Coronavirus: Estudian si hubo negligencia en la muerte de la embarazada de A Coruña
La familia de la mujer carballesa trabaja junto con un abogado y peritos, mientras que el equipo médico señala que el virus adoptó un "comportamiento muy agresivo"
2 abril, 2020 16:11SANTIAGO DE COMPOSTELA, 2 Abr. (EUROPA PRESS) –
La familia de la joven de 37 años de edad embarazada vecina de Carballo fallecida este domingo en el Hospital Materno-Infantil de A Coruña, junto a su bebé, tras practicársele una cesárea de emergencia, ha puesto en manos de abogados y peritos médicos los hechos para analizar "si hubo algún tipo de responsabilidad" en su muerte. Este triste suceso ha tenido una gran trascendencia internacional y ha obligado a la comunidad médica a pedir tranquilidad, a la vez que se retrasa a la semana 40 el ingreso de mujeres embarazadas.
Fuentes de la familia han confirmado a Europa Press que están a la espera de recibir la historia clínica electrónica para decidir si inician medidas legales por la muerte de la chica, de nombre María Jesús R.T., conocida como Fani.
Familiares de la fallecida y su bebé acudieron en la tarde de este miércoles al hospital coruñés donde el equipo médico que atendió a la embarazada, de 35+3 semanas, el pasado fin de semana y un directivo del centro hospitalario donde falleció, les explicaron lo sucedido.
La familia ha informado de que el equipo médico le ratificó que la chica falleció por el coronavirus, que le provocó una "tormenta inflamatoria", porque el virus adoptó un "comportamiento muy agresivo", que, a pesar de los esfuerzos, le causó el fallecimiento después de que su hija naciese muerta.
En el informe médico de alta en el que se menciona la causa del fallecimiento y algunos datos sobre el tratamiento recibido por la paciente "quedó absolutamente claro que no tenía ningún tipo de patología previa" y había pasado un "embarazo rigurosamente normal, con alguna incidencia aislada, pero nada relevante", ha puntualizado la familia.
"Desde el punto de vista profano, nuestra sorpresa fue enorme cuando se nos comenta que nuestra querida familiar falleció en un contexto con coronavirus positivo", ha señalado la familia, que ha matizado que ningún pariente, incluidos sus padres de avanzada edad, ni antes del fallecimiento ni en la actualidad "han tenido síntomas".
Al respecto, ha comentado la familia que les "sorprendió" la información de que, tras el ingreso, y con tan pocas horas de tiempo transcurrido, se informase de que "el virus muta y puede adoptar un comportamiento tan agresivo que provoca una tormenta inflamatoria, en palabras de los médicos, que puede llevar al fallecimiento", ha apostillado.
La familia de María Jesús ha insistido en que "menos de 24 horas antes del ingreso estaba completamente asintomática y poco más de 24 horas después" había fallecido.
Ausencia de autopsia
"Se nos informó que el COVID-19 fue confirmado por laboratorio y que, por protocolo, no se hizo la autopsia y se ordenó la inmediata incineración del cadáver, lo que desde luego nos extrañó mucho puesto que en Madrid los cadáveres están las morgues y otros en el palacio del hielo, y consideramos que fue demasiado prematuro", subraya la familia.
Al respecto, ha comentado que se les informó que el COVID-19 "produce cambios brutales y que en algunos casos la gente fallece de muerte súbita". "Se nos comentó que durante mucho tiempo no sabían lo que estaba sucediendo y que este era el primer caso en la literatura, ya que no encontraron ningún otro publicado parecido dado que hace solo seis meses que el COVID-19 está actuando", ha abundado.
La familia ha indicado que por parte del hospital les han asegurado que "hicieron todo lo humanamente posible ante el empeoramiento de todos los datos analíticos y clínicos de M.J.". "Que pautaron una cesárea de emergencia, si bien no entendimos muy bien por qué motivo, porque cuando pasó la madre al quirófano, ella y el feto estaban vivos", han relatado.
