A Coruña no subrogará a los empleados del Copacabana, que se irán a la calle
La plantilla, formada por cinco trabajadores, ya ha sido informada por el gobierno local de su despido tras el cierre de la icónica cafetería
30 octubre, 2019 06:00El gobierno local de A Coruña ha tomado la decisión de prescindir de los cinco empleados de la cafetería Copacabana, que echó el cierre el domingo. Estos trabajadores ya han sido notificados de que el Concello no pedirá a la nueva empresa adjudicataria que subrogue sus contratos, y ya han sido despedidos por la concesionaria.
El establecimiento del Copacabana opera en régimen de concesión pública. De hecho, su regente hasta el domingo, Anahí Sánchez, ya aseguró cuando anunció el cierre que llevaban 4 años con el contrato extinto y en espera de un nuevo concurso. Esa licitación comenzó a redactarse durante el gobierno de la Marea Atlántica y Alberto Lema fue el principal responsable. "Se establecía la obligación de subrogar a los trabajadores actuales", afirma el exconcejal de Economía y Empleo.
Para ese proyecto se había contado con el trabajo del arquitecto original del Copacabana, Xosé Manuel Casabella, que realizó unos planos de lo que sería el nuevo edificio. La licitación, además de la subrogación de los trabajadores, incluía una reforma tasada en 300.000 euros y el pago de un canon al Concello. "Por la falta de un documento técnico, no se pudo hacer público el concurso durante el anterior mandato. En el traspaso de poderes, hice entrega de los pliegos de la licitación al nuevo gobierno", afirma Alberto Lema, concejal de la Marea Atlántica.
El edil y diputado provincial señala que desde el gobierno local le aseguraron que "no encontraban los pliegos de la licitación", por lo que él volvió a enviarlos. "Este mes, tras el cierre del Copacabana, se informó a los empleados que no era posible hacer esa subrogación. Además, se trata de echarnos la culpa al anterior gobierno por no haber tenido el concurso terminado", critica Lema.
El concejal de la Marea Atlántica cree que "nunca hubo interés ni esfuerzo por mantener los puestos de trabajo". "Es un síntoma muy preocupante que un gobierno declarado de izquierdas no defienda el trabajo", añade, y recuerda lo ocurrido durante el cambio de arrendatarios del Hotel Atlántico, el verano pasado, cuando el gobierno local incluyó como condición en el contrato que toda la plantilla fuese subrogada.