un nuevo periodo de muerte y dolor"

Dependiendo de si el elegido es Mohammed Sinwar o Jaled Meshal, el conflicto puede evolucionar por derroteros diferentes. Mientras que Meshal parece representar una línea menos dura, Sinwar es la opción continuista de su hermano.

De hecho, Jaled Meshal ha hecho alguna declaración criticando la decisión de llevar a cabo el 7 de octubre sin haber consultado a los palestinos.

Por su parte, si el elegido es Mohammed Sinwar, las opciones de un alto el fuego se diluyen, ya que su historial criminal augura un nuevo periodo de muerte y dolor

Un elemento que corre en contra de Jaled Meshal es su procedencia geográfica, ya que mientras que Mohammed Sinwar nació en Jan Yunis, Meshal nació en la localidad cisjordana de Silwad. Como es sabido, Hamás es sobre todo un grupo gazatí, y por ello, resulta complicado que pueda elegirse como mandatario a alguien que no haya nacido en la Franja.

Además, Jaled Meshal es considerado por buena parte de los palestinos como un corrupto, ya que es conocida la inmensa fortuna que atesora en el exterior. La revista Forbes calculó su fortuna en cinco mil millones de dólares. Una fortuna que se habría fabricado con el dinero procedente de las ayudas internacionales

La segunda incógnita es el futuro de la guerra. Algo que, como se ha visto, va a estar condicionado por la elección del futuro líder de Hamás.

En cualquier caso, lo que debemos tener en cuenta es que Yahya Sinwar era uno de los obstáculos para negociar un acuerdo para liberar a los rehenes. De hecho, es sabido que Sinwar se rodeaba de rehenes, a los que usaba como escudos humanos para evitar ser abatido por los israelíes.

Con Hamás y Hezbolá descabezados, sólo nos queda ver si la estrategia de Israel es acertada o si, por el contrario, la eliminación de los líderes de ambas organizaciones sólo generará un reemplazo más radicalizado.

*** Alberto Priego es profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Pontificia de Comillas.