"La situación clínica se agravó dentro del quirófano, M.J. entró en para cardiorrespiratoria, remontando la primera, pero no la segunda, falleciendo al poco tiempo", ha lamentado la familia, que ha indicado que se les comunicó que todo el equipo de la guardia "se volcó" y que "hay pacientes que fallecen muy rápidamente".
De este modo, ha valorado la familia que "todo el equipo médico" que les atendió este miércoles, incluido el directivo, "mostraron su disposición a aclarar todo tipo de dudas, todas las preguntas". "Y que incluso pidamos una segunda opinión, pero que ellos hicieron todo lo humanamente posible ante un caso que era una novedad absoluta, nunca antes habían visto nada igual, y en la literatura no lo encontraron", han concluido.
Según ha añadido la familia, les aseguraron que "en cualquier otro hospital en cualquier parte del mundo no se hubiese hecho más y que siguieron, en todo momento, el protocolo del Ministerio de Sanidad".
Incineración
Al respecto, la familia ha explicado que les "contestaron a algunas preguntas sobre la no autopsia, la incineración tan rápida, señalando que una autopsia no hubiese ayudado y que la incineración es por protocolo". "Igualmente que el feto, una niña, no la sacaron viva", ha ratificado.
"Dicho esto, es evidente que a la familia nos quedan algunos interrogantes por resolver, somos profanos en esto, y necesitamos la ayuda de profesionales altamente especializados en la materia para que nos den una segunda opinión", han manifestado las mismas fuentes.
En este sentido, la familia subraya que lo sucedido en sí mismo "es muy grave teniendo en cuenta su resultado". "Necesitamos conocer todo lo sucedido en dicha estancia hospitalaria por si hubiese algún tipo de responsabilidad y, en todo caso, si el virus COVID-19 fue la causa del fallecimiento o un peligroso y nefasto compañero de viaje que actuó de forma decisiva para terminar con la vida de Fani", ha concluido.
Por ello, la familia ha decidido poner estos hechos en manos de un bufete de abogados especialista en derecho sanitario y derecho de daños y de los peritos médicos oportunos para que, tras el estudio de toda la documentación clínica, protocolos de actuación médica y demás, "puedan determinar" si lo que les han contado, en relación a que "han hecho todo lo posible", ha matizado la familia, "responde a la realidad".
"Se lo debemos a la víctima y a su hijo menor de edad, y a toda la familia. Ojalá ello haya sido así, que hicieron lo humanamente posible y, si ello es así, que el virus puede en menos de 24 horas de sintomatología llevarse una vida por delante, que Dios nos ampare", ha concluido la familia.
Hechos
Tras trascender el fallecimiento el domingo, fuentes de la familia relataron que la embarazada había tenido un poco de fiebre y diarrea antes de acudir al hospital. Tras llevarla por si se adelantaba el parto, el marido regresó al domicilio en Carballo debido a que, por el protocolo del COVID-19, no puede haber acompañantes, y la chica se quedó en el centro porque "le iban a hacer unas pruebas".
Posteriormente, avisaron al marido de que la situación se había complicado, que "la niña nació muerta y ella murió en quirófano", han matizado las mismas fuentes.
Recaban información
El abogado titular del despacho que lleva este asunto, Cipriano Castreje, preguntado por este hecho luctuoso ha mostrado, en declaraciones a Europa Press, el agradecimiento de "toda la información que verbalmente fue facilitada a la familia" este miércoles.
"No podemos opinar todavía sobre lo sucedido, estamos recabando información, y pendientes de que el Sergas nos entregue la historia clínica completa de la víctima para que, una vez analizada conjuntamente con nuestros peritos, podamos decidir si, en nuestra opinión, estamos ante la presencia de un posible déficit asistencial o de un desgraciado evento qué sesgo dos vidas y generó tanto dolor", ha ratificado.
Por ello, ha sostenido que resulta "muy prematuro poder opinar sobre lo ocurrido". "No somos partidarios de hacer ningún juicio de valor sin haber estudiado en profundidad el caso que, por su complejidad técnica, llevará algún tiempo, sobre todo por su asociación al COVID-19", ha sentenciado Castreje.