Isidoro el sevillano ya es dominicano. El escritor Miguel Ángel Ordóñez, en su último libro, Cap Cana: los osados aprendices de Donald Trump (Ediciones Plan B), describe cómo Felipe González ha llegado a tener una nueva nacionalidad, después de que el pasado mes de febrero se le fuera concedida la dominicana a título de naturalización privilegiada, entregada en mano por el presidente Luis Abinader.
Muchos se preguntan la razón de esta decisión: ¿Qué puede motivar al exmandatario a sus ochenta años a ser dominicano? ¿Ha seguido los pasos de su compañero de partido José Bono? El escritor Miguel Ángel Ordóñez señala: "Recibió la nacionalidad dominicana no solo por su cercanía con el mandatario criollo, sino porque a Abinader le interesa desbloquear una serie de rencillas y problemas que tenía con la familia Hazoury, que son los impulsores principales de Cap Cana" (un destino de lujo muy próximo al más conocido Punta Cana).
El autor detalla en el libro la forma en que el Gobierno venezolano compró propiedades en Cap Cana, la zona de moda de la República Dominicana y la más cara de la isla. "En Cap Cana tiene casa el propio Nicolás Maduro. En 2019 se supo que había una villa, Villa Caracola, comprada por unos testaferros que tiene el presidente venezolano". A través de sus páginas, el escritor recoge la historia de corrupción de los amigos de Felipe González en República Dominicana, cómo trataron de estafar a Donald Trump, incluso la forma en la que se desvió dinero de los ERE de Andalucía y cómo el lugar se convirtió en un refugio de chavistas corruptos.
Pregunta.- Felipe González se hace dominicano a los ochenta años, ¿con qué finalidad?
Respuesta.- Él se deja querer. En los últimos tiempos ha intensificado su labor de relaciones públicas para beneficiar a sus amigos que tienen negocios allí. Felipe ha ayudado a limar asperezas con el presidente dominicano, muy reacio hacia la potentada familia Hazoury y el empresario español Jesús Barderas, sus anfitriones cada vez que va al país caribeño. Los reparos del presidente dominicano no proceden por los polémicos negocios de los Hazoury, sino porque se implicaron demasiado en la campaña electoral del candidato del partido contrario. Felipe es un mito en Latinoamérica y especialmente en República Dominicana y siempre le ha rondado la polémica por su presencia continuada en el país, desde los tiempos en que Enrique Sarasola compró una playa allí y dijo que era parte del patrimonio que le estaba juntando a Felipe González para cuando abandonase la política. Uno de los socios de Sarasola Lerchundi es otro amigo de Felipe, Jesús Barderas, tan, tan íntimo que el policía Villarejo trató con él como emisario del expresidente y ha declarado no hace mucho que Barderas es "el testaferro" de Felipe en Latinoamérica.
"Enrique Sarasola compró una playa y dijo que era parte del patrimonio que le estaba juntando a Felipe González"
P.- ¿La concesión de la nacionalidad fue un acontecimiento en la República Dominicana?
R.- No trascendió tanto. Hubo un acto restringido en el Palacio Nacional, sede de la Presidencia, en febrero de 2022, y él hizo un discurso de agradecimiento en el que destacó sus lazos políticos y sentimentales con el país caribeño. Felipe González aprovechó el viaje. Al día siguiente dio una conferencia magistral sobre gobernabilidad y política en la Universidad Iberoamericana, de sus amigos Hazoury, que, por cierto, fueron nacionalizados españoles por Zapatero, cuando peligró el visado de la familia para viajar a EEUU por uno de sus polémicos negocios.
P.- En su libro detalla que Cap Cana, el proyecto estrella de los amigos de Felipe González, ha servido para cometer diversos delitos de magnitud, ¿en qué basa estas informaciones?
R.- Está rigurosamente documentado que hasta Nicolás Maduro se hizo con alguna propiedad allí, a través de testaferros muy conocidos que han acabado acusados y reclamados por la justicia de EEUU, precisamente por lavado de activos, pero también por narcotráfico. Son muchos los chavistas que compraron grandes mansiones y parcelas allí, casi siempre en efectivo, y en muchos casos sin que los libros de contabilidad oficiales registrasen esas entradas. ¿Por qué? Porque quisieron aprovechar la crisis económica de 2008 para multiplicar su riqueza dejando de pagar 750 millones de dólares que debían a prestamistas y compradores. Si hubieran registrado esas cuantiosas entradas de dinero, deberían haberse utilizado en pagar las deudas.
P.- Precisamente, uno de los damnificados fue Donald Trump, a quien buscan como socio y le dejan de pagar, y él detecta este tipo de jugada, ¿no?
R.- Efectivamente. A él lo buscan los Hazoury como socio. Era un anzuelo o un gancho, para atraer compradores. Él, un tipo avezado en todo tipo de quiebras y trucos contables, sospechaba que le estaban birlando unos cinco millones de dólares, pero escarba y comprueba que eran dieciséis. Se enfada y los denuncia para cobrarse hasta el último centavo. Entre otras cosas, en el tribunal revela que pudo comprobar que al mismo tiempo que se declaraban en quiebra, los Hazoury habían recibido, al menos, 140 millones de dólares extraoficialmente, en buena parte de todos esos venezolanos. No estaban contabilizados porque también dejaron de pagar a los auditores y no hubo auditorías durante muchos años.
P.- ¿Diríamos que Cap Cana es como el Sotogrande europeo del Caribe?
R.- Sí, ellos trataron de exportar allí el mismo concepto. De hecho, Sotogrande y NH Hoteles participaron en una promoción en Cap Cana que fracasó por el estallido de la burbuja inmobiliaria. Eso sí, como estaban asociados a los Hazoury, salvaron los muebles, porque la deuda con el Banco de Reservas dominicano la pagaron con inmuebles tasados de una manera muy ventajosa para ellos.
P.- En su libro también denuncia otros casos de corrupción en República Dominicana...
R.- Sí, todo comienza con la llegada allí en los años ochenta de Enrique Sarasola, el polémico rey del pelotazo, enriquecido a la sombra de Felipe desde antes de llegar a la Presidencia del Gobierno. Le acompaña a todos los países latinoamericanos donde quería hacer negocios: la Venezuela de Carlos Andrés Pérez; el Panamá de Torrijos; la Colombia de su amigo Pablo Escobar... Después del pelotazo del metro de Medellín, con González ya en la Presidencia de España, quiere diversificar sus negocios y envía a su socio Jesús Barderas a la República Dominicana, donde gobernaba un partido socialdemócrata hermano. Compran una playa, en la bahía de Rincón, entre otros negocios. Poco a poco se fueron expandiendo. Tenían el problema de llevar a los turistas desde España y como el aeropuerto principal quedaba muy lejos, maquinaron para que el gobierno dominicano les construyese uno más cerca. Con el tiempo, lograron cuatro aeropuertos estatales en concesión, y ese es su gran salto a la riqueza. Luego vino Cap Cana.
"Maquinaron para que el gobierno les construyese un aeropuerto cerca para llevar a los turistas desde España"
P.- ¿Su pasado como corresponsal de El País en República Dominicana le ha dado mimbres para destapar lo que se cuece en la isla caribeña?
R.- Por supuesto. Viví allí durante ocho años y sigo vinculado a ese extraordinario país. Por ejemplo, viví muy de cerca la polémica que se generó cuando Enrique Sarasola dijo en una noche de borrachera que la playa Rincón era de Felipe, así como, posteriormente, todo lo que ocurrió con los aeropuertos, los años de exilio de Carlos Andrés Pérez allí y la leyenda que se generó sobre su relación con Cap Cana. También andaban por allí, por cierto, los hermanos Cisneros, los de la polémica privatización de Galerías Preciados.
P.- Los casos de corrupción más sonados en España de los últimos años, como Tándem, los ERE, Malaya o Púnica, dice usted que han acabado confluyendo en la República Dominicana. ¿Es casualidad que este destino haya sido elegido para lavar supuestamente dinero?
R.- Precisamente, por ser el paraíso y generar un retorno de las inversiones tan espectacular, ha habido muchos delincuentes que han desviado allí dinero. Del caso de los ERE, por ejemplo, se desviaron presuntamente dieciocho millones de euros a un hotel de Cap Cana. Lo denunció en el juzgado de Mercedes Alaya el presidente de Vitalia, Pascual Axé, que explicó que el PSOE andaluz y el PSC se pusieron de acuerdo para quedarse con tres millones de comisión y desviar quince millones a dicho hotel, donde aparecía Jesús Barderas, a quien califica de "testaferro" del PSOE en América.
P.- Su libro anterior, Negocios de Bajos Vuelos, sobre el oscuro proceso de privatización de los aeropuertos dominicanos, se convirtió en número uno en ventas España… Allí tampoco deja títere con cabeza.
R.- Estuvo algunos días en ese puesto en las ventas de Amazon. Se hace lo que se puede.
P.- El que fue secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, aseguró en un mitin que Felipe González estuvo en Madrid con el narcotraficante colombiano Pablo Escobar y usted en este libro da todo lujo de detalles. ¿Cómo fue este encuentro en el año 1982?
R.- Es completamente cierto. Desconocía esas declaraciones de Iglesias. Enrique Sarasola, la mano derecha de González, se hizo muy amigo de Pablo Escobar, sin cuya anuencia era imposible conseguir el pelotazo del metro de Medellín, que se produjo poco después de que Felipe ganase la primera vez, en 1982. En la suite del Palace desde cuyo balcón se asomó a saludar Felipe aquella noche de triunfo estaba Pablo Escobar. Ya era más que conocido por sus negocios con la droga. Posteriormente, me consta que visitó en numerosas ocasiones a Sarasola en España y siguieron sus negocios conjuntos. Por ejemplo, cuento un encuentro en el hipódromo de La Zarzuela, donde un amigo le recrimina que le hubiera presentado a Pablo Escobar. Él le quita hierro y dice que era buen hombre, y que eso de la droga y las muertes que provocaba eran "negocios", pero que le quería mucha gente en Colombia por todo el bien que había hecho allí.
"En la suite del Palace desde cuyo balcón se asomó a saludar Felipe aquella noche de triunfo estaba Pablo Escobar"
P.- ¿Felipe González era sabedor de estas relaciones con el narcotraficante?
R.- Pablo Escobar era archiconocido por sus negocios. En Cap Cana cuento cómo la amante de Escobar, una famosa periodista colombiana, menciona con normalidad lo bien que se llevaba con Sarasola y que Felipe estaba al tanto de todo. De hecho, cuenta que el Gobierno de Felipe González impidió la extradición a EEUU de un famoso narco, Orejuela, detenido en España, y tras "negociaciones" de Pablo Escobar con Sarasola, se logra que se le extradite a Colombia por un delito menor, por el que duró sólo días en la cárcel. En sus memorias, tanto esta periodista, Virginia Vallejo, como el propio Rodríguez Orejuela dan la cifra que pagaron en sobornos, presuntamente.
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