21 julio, 2024 02:06

En estos días de julio, la Clínica Ruber Internacional de Madrid ya no tiene el ajetreo diario de idas y venidas de pacientes, médicos y personal sanitario. Se nota que mucha gente está disfrutando ya de las vacaciones. Nadie en el centro hospitalario se ha percatado de la presencia de una mujer. Acompañada por un joven alto y rubio, entra en la zona destinada a traumatología. Esa persona, anónima para muchos, es princesa de Bulgaria y en la actualidad lleva también el mismo título, pero de un país completamente distinto: Jordania. Nadie se fija en ella, ya que así es Miriam de Ungría, discreta y siempre tratando de pasar desapercibida.

La española ha tenido que pasar de nuevo por quirófano para solucionar un problema traumatológico. No se trata de una lesión reciente, sino que ha tenido que ser operada de la muñeca derecha por las secuelas que aún sufre desde el gravísimo accidente de tráfico que sufrió en agosto de 2008 junto al que era entonces su esposo, Kardam de Bulgaria. Un hecho que marcó su vida y la de su familia para siempre.

"Parece que nunca se va a librar de ese maldito día. Un dolor constante en su brazo le recordaba aquella jornada una y otra vez. Ojalá con este tratamiento nuevo la cosa termine de una vez por todas", explica a EL ESPAÑOL | Porfolio una de las muchas amigas que Miriam tiene en la capital española.

Mirian de Ungría, el pasado mes de septiembre.

Mirian de Ungría, el pasado mes de septiembre. Gtres

La vida de esta madrileña, que en septiembre cumplirá 61 años, podría ser perfectamente el argumento de una novela firmada por María Dueñas o Julia Navarro. Joyera de profesión, madre de dos hijos, Boris y Beltrán, puede presumir de llevar el título de princesa de dos países que nada tienen que ver el uno con el otro. Tras enviudar de Kardam de Bulgaria, conservó el de Princesa de Tirnovo y Bulgaria y cuando se casó, en 2022 con el primo de Abdalá de Jordania, Ghazi bin Muhammad, aceptó el de princesa Ghazi integrándose, sin problemas, en la corte hachemita, donde reside en la actualidad en la ciudad de Amán. Eso sí, no se ha convertido al islam, sigue profesando su religión, que es la ortodoxa.

El amor búlgaro

Por todo esto se puede decir que Miriam de Ungría ha vivido dos vidas e incluso tres. Proviene de una familia de mucho dinero y posición en Madrid, ya que es hija de Carmen López Oleaga, marquesa de Montefalcón y Bernardo de Ungría y Goibarri, que presidió durante varios años el Colegio Heráldico de España.

Los siete hijos del matrimonio, seis niños y una niña, acudieron a los mejores colegios de la capital española, donde Miriam entabló amistades en los mismos círculos que el hombre que iba a convertirse en su primer esposo, Kardam de Bulgaria. Su historia de amor comenzó a principio de los años 90, cuando se conocieron en la discoteca Joy Eslava, tan de moda en aquella época entre los niños bien de la ciudad.

Según cuentan fuentes cercanas a la pareja, cuando el príncipe búlgaro vio a la madrileña le dijo a un amigo: "Acabo de ver a la mujer con la que me voy a casar". Dicho y hecho. El 11 de julio de 1996 se celebraba su boda en la iglesia ortodoxa de Madrid en presencia de los entonces reyes Juan Carlos y Sofía, con el príncipe Felipe y las infantas Elena y Cristina, como testigos.

Miriam de Ungría y Kardam de Bulgaria, en 2006.

Miriam de Ungría y Kardam de Bulgaria, en 2006. Gtres

Entonces Miriam se convirtió en la Princesa de Tirnovo, aunque Bulgaria no tiene corona desde 1946 cuando llegó el comunismo al país, los dos hijos del matrimonio, Boris y Beltrán, que en la actualidad tienen 26 y 25 años respectivamente, ocupan el primer y segundo puesto en la línea sucesoria al inexistente trono búlgaro.

La vida de los príncipes búlgaros cambió completamente el 15 de agosto de 2008 tras sufrir un gravísimo accidente de tráfico. El suceso tuvo lugar en la localidad madrileña de El Molar, cuando el Jaguar en el que viajaban se salió de la carretera dirección Madrid. El coche, conducido por Kardam, chocó contra un árbol, saliendo despedido por los aires, saltando la barrera de seguridad de la vía y terminando empotrado en la fachada de una de las viviendas de la zona. Los bomberos tardaron horas en poder rescatar al hijo de Simeón de Bulgaria y Margarita Gómez-Acebo.

Luchando por Kardam

Kardam salió muy mal parado de aquel accidente, y desde entonces, quedó en cama sin poderse mover. El 7 de abril de 2015 falleció en Madrid a causa de una infección pulmonar relacionada con la grave crisis que padecía. En aquellos años, tras el fatídico accidente del que Miriam milagrosamente solo salió con una fractura de muñeca (de la que se acaba de tener que volver a operar porque nunca sanó del todo), la princesa fue un ejemplo de lucha y superación.

Mientras su marido intentaba recuperarse de sus gravísimas lesiones, ella y sus dos hijos, adolescentes en aquel momento, no perdieron la fe y le arroparon en el intento de volver a ser el que era.

Miriam de Ungría y su hijo, Boris de Bulgaria, el pasado mes de septiembre.

Miriam de Ungría y su hijo, Boris de Bulgaria, el pasado mes de septiembre. Gtres

Desgraciadamente no tuvo el final esperado. "Aquel tiempo Miriam no se separó ni un segundo de Kardam, que luchaba para salir adelante. No podía hablar, aunque se comunicaba con el rostro y no se podía mover. Los mejores especialistas, los mejores tratamientos… Ella se volvió loca intentando encontrar lo último para su marido. Los niños le preguntaban si su padre iba a morir, porque de verdad que estaba fatal, y ella siempre les decía que tenían que ser optimistas y rezar mucho por él. Decidió enviar a los chicos a estudiar fuera, ya que el panorama era durísimo para ellos. Al final no pudo ser, pero ella fue una lección para todos de entrega absoluta hacia una persona amada", explica a esta revista la misma amiga de la joyera.

Agotada, triste y desanimada, la viuda de Kardam decidió cambiar de vida, tal vez pensando en alejarse de los dolorosos recuerdos con los que había terminado su primer matrimonio. "Su firma de joyas estaba ya más o menos asentada y necesitaba cambiar de aire. No fue una huida, sino una salida hacia delante. Pensando también en sus hijos, había sido tan duro para ellos… Londres fue el lugar elegido para una nueva vida que les ha ido fenomenal. Aunque vienen muchísimo a Madrid, como es natural, ya que tienen muchos amigos y toda la familia. Ahora que Miriam se ha trasladado a Amán, aunque pasa tanto tiempo allí como en la capital inglesa, viene todavía más a España. Está feliz", añade la misma fuente.

Un nuevo amor

La ahora esposa del príncipe Ghazi bin Muhammad es licenciada en Historia del Arte por la Universidad Complutense de Madrid. Tras finalizar la carrera, comenzó a trabajar para una joyería, donde comenzó su pasión por este tema al que terminó dedicándose de forma total creando su propia firma MdeU.

Fue en Londres donde Miriam conoció a su príncipe jordano, con el que ya había coincidido ya en distintas reuniones de royals cuando estaba todavía casada con Kardam, pero en el que nunca se había fijado con detenimiento, puesto que ambos estaban felizmente casados. "Al final son los mismos círculos de amistades y relaciones. Ella nunca pensó en volverse a enamorar y mucho menos en casarse de nuevo. Estaba tan contenta en la capital inglesa compartiendo su vida con sus dos hijos. Sin embargo, la vida es así y da segundas oportunidades para ser feliz. Verla de nuevo brillar ha sido algo maravilloso. Todos los que la queremos nos hemos alegrado mucho por ella", cuenta la amiga de la princesa jordana.

La pareja se casó hace casi dos años en una discreta boda en Amán, capital jornada, con el rey Abdalá y su famosa y estilosa esposa, Rania, como testigos del enlace. El nuevo marido de Miriam de Ungría es hijo de Mihammad bin Talal de Jordania y la princesa Firyal, y actualmente ocupa el puesto 19 en la sucesión al trono. Sin embargo, su relación con su primo, el monarca hachemita es muy estrecha. Tanto es así que ha ejercido de regente en los momentos en los que el soberano se ha tenido que ausentar del país, además es asesor del rey para asuntos culturales y religiosos.

Miriam de Ungría y el príncipe Ghazi bin Muhammad.

Miriam de Ungría y el príncipe Ghazi bin Muhammad. Casa Real Jordana

Se trata de un hombre cultísimo que ha pasado más de la mitad de su vida en Inglaterra entre colegio y universidades. Estudió en la escuela británica Harrow y se graduó en literatura comparada en la prestigiosa universidad estadounidense de Princeton donde se doctoró en Lenguas y Literaturas Modernas y Medievales con la tesis ¿Qué es enamorarse?: Un estudio del arquetipo literario del amor. Continúo su formación en Cambridge y en El Cairo doctorándose en Filosofía Islámica con los honores con la tesis Amor en el Sagrado Corán.

La vida de Miriam en Oriente

Desde su boda con el hachemita, Miriam se ha trasladado a vivir con él a la capital jordana, donde se ha integrado de forma increíble a la corte. De hecho, en febrero participó en su primer acto oficial desde su boda. La española acompañó a su esposo a la inauguración de la iglesia ortodoxa griega de los Tres Santos Jerarcas en la que acudían en nombre del rey Abdalá II.

Los días de Miriam en Oriente Medio transcurren tranquilos en la corte. Su marido es padre de cuatro hijos: la princesa Tasneem, el príncipe Abdalá, la princesa Jennah y la princesa Salsabeel, está última nacida en 2014, la española se lleva muy bien con ellos, aunque con las que mantiene más relación es con las dos pequeñas, ya que los dos mayores estudian, como la ya hizo su padre, en Inglaterra.

Miriam ha tomado la decisión de abandonar su negocio de joyas, la web de la marca está inactiva desde su boda y sus redes sociales tampoco están actualizadas. "Se está dedicando a acompañar a su marido en sus tareas institucionales y a apoyar a diferentes organizaciones benéficas en el país que ahora se ha convertido en su hogar. En Amán lleva una vida tan discreta como la que llevaba en Londres, al que viaja cada 15 días para ver a sus hijos y a Madrid para ver a sus hermanos y amigos. De hecho, todos estuvimos con ella en abril cuando vino para trasladar los restos mortales de Kardam a Bulgaria para que descansaran en el lugar que a la familia real búlgara le corresponde. También estuvo en octubre en la fiesta del 18 cumpleaños de la Princesa de Asturias, ya que su relación con su exfamilia política, con sus suegros Simeón y Margarita, es buenísima. Ellos la ven feliz y no pueden reprocharle absolutamente nada. Todos creemos que ha llegado el momento de estar tranquila y feliz, aunque eso la haya llevado muy lejos de los que la queremos", concluye con cariño la amiga de Miriam de Ungría.