Si hubiera que escoger un adjetivo para definir el clima español la palabra sería variopinto. De hecho, cuando en algunas zonas del país disfrutan de temperaturas propias de verano, en otras contemplan tormentas eléctricas de gran importancia o embarramiento de ciudades por la cantidad de litros por metro cuadrado que caen del cielo.
Hemos pasado por tormentas como Filomena, que paralizó no sólo Madrid, si no todas las ciudades que dependían de ella, los fuertes vientos del Sáhara, que convirtieron las ciudades del sur en lugares parecidos a Marte, o tormentas eléctricas en El Maestrazgo, la zona de la Península Ibérica en la que caen más rayos.
Por ello, solicitamos a los lectores una imagen que documentara la borrasca del año. Estas han sido las fotografías que han mandado los lectores al correo participacion@elespanol.com.