Ocurrió en el Rincón de la Victoria (Málaga). El chico, hijo de profesor y farmacéutica, tenía apenas 18 años y muchas inquietudes políticas. Se afilió a IU. Era el año 2003. En la sede de la localidad malagueña comenzó de pipiolo a colaborar hasta para limpiarla. Luego formó parte de la Asamblea local. En 2007 fue como número 5 de la lista de IU a las elecciones municipales. Veinte años después de afiliarse, aquel joven, con solo 38 años, renunciaba a todo lo logrado en doce. Se había convertido en el líder de IU, cargo que desempeñó durante 7 años; también, en uno de los primeros ministros comunistas de la democracia española.
Han transcurrido apenas dos meses desde que Alberto Garzón (Logroño, 1985) se alejara de la primera línea de fuego. Ya en verano de 2023 anunció que no concurriría a las elecciones generales. Luego, en noviembre, al día siguiente de la configuración del nuevo gobierno, cesó su cargo ministerial en Consumo y también abandonó el cargo de coordinador federal de Izquierda Unida.
Como él mismo ha explicado hace unos días en su perfil de Instagram, "he estado descansando, lejos ya de la dinámica, de estrés, de agobio, de tensión, en la que me había visto involucrado en los doce últimos años, en el ámbito político. En estos dos últimos meses lo que he hecho ha sido prácticamente lo contrario". Y ahora, en escasos días, vuelve a la actividad pública, pero desde el ámbito profesional privado.
En este tiempo se ha dedicado "a cuidarme, cuidar a Anna (su mujer) y he estado cuidando a mis hijos de manera integral". Porque, al anunciar su marcha, reconoció abiertamente que ellas "han sufrido más que nadie mis desasosiegos y penas, mis ausencias continuadas y mi irritabilidad estacional".
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Ha contado que ha tenido "la oportunidad de disfrutar de tiempo de calidad, que hace mucho que no lo tenía". Tiene tres hijas, Olivia, Chloe y Robin, de muy corta edad, fruto de su unión con Anna Ruiz, una médico de familia con la que se casó en 2017. Han sido, sostiene, dos meses de calidad. "Hace mucho tiempo que no podía hacerlo en esas condiciones".
En sus redes sociales se presenta como "Economista especializado en el campo de la economía biofísica. Exministro de Consumo del Gobierno español. Me dedico a la investigación, redacción y consultoría". Ahora ha anunciado que vuelve a la esfera pública, pero desde la actividad profesional privada. "Retomaré la investigación en el campo de la economía de la biofísica, una intersección entre la economía y la física y química. Muy útil para entender la actual crisis ecosocial".
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Además, reeditará su libro de 2017 ' Por qué soy comunista' y anuncia que recuperará su doctorado, por lo que retornará a la vida académica. También ha detallado que trabajará con algunas consultoras especializadas en el campo de la "economía ecosocial". Participará en charlas y conferencias, y anuncia la publicación de un nuevo libro para finales de este año.
En él plasmará "todos mis conocimientos" que volcará en una obra que pivotará sobre "la economía, la ciencia y la ecología". Con todo este camino, "también asumirá "asumiré alguna plaza de profesor universitario en alguna universidad", explica. Aunque no especifica en cual.
Su regreso es inminente. Este 22 de febrero participará en un debate sobre ecosocialismo y modos de vida en la Casa Encendida (Madrid), dentro de las I Jornadas Ecosociales organizadas por la Fundación Fuhem. Tiene también prevista una conferencia en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) "sobre Crecimiento y Clima".
En 2017 publicó el libro 'Por qué soy comunista', una reflexión sobre la crisis del capitalismo. En él defendió un modelo alternativo basado en las ideas marxistas. Ahora reeditará la obra. "A finales de marzo sale la segunda edición. Es un libro que aparece actualizado en algunos aspectos e incorpora un nuevo prólogo, en el que analizo de manera sintética lo que ha pasado en los últimos doce años". Habrá, por tanto, pasajes en los que no obviará algunos detalles sobre en qué arenas se ha movido en este tiempo a la izquierda del PSOE.
Fuentes del entorno de Alberto Garzón en su etapa de ministro subrayan que "ha tenido una evolución desde su irrupción en la política, en 2015. Entonces "entró con un perfil político marcadamente económico. Pero en su última etapa como ministro ha dado un giro profundo hacia el medioambiente. No solo en la toma de conciencia, que ya la tenía, sino en estudios científicos".
Siempre acompañado de una mochila llena de libros, quienes lo conocen aseguran que "está estudiando permanentemente". Hasta Física Cuántica. "Todo lo que está preparando ahora, las charlas, el libro... está vinculado al medioambiente, desde la vertiente económica".
El inicio
La última intervención pública de Alberto Garzón, previa a su marcha en noviembre fue el 19 de julio, en la campaña de Sumar a las elecciones generales. Allí arropó en un mitin a Yolanda Díaz, en el mismo lugar donde comenzó su carrera política: Málaga. "Yo recuerdo perfectamente cuando lo conocí", cuenta a EL ESPAÑOL | Porfolio Toni Valero, malagueño, diputado nacional de Sumar y coordinador de IU en Andalucía.
"Ahora me viene a la cabeza que una vez me lo encontré en la cola de la UNED. Porque Alberto, aparte de estudiar Economía, tenía ya muchas más inquietudes y quería seguir estudiando". Aquel joven "estaba vinculado a la Asamblea local del Rincón de la Victoria. Fue en la época en la que la política estaba marcada por la crisis económica. Así que organizábamos charlas sobre la deuda, sobre la prima de riesgo... y queríamos hacerlo con pedagogía", recuerda.
Y Alberto, un joven licenciado en Económicas, daba el perfil. "Empezamos a llamarlo para que participara impartiendo algunas charlas en Málaga", subraya Valero. "Entró en un momento de cambio de ciclo político. Además, era joven, y su presencia era una ruptura y el ejemplo de esa nueva generación que luego derivó en el 15M".
Frescura, juventud, formación, "su manera de hablar y de plantear las cosas...", enumera el coordinador andaluz de IU. Además, "se alejaba del perímetro de ser de izquierda-izquierda: llegaba a más gente".
Su discurso calaba hasta en los socialdemócratas, e incluso no caía mal a los conservadores.
Entonces Alberto Garzón desembarca en Madrid, donde había cursado un Máster de Economía Internacional y Desarrollo que culmina en 2011. Allí fue discípulo de José Luis Sampedro. No sería el único mentor que le marcaría. En Málaga, ya había formado parte del equipo de Juan Torres, profesor de Economía Aplicada de la facultad y posteriormente, uno de los economistas artífices del documento marco del programa económico de Podemos.
Su despegue político activo no fue en el Movimiento 15M, en el que estaba ya muy involucrado. Tras el Máster madrileño, estuvo de becario de la Universidad de Málaga y en el Instituto de Comercio Exterior. Luego se quedó un tiempo en paro. Fue cuando barajó irse a Londres, hasta que obtuvo un contrato de investigación en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla.
"Su gran salto se produce cuando participa en un programa de televisión nacional. Hay más claves, pero tengo esa imagen en mi memoria. Era un programa de diálogo entre ciudadanos y expertos. Y lo llamaron porque era del equipo de Juan Torres y estaba en el meollo del Movimiento 15M". Su intervención fue brillante, y aquello "lo catapultó", rubrica Toni Valero.
Otra fuente consultada, que lo conoce bien, y que prefiere que no se desvele su identidad, destaca que Alberto Garzón "hablaba bien, y además tenía una imagen opuesta de los comunistas antiguos, con puro y barba. Se alejaba totalmente del perfil". En octubre de 2011 se presenta como cabeza de lista por Málaga y convierte en el diputado más joven del Congreso.
Las polémicas
Durante su etapa como ministro de Consumo protagonizó varias polémicas políticas. Pidió reducir el consumo "excesivo de carne", lo que le acarreó las críticas del sector, de la oposición y la matización del propio Pedro Sánchez; También enfadó a sectores productivos del aceite de oliva y del jamón con el semáforo nutricional, pues los perjudicaba. Por último, en el Congreso afirmó que España era un país marcado por sectores productores de bajo valor añadido como la hostelería o el turismo, calificándolos como generadores de empleo precario y estacional.
"Siendo ministro de Consumo, el medioambiente fue uno de sus ejes transversales. Dijo lo que dijo no por un capricho, sino porque el consumo de carne es un factor que afecta al cambio climático, y hay estudios científicos detrás. Quiso concienciar a la ciudadanía española, que es la que más carne consume de Europa, que no se puede consumir un kilo de carne por persona a la semana. También lo dijo por salud, cuando la recomendación científica está consumir entre los 400 y 600 gramos".
No le ha importado mojarse tampoco para criticar a los suyos con el escándalo de las tarjetas Black de los consejeros de las cajas de ahorro. Aquello generó malestar en parte de su organización al pedir, en 2013, "sanciones judiciales" para los consejeros de IU "que comulgaron con el caciquismo de las cajas de ahorro".
Admirador y amigo de Julio Anguita, su argumento recordó mucho la filosofía del desaparecido dirigente de izquierdas. Porque Garzón explicó que "da igual en las siglas en las que se cobijen aquellas personas que aprovechan la política para uso privado". Aquello no sólo no le pasó factura, sino que en 2015 fue designado como candidato de IU a la presidencia del Gobierno.
Asumió la coordinación federal de IU en junio de 2016. Fue poco antes de las elecciones del 26 J. Puso una condición: tenía que tener tiempo para estudiar", subraya una fuente del entorno más cercano a Garzón. "Es de los que dice que un político tiene que formarse continuamente".
"Luego vino lo del pacto de los botellines", la alianza política electoral con Pablo Iglesias y otras fuerzas de izquierda. "Y en cuanto pudo, nos la ha jugado", abrocha una fuente de Podemos a EL ESPAÑOL | Porfolio.
"Se ha ido cuestionado internamente en el partido, porque los comunistas son muy militares. En las últimas elecciones se manchó mucho con Sumar. Sí hay que reconocerle que con Yolanda Díaz y el partido ha sido generoso", concede, si bien "cuando hubo gobierno de coalición, fue de los que se opuso a entrar a gobernar con el PSOE".
La misma fuente desgrana que la intención de Yolanda Díaz era que Garzón se presentara como candidato de Sumar a las últimas elecciones andaluzas. "Se llevan bien. Habrá amistad, pero también ha habido interés político. Alberto le dijo que no. Él es de Málaga... pero lleva toda su vida viviendo en Madrid". Primero, con su hermano Eduardo y en 2017, se compró un piso en Rivas-Vaciamadrid con su mujer, Anna. Nada ostentoso ni galapagarense: es una vivienda de 130 metros cuadrados, de tres plantas, cuyo valor estimado es de 200.000 euros.
Fuentes de su entorno cuentan a EL ESPAÑOL | Porfolio que el expolítico es "muy sincero, algo muy raro. Hay que tener en cuenta que de 2015 a hoy, ha habido una serie de políticos, tanto nacionales como internacionales, de corte muy presidencialista. Se potencia más al líder que a las siglas. Asumen así más riesgos, porque son de regate corto, y suelen tener vidas políticas breves. Mira a Alberto Rivera, o al mismo Pablo Iglesias".
En este contexto, Garzón... "no era así. Él creía en los proyectos colectivos y no unipersonales. Y cuando ha tenido la oportunidad de entrar en algo para sacar la cabeza, no ha querido ser oportunista". También desgrana que "los fenómenos políticos del feminismo y el ecologismo no los incorpora a su relato: es intrínseco en su persona".
Considera Toni Valero que Alberto Garzón tomó, al dejarlo todo, una decisión valiente. "Si analizas la estructura política de ahora, de unos años para acá tiene una espectacularidad que es una trituradora de vidas". Sobre todo, si se está en primera línea.
La política del momento actual, considera, "es el culmen de un ciclo largo. Ahora estamos en un nuevo momento: la etapa del 15M se cerró". Por eso, Alberto tomó una decisión salomónica "por dos factores. El primero es adecuarse al nuevo ciclo político, que él da por cerrado".
El segundo, obviamente "tiene una clave personal. Tiene tres hijas a las que quiere dedicar tiempo, y además, es el momento de centrarse en su carrera profesional en lo que le gusta. Porque cuanto más tiempo se pasa (dentro), más difícil es resituarse. Ha demostrado coherencia entre ambos factores".
El ciclo
Tras el 15M, una de las preocupaciones de Alberto Garzón, mientras ascendía, fueron las consecuencias para IU al integrarse en Unidas Podemos. Entonces, Alberto Garzón recibió críticas internas. IU temía ser fagocitado por el auge de Podemos y el carisma de Pablo Iglesias. Lo reconoció el propio Garzón en una entrevista concedida en una televisión local de Málaga. Confesó que le quitaba "el sueño" la "posible desaparición de IU".
"A Yolanda Díaz y a él les ha unido una estrategia política para acabar con Podemos", abunda otra fuente consultada del partido morado. "¿Cómo iba a haber dos partidos a la izquierda del PSOE? Han trazado una estrategia bien planificada".
"Garzón ha sido uno de los cerebros intelectuales de esa estrategia para cargarse a Podemos, junto con Yolanda Díaz e Íñigo Errejón".
En su carta de despedida, el ya exdirigente hizo, precisamente, alusión a la integración de IU en Podemos y a ese temor. Porque en el momento en el que se tomó la decisión de hacerlo "no éramos nosotros como fuerza política quienes rentabilizábamos electoralmente esas nuevas aspiraciones".
Izquierda Unida está ahora, considera, "no solo consolidada, sino que es una fuerza con un capital político imprescindible". Ahí, como apunta Toni Valero, Garzón enfatiza lo de ese nuevo ciclo. "La política española pasa a una nueva fase, con un nuevo Gobierno y con muchos retos que abordar”.
También reconoció un aspecto que encierra una valoración muy personal. "Durante todos estos años he visto lo mejor y lo peor de la política, y ambas cosas me han atravesado implacablemente". Ya había empleado demasiado tiempo "en tratar con gentes que no cuidan a sus semejantes". Para esos, los que no cuidan a otros, la política "es solo una forma de aplastar al que piensa diferente".