Festival Irmandiño, 40 años manteniendo viva la historia de Galicia en Moeche

Festival Irmandiño, 40 años "manteniendo viva la historia" de Galicia en Moeche EP

A Coruña

Festival Irmandiño, 40 años "manteniendo viva la historia" de Galicia en Moeche

Del 16 al 18 de agosto el castillo de Moeche será otra vez testigo del evento que nació en 1980 para "ensalzar la cultura desde la propia identidad"

10 agosto, 2019 14:13

El Castillo de Moeche, una de las fortificaciones con más historia de Galicia en medio de los valles y montañas de esta localidad coruñesa, acoge desde 1980 el Festival Irmandiño, uno de los más antiguos de la Comunidad, que este año celebra su 40 edición del 16 al 18 de agosto.

El evento conmemora la ‘I Revolta Irmandiña’, una batalla que supuso el enfrentamiento en el que 10.000 campesinos, encabezados por Roi Xordo, se rebelaron contra los abusos feudales del regidor del la fortaleza sita en Moeche en 1431, según apunta el archivo de historia del festival.

Seis siglos después de esa contienda, una de las antiguas organizadoras del Irmandiño Susana Senra recuerda que, si algo queda de esa cruzada es "la semilla de luchar e intentarlo siempre".

De esta manera, los vecinos del ayuntamiento coruñés y todas aquellas personas que "siempre" han sido "muy Irmandiñas" se dedican a darle vida y forma a la festividad, asegura Senra.

Desde 1980 el castillo es el epicentro alrededor del que celebra un evento "que mantiene viva la historia de Galicia", según destaca la alcaldesa de Moeche, Beatriz Bascoy, en una entrevista concedida a Europa Press.

Este festival es uno de los más antiguos de la Comunidad junto con el de Pardiñas en Guitiriz (Lugo) y la edil del municipio lo considera "de los más singulares" y "emotivos" del territorio por sus "valores", que van desde su creación, cuando "salió adelante gracias a la unión y esfuerzo del pueblo", hasta su "capacidad para mantener vivo un hecho trascendental de la historia de este país".

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"Desde abajo"

"Todo nació en plena transición" democrática, señala uno de los primeros organizadores del Festival Irmandiño Luís Barcia. Fue un grupo de jóvenes con "inquietudes culturales y sociales" los que crearon esta iniciativa y se dispusieron a "organizar el movimiento asociativo", añade.

Entre los objetivos del festival, el organizador destaca el deseo por "ensalzar la cultura desde la propia identidad" gallega a través de la ‘I Revolta Irmandiña’, "un motivo" que, desde su punto de vista, "fue más que suficiente" para crear el evento y combinarlo con la reivindicación de la "música folk y tradicional gallega".

La "ilusión" de aquellos "tres o cuatro jóvenes" que idearon la iniciativa era "dar alternativas a un modelo sociocultural muy anquilosado", ha añadido. De hecho, Barcia tiene la impresión de haberlo conseguido porque el Festival Irmandiño posee "un contenido social muy fuerte" a nivel de implicación y asistencia, lo que conforma un evento "ecléctico" y un "referente" para otras festividades de este tipo que se han desarrollado con los años.

A juicio de Luís Barcia, "las cosas que nacen desde abajo son las que permanecen" y ese es el truco del Festival Irmandiño, una cita "prácticamente autofinanciada" año tras año que surgió gracias al "trabajo de las personas".

"El Festival que Moeche no podía perder"

A pesar de que el evento se creó a raíz de una iniciativa de vecinos, hubo un tiempo en el que el Ayuntamiento de Moeche se encargó de su administración. Sin embargo, la época de "mayor dinamismo" se dio a mediados de los años 90, ha explicado la alcaldesa del municipio.

Susana Senra fue una de esas personas encargadas de la organización del festival por aquel entonces. Recuerda "las ganas de cambio" de 1997, cuando se implementó anualmente el "concurso de carteles" y surgió un "colectivo teatral" que estrenaba una obra en cada edición del Irmandiño y ofrecía una "actividad continuada durante el resto del año".

Otra de las acciones que se programó en aquel momento consistía en la presentación de trabajos inéditos acerca de investigación histórica en Galicia, que tenía como premio la publicación del estudio en una revista de divulgación y una cuantía en metálico.

En todas sus versiones, "más grande o más pequeño" el festival "era algo que Moeche no podía perder", comenta Senra a Europa Press. "Es como un nexo de unión" entre los vecinos, pero también con todas las personas de las localidades limítrofes que se involucran, tanto mayores como jóvenes.

A su parecer, son las nuevas generaciones las que cogerán el legado de los mayores y de todas las antiguas ediciones. Lo más importante es "no perder el carácter reivindicativo" por el que nació el festival.

"Siempre hay por lo que luchar, siempre hay cosas que mejorar en la sociedad" y esto es algo que "siempre se tuvo en cuenta en la organización". En concreto, Senra considera que el pregón del Irmandiño "siempre trata un asunto de la actualidad" que avala esa "reivindicación".

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Lucha, orgullo y memoria

El Festival Irmandiño tiene por bandera la lucha y el orgullo por la historia de Galicia, pero también se basa en el mano a mano entre generaciones y en mantener en la memoria a todas las personas que lograron llevar el evento hasta donde está hoy en día.

La alcaldesa Beatriz Bascoy ha hecho referencia a una muestra de este "recuerdo" que los vecinos de Moeche llevan consigo y que evidencia la "unión". Ha explicado que este año "habrá un pequeño reconocimiento" en el castillo dedicado a cinco personas que se "implicaban mucho con el festival" y que formaron parte de él "en distintas épocas", alguna de ellas "en las de mayor auge".

Respecto a esta cuadragésima edición, la organización del evento también retomará vestigios de la primera celebración del Festival Irmandiño. En concreto, el grupo de música Saraibas se juntará de nuevo para actuar la noche del sábado 17, antes del concierto de Sés y del asalto al castillo, que se trata de la recreación de la contienda de 1431 entre los campesinos y los señores feudales.

Según Bascoy, la representación de este ataque es el momento "más simbólico" de todo el festival, para el que al menos espera "un total de 5.000 asistentes", que pueden aumentar a "8.000 personas" si las condiciones climatológicas "son favorables" durante las jornadas de celebración.

"Mil ediciones más"

Durante estos 40 años, el festival ha mantenido muchos elementos y ha modificado otros, sin embargo Beatriz Bascoy apela a una "necesidad de renovación" en algunos aspectos, aunque asegura que "es muy fácil decir esto" cuando "es a la juventud a la que le toca" organizar y seguir "trabajando duro".

En este sentido, la edil destaca la "necesidad de potenciar" el "asalto al castillo para niños" que se lleva a cabo "desde hace unos años", y la recuperación de actividades "como el teatro" o las "exposiciones de artesanía", que se realizaron durante la época de "más dinamismo".

Además, Bascoy cree que cuando se recrean hechos históricos como la ‘Revolta Irmandiña’, los que destacan "son los hombres", porque parece que "en la historia solo había hombres", pero subraya el trabajo y la "presencia de las mujeres" que "nunca aparecen". En este sentido, no descarta hacer "un homenaje en algún momento" a esos nombres femeninos que formaron parte de la historia y de la organización.

En aras de recordar a todas esas personas que han formado y forman parte del evento, Luís Barcia alude a las palabras de Álvaro Cunqueiro cuando pronunció ‘mil primaveras máis para a lingua galega’ y sobre las que él versa "mil ediciones más para el Festival Irmandiño".