No suele conceder entrevistas. Prefiere mantener las distancias, no saciar a los más curiosos. No obstante, hace una pequeña excepción con este periódico, que se traslada a su casa para conocer su insólito pasatiempo. Sobre uno de los muebles que conforman lo que parece ser un despacho, 14 barajas de cartas de diferentes temáticas se encuentran colocadas con destreza. Resulta ser obra y gracia de Luis Alfonso de Borbón.
Mientras llega, este diario alcanza a examinar los bordados en las servilletas 'BV', la amplitud y luminosidad del inmueble y las singulares barajas de cartas, pertenecientes a la colección 'Ñ Juega España': Héroes del deporte, Juega y Adivina, Juega y Reflexiona, Juega con Dios, Juega España, Conoce España, Gánate el Cielo, Salta al Ruedo, El Cazador Cazado, Juega para nota, ¡Juega Colchonero! y Juega al Refranero. Todas ellas creadas con un fin, promover el conocimiento de España, su cultura.
"Os regalo el juego que más os guste", expresa el aristócrata al llegar. Al presentarse, arroja, dicharachero, que le tuteemos y le llamemos Luis. Es de campechana actitud. Sencillo, jovial, cordial. Sugiere realizar las fotografías en la planta de arriba. Allí huele a café recién hecho, que sirven a posteriori. Hay libros y meninas por doquier, también en el jardín. La luz aviva los retratos pictóricos, seguramente familiares de la realeza.
La idea de este nuevo negocio —y motivo de la mediática visita— surgió en época de pandemia, cuando el Borbón descubrió a su hija Eugenia redactando pequeños resúmenes para las asignaturas del colegio. "Me pregunté qué podría aportar creando yo mismo fichas de este estilo. Comencé a hacer resúmenes sobre la historia de España, desde los Reyes Católicos hasta nuestros días. Mi idea era desarrollar en seis líneas acontecimientos, personajes y monumentos históricos. En mis juegos, al contrario que en las preguntas-respuestas del Trivial, en cada carta hay seis frases a las que le falta una palabra que deberá ser adivinada por el jugador, cuenta el aristócrata a EL ESPAÑOL | Porfolio
No obstante, la primera baraja de cartas que el Borbón creó fue sobre la historia de la monarquía francesa, de su familia: Le Jeu Royal. La historia abarca desde el reinato de Hugo Capeto, en el año 987, hasta el propio Luis Alfonso y su mujer Margarita. El juego estaba escrito en francés y se vendieron más de 2.000 ejemplares de los 3.000 que el aristócrata puso en venta. "Yo me quedé con 100 barajas que regalé a amigos y familiares francoparlantes. Gustó mucho. Fue entonces cuando me decidí a lanzar el de historia de España. Y este, a su vez, impulsó un juego sobre geografía española", expresa.
Luis Alfonso cree que esta baraja es la que más mérito ha tenido, puesto que todas las ventas fueron gracias al boca-boca: "Entonces no lo vendía por Amazon ni tenía repercusión mediática. Sólo se vendía en un local gracias a una asociación. Aun así funcionó muy bien en Francia. Para saber si ha gustado, más que fijarme en las ventas, pongo atención a los comentarios que escucho al respecto".
"Juega España es un juego creado para la diversión pero también para dejar a las nuevas generaciones un legado de la Historia de su país. Una Historia de la que cada vez se enseña menos…", se puede leer en la página web oficial de 'Ñ Juega España'. Actualmente, la serie la conforman 14 barajas de cartas. Se pueden comprar tanto por Amazon como en Librerías Troa. Cada juego cuesta 25 euros y contiene un dado y 96 cartas: 80 cartas temáticas y 16 cartas de acción. Pueden jugar entre dos y ocho personas y están pensadas para que se pueda jugar en dos modalidades, modo avanzado o modo principiante.
"Los infantes españoles prefieren la muerte a la deshonra, ya hablaremos de capitulación después de muertos" o "A los españoles les gusta renegar de su país y de sus instituciones, pero no permiten que lo hagan los extranjeros", son algunas de las frases de personajes célebres que pueden leerse en la baraja de historia. Además, en una de las cartas de acción se expone que si el jugador grita "Arriba España", podrá quitarle una carta a cualquier jugador y volver a tirar el dado. Y ¿quién gana el juego? Obtenga diez cartas o que forme la palabra ESPAÑA con las inicilaes de dichas cartas.
El Borbón revela que tarda unos tres meses en redactar una baraja y que uno de los juegos surgió en medio de un retiro espiritual de Emaús, un movimiento fundado en Francia orientado, principalmente, a personas católicas. "Estando allí, un amigo me propuso crear un mazo sobre santos, porque ¿quién no tiene un Santo predilecto? Así nació Gánate el cielo. El problema que encontré con esta baraja fue tener que limitar a 80 los miles santos que existen. Quería elegir los que fueran más conocidos. Para ello me ayudaron un par de amigos, uno de ellos sacerdote", cuenta. Y ¿el santo favorito del Borbón? San Luis, por supuesto.
El objetivo de esta baraja es la de familiarizar a los jugadores con la vida de los santos, "ver que fueron personas de carne y hueso como nosotros y que han tenido unas vivencias y unas experiencias". Tras Gánate el cielo llegó Salta al Ruedo, un repaso de todas las figuras del toreo, tanto de toreros como de rejoneadores, así como curiosidades sobre plazas de toros y ganadería. Una introducción a la historia de la tauromaquía. El borbón señala que no hace falta ser ningún erudito para poder jugar y expresa que lo importante y el objetivo de los juegos es disfrutar y aprender junto a familiares y amigos.
Pregunta.- ¿Juegan mucho en casa?
Respuesta.- Bastante. Todo lo que el tiempo nos lo permite. Sobre todo cuando llueve y hace frío. Mis hijos tienen acceso a teléfonos y tecnología, pero se lo limitamos mucho. Nos gusta fomentar el pasar tiempo en familia.
P.- De la serie, ¿cuál es vuestro juego favorito?
R.- Juega España, Juega al Refranero y Juega y Adivina, al que Enrique también puede ya participar.
P.- Usted es quien redacta las cartas, ¿se podría decir que tiene ventaja jugando?
R.- Hacen hasta equipos contra mí. Así es, yo soy quien redacta los juegos, y como es obvio juego con algo de ventaja [Risas].
P.- ¿Qué está haciendo para darlo a conocer?
R.- Me muevo por mercadillos, ya sean benéficos, de Navidad o mercadillos del propio colegio. También saco provecho de las redes sociales.
P.- ¿A tope en Instagram?
R.- Antes lo hacía yo con ayuda de mi mujer, pero terminamos contratando a alguien para que lo hiciera.
P.- Cualquier cosa es bienvenida para publicitarlo, ¿verdad?
R.- Exacto. Quiero fomentar unas olimpiadas de Juega España en el colegio de mis hijos. Me gustaría coger tres o cuatro barajas de diferentes temáticas y organizar unos juegos. Al ser un centro escolar elegiría Historia y Geografía. Y al ser católico optaría por Gánate el cielo o Juega con Dios. Finalmente escogería alguno estilo Juega al Refranero o Juega y Adivina. Al final todo es cultura española, y lo importante es promoverla, avivarla.
P.- ¿Hay barajas de cartas en el horno ahora mismo?
R.- Estoy redactando una de literatura y de arte. Me gustaría hacer otra sobre el mundo cinematográfico. Mi hijo pequeño me dijo que le hiciera una exclusivamente para él y se me ocurrió crearla sobre superhéroes. El problema es que cuando lo terminé me di cuenta que iba más dirigido a mis hijos de 13 años. Dije 'hay que reconducir esto como sea' [risas], así que estoy redactando un juego de personajes de cuentos infantiles.
P.- No le falta imaginación, Luis.
R.- No, ideas nunca faltan.
P.- ¿Ha pensado en dar un paso más y crear tableros de mesa?
R.- No. La gran comodidad que he encontrado en las cartas es que puedes jugar en cualquier sitio, ya sea en el coche, en el avión, en el tren, en el jardín sin necesidad de tener una mesa, etcétera. Incluso, más allá del juego, las cartas pueden utilizarse meramente como información, no es necesario seguir las reglas del juego, y aun así sigue siendo entretenido y se aprende mucho.
P.- Envió una baraja a la Zarzuela, ¿verdad? ¿Qué le dijeron?
R.- Les ha gustado. No sé cuánto lo practican ni si aciertan o no. Entiendo que le serán conocido casi todo. [Risas]
Con todo, el Borbón señala que le gustaría llegar a colegios, hospitales y residencias para que tanto jóvenes como mayores puedan disfrutar de los juegos y entretenerse de vez en cuando.
Tras esto, la conversación con EL ESPAÑOL | Porfolio concluye. El aristócrata debe reunirse en la calle Princesa para seguir hablando de negocios. "Es renovarse o morir, Luis". Asiente. Aconseja volver juntos al frenesí de la capital madrileña. Él hace de chófer. Por el camino hablamos de comerciantes y distribuidores, y sale a relucir el nombre de algún que otro político.
"¿Sabías que el latido del corazón de los colibríes pueden alcanzar un máximo de alrededor de 1.200 latidos por minuto?", pregunta el Borbón mientras conduce. "No tenía ni idea, Luis", responde este diario. "Es mi próximo juego de cartas. Temática: curiosidades", señala entre risas. El pretendiente al trono francés continúa arrojando detalles sobre cómo es su vida siendo el rey de la baraja y, en el entretanto, atiende llamadas telefónicas. Se divisan más cercanas las Cuatro Torres de la Castellana. Fuera el sol es de primavera.