Imagen del hostel que Bello regentaba en Filipinas

Imagen del hostel que Bello regentaba en Filipinas Facebook The White House Siargao

A Coruña

Los amigos del coruñés muerto en Filipinas defienden su inocencia

"No tomaba drogas y mucho menos las vendía". El entorno del joven está conmocionado por la trágica noticia. Los amigos de Diego lo definen como "una persona muy sana" y destacan que era "muy buena gente".

8 enero, 2020 15:53

El entorno de Diego Bello Lafuente, el joven de A Coruña muerto en una operación antidrogas en Filipinas, califica de "horrible" la noticia de su fallecimiento. Los amigos de Diego lo definen como "una persona muy sana" y destacan que era "muy buena gente".

El coruñés residía en la isla de Siargao a 800 kilómetros al sureste de Manila en donde llevaba una vida "tranquila". De acuerdo con sus allegados, Diego puso en marcha en Filipinas varios negocios y "todos le iban muy bien". Entre los establecimientos del aficionado al surf destacan un restaurante de comida española llamado La Santa, dos tiendas, un hostel, un estudio de tatuajes y una agencia de tours.

El joven era aficionado al surf de "toda la vida" por lo que es muy conocido entre los amantes de este deporte en la ciudad. Desde su entorno indican que Bello acogía en su casa de Siargao a sus colegas coruñeses que querían visitar la isla y destacan su generosidad.

"No tomaba drogas y mucho menos las vendía", afirman los amigos del fallecido que defienden la inocencia del joven ante la versión de la policía filipina que alega haber matado a Bello en legítima defensa. "Sabemos que no es verdad el montaje", han manifestado algunos de los allegados al fallecido en las redes sociales.

Dudas sobre la versión oficial

"Llevaste a la isla tu sonrisa, generosidad y trabajo. Fuiste demasiado valiente y no quisiste aceptar las reglas del juego y extorsión de un país corrupto", es uno de los mensajes que sus allegados han escrito en Facebook. En su entorno consideran "imposible" la versión oficial sobre su muerte y comentan que el éxito de los negocios de Bello en la isla podría haber provocado recelo entre las autoridades locales.

Actualmente en el país se está llevando a cabo una campaña antidroga que ha sido cuestionada por Naciones Unidas y diferentes organizaciones de derechos humanos por considerar que la policía filipina falsifica pruebas para justificar ejecuciones extrajudiciales. Los agentes del país asiático han admitido haber matado en redadas a unos 6.700 sospechosos alegando que todos ellos se resistieron a la hora de ser detenidos